PATINADORES
Todo Port-Au- Prince
está construido en una pendiente que baja hacia el mar. Solo la parte de
Centreville, junto al puerto, es relativamente llana. Así que el par de
avenidas que comunican las distintas partes de la ciudad son en verdad
unas cuestas pronunciadas. De hecho, caminar por aquí es un continuo
subir y bajar. De hecho quizás ese ejercicio constante tenga algo que
ver con los envidiables cuerpos, fuertes y esbeltos, que lucen la
mayoría de haitianos: ellas son altas, delgadas y de hombros anchos;
ellos delgados y musculosos.
En todo caso las
pendientes han dado lugar a un fenómeno muy peculiar de PAP: los
rollers. Son muchachos que a pesar de la miseria generalizada, en un
país muy subdesarrollado, han hecho de los patines el centro de su vida.
Suelen llevar patines
anticuados comprados de tercera mano y precarias rodilleras de plástico
fabricadas por ellos mismos. A pesar del calor tropical, como signo de
distinción se visten con jerséis abrigados procedentes de algún reparto
inverosímil de ayuda humanitaria. Lo coronan casi siempre con gorros de
lana, consiguiendo un conjunto estéticamente sugerente, con indudable
estilo grunge.
van en grupos de dos o
tres. Se agarran a la carrocería de los taptaps, como añadiendo un nuevo
viajero a estos furgones siempre atiborrados de pasajeros estrujados.
De esa forma suben kilómetros de cuesta para después soltarse en los
descensos, disfrutando de la velocidad mientras a duras penas esquivan
mercadillos, mototaxis, vendedores varios y coches.
Son un espectáculo
chocante que tiene algo de fuera de lugar en una ciudad llena de miseria
y de polvo donde lo más parecido a la idea de ocio son los grupos que
se juntan para practicar cantos de vudú por las noches o las oraciones
colectivas en las iglesias protestantes. En Port-Au-Prince todo es
funcional; sucio y con la urgencia de lo básico. Por eso estos chicos
casi harapientos que se pasan el día sobre sus patines introducen un
elemento de sofisticación que es como un chorro de aire fresco. O al
menos de aire acondicionado, que falta hace.
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