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30 agosto 2007

Indonesiando


Poncol no es mal sitio para vivir, si no vives alli. Los ninios y sus madres se acostumbran a uno y antes de darse cuenta van por ahi diciendo tu nombre. Resulta familiar cuando entras al callej'on y las mujeres entadas en el escalon de su chabola te saludan con un "hola Pablo" (en indonesio, por supuesto). Se hace mas raro cuando te una noche vas al centro de la ciudad, que tiene centros comerciales modernos y parece una ciudad asiatica mediana, y alguno de los ninios de la calle que van de bar en bar pidiendo dinero o cantando canciones te ve y te sonrie y te dice ese mismo "hola Pablo". O sea, que vivo comodo aqui.
La gente del callejon responde con tanto carinio a cualquier muestra de afecto que aqui todos tenemos nombres y apenas nadie usa la palabra "vule" que en el resto de indonesia equivale a 'blanco' o 'occidental'. En Africa me llamaban yovo y aqui me llaman vule. Lo bueno de ser europeo es que nadie es racista con nosotros.
Lo de los centros comerciales resulta chocante. En Indonesia la vida puede ser muy barata: comer en un restaurante callejero cuesta unos cincuenta centimos de euro. Un taxi privado por toda la ciudad, un euro. Una camiseta otro euro. Una cocacola veinte centimos. La gente vive con poquiisimo dinero...sin embargo en el centro, en los centros co,erciales, venden de todo. Televisiones de plasma, aparatos de musica, hamburguesas de Mac Donalds, chalets exclusivos, ropa de deporte y de marca. Alli los precios son europeos. Todo cuesta igual que en Espania. Asi que en la misma ciudad -sin contar con las familias del callejon que viven con quince euros al mes- hay varias ciudades. La asiatica y la occidental. La tradciional y la moderna. Y se integran de un modo facil y fascinante.
Por supuesto hay cosas en comun; por ejemplo los desagues al aire libre. Aunque aun sistema de alcantarillado publico subterraneo, los desagues privados de acda csa van a cielo abierto, por una red de canales putrefactos que llena la ciudad y colabora -un poquito nada mas, oiga- a que los mosquitos crezcan y se reproduzcan grandes, sanos y resistentes. Por si no fuera bastante, algunos conductores de becak (que es como llaman aqui al rickshaw) aprovechan esos canales y ante cualquier apreton se quitan los pantalones y se meten en el canal a hacer sus necesidades. Delicioso. de hecho, con tanta delicia en lso canales no entiendo el empenio de una rata enorme por colarse en nuestro cuarto de banio por las noches. Sera que le caemos bien.

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