Y el vudú es algo más que unas ceremonias estrafalarias o folkloricas. A los haitianos les proporciona una explicación mística para cada acontecimiento de la vida. Está siempre latente aunque raramente se habla de ello. Un viaje que se frustra, una promoción en el trabajo, el amor que llega o se va, un accidente...todo se atribuye al Vudú, con su panoplia de dioses y diablos. A los boat people que se echan al mar los protegen los aguitas.
Incluso la independencia de Haití tiene una explicacion vudú, y los esclavos liberados vencieron gracias a la sangre de cerdo que un sacerdote les dio a beber en bois caymam.
Suele decirse que hay tres niveles de vudú: las ceremonias públicas son un culto religioso como cualquier otro; las supersticiones sobre muertos vivientes y sobre la magia cotidiana que decide el éxito o el fracaso de todo; las ceremonias secretas. Los más peligrosos, se dice, son "los que salen de rojo por la noche". El nombre criollo no me atrevo a escribirlo, por si las moscas. ![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixnkhsBrAcWNN9uPk4XRv0OAzCA_bf6Dj0Yp-338ZzbuQFv9_07nuoZ6n4hG31BMGCXA50Bm39hsGttfEsLODEwkqCQFVWypKMoYtoHKnMV2v3lfR2NvueJ8-U1I0FNi-FNxZO_Lj-u3TG/s1600/_JPU4938.JPG)
A mi primera ceremonia nos llevó Jonny, un buen amigo que es hijo y nieto de sacerdotes. Nos guió por el laberinto de callejuelas de la favela de Delmas4. Es una red laberíntica de callejones estrechísimos entre las barracas de techo de hojalata, más intrincada que cualquier medina musulmana. Entre medio de las chabolas fuimos subiendo hasta una zona elevada en medio del barrio. El último trozo por un pasadizo en pendiente por el que bajaba un reguero de orínes.
Arriba, el peristilo, que es como se llama a los templos de vudú, es una explosión de colores naif. En las paredes pintadas escenas de dioses, algunas de la biblia: un san jorge, erzulie freda, las tres mujeres egipcias,... Los devotos de las tres egipcias no pueden acostarse con sus mujeres determinadas noches, que deben pasar con este trío.
Mientras entran los cinco pollos Jonny nos cuenta de los zombis que se ha cruzado alguna noche ante su casa. Los reconoce por el hablar de borracho y la vista perdida, recien llegados del cementerio. No tuvo miedo. Yo le comenta que sería un borracho y me mira con una sonrisa de desprecio, definitivamente no sé nada de vudú.
Esperando que empiece la ceremonia el ambiente es festivo y alegre. Circulan cervezas, cigarrillos y risas. Va llegando la gente del barrio. cada vez más, formando un círculo apretado en torno a las iniciadas. Parece que ha venido a mirar medio suburbio.
Luego el sacerdote comienza a cantar, los tambores se ponen en marcha y empieza una música rítmica y constante que durará varias horas. Las iniciadas bailan desenfadadas, en un balanceo cada vez más agitado, dejándose llevar por la música.
Entre el público hay ambiente de verbena de barrio. A un lado se pusieron la mayoría de chicos jóvenes, casi todos con su botellita de ron. Al otro un grupillo de chicas que se intercambiaban con ellos miradas, bromas y tonteos.
las iniciadas bailan y el sacerdote al pasar les va haciendo beber ron de la botella. Sólo para ellas. Una iniciada, atractiva, no me quita los ojos de encima, sonriéndome con descaro. Es atractiva.
Al irme mi iniciada favorita me pide que me quede bailando con ella, pero la vida del cooeprante es dura y me tengo que largar entre el laberinto oscuro de pasillos y chabolas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario