EL OLOFSSON
Aubelin Jolicoeur era un excéntrico periodista de sociedad; refinado, algo cursi y con un estilo- al escribir y en lo personal- de lo más recargado. Durante décadas pasaba los días enteros en el Olafsson, charlando con propietario, clientes y empleados. La mayor parte del material para sus columnas en Le Nouvelliste salían de esas charlas. Corto de estatura, se presentaba siempre con un traje de verano blanco, camisa, y bastón con empuñadura dorada. Cuando podía lo conjuntaba además con un crisantemo en la solapa. Se cruzó con Graham Greene, que le dio un papel principal en su novela sobre Haití, apenas escondido bajo el nombre 'Petit Pierre', como el título de la autobiografía de Anatole France. Escribía y hablaba en un francés floreado que podía convertir el hecho más anodino en un acontecimiento poco menos que histórico. Murió hace unos años, igual de elegante y ligeramente duvalierista.
Los conciertos de RAM del jueves por la noche llevan décadas celebrándose. Música buena, grupos nuevos y bandas numerosas lideradas por el propietario del garito. Con el tiempo se ha degradado un poco: lleno de nuevos ricos orondos y lustrosos que vienen como a una discoteca, atraídos por el hecho de que estar aquí (hay que pagar una entrada cara) ahora es una señal de status. Mujeres lo suficientemente enjoyadas como para parecer aun jóvenes saborean su ron sour a ritmo de Compas entre las mecedoras, las copias de los cuadros de otros tiempos y los viejos recortes de periódicos. Eso sí, todos los extranjeros medianamente informados siguen haciendo bromas sobre los cadáveres de opositores escondidos en la piscina. Como en las novelas de Grahan Greene.
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