tag:blogger.com,1999:blog-41152847300465279862024-03-20T16:12:37.452+05:00Cuadernos de viajeExtractos y trozos de mis cuadernos que almaceno aqui, para no perderlos, sin dar pie con bola.JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.comBlogger142125tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-53786874379218775812024-03-19T00:03:00.007+05:002024-03-20T16:11:50.076+05:00Triste Trieste<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="text-align: left;">Nunca se olvida la primera impresión que uno recibe al llegar a una nueva ciudad. Incluso aunque con el tiempo se llegue a conocerla a fondo, aquel impacto inicial está siempre presente.</span></div><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuZANPtvCR5cMcU0lFwY0y0mPxcq17ok8igi_VaX5nuOQ2j6G5pQG5-OYbdMTkHo0CRpoAjHPA0NttMN24JCGRsUifa_o3Nf5tP2loBY6LR-g2WX_sxF8q4N_nMUYPkmql1Iq295q2Iq7cn9LHniqH3vwmTMfvvCJPlPF84deXRCECQTO-hVdpq_En0GL9/s4096/IMG20240301181503.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuZANPtvCR5cMcU0lFwY0y0mPxcq17ok8igi_VaX5nuOQ2j6G5pQG5-OYbdMTkHo0CRpoAjHPA0NttMN24JCGRsUifa_o3Nf5tP2loBY6LR-g2WX_sxF8q4N_nMUYPkmql1Iq295q2Iq7cn9LHniqH3vwmTMfvvCJPlPF84deXRCECQTO-hVdpq_En0GL9/s320/IMG20240301181503.jpg" width="240" /></a></div><div style="text-align: justify;">La primera vez que pasé por Trieste la guerra empezaba a diez kilómetros de la ciudad y yo iba hacia ella. Llegué en tren y tenía que coger un autobús que, si los bombardeos sobre el puente de Maslenica lo permitían, me acercara a mi campo de refugiados en Dalmacia. Era navidad. Lo recuerdo porque iba con mi amiga Cristina, italiana, y nos escondimos dentro del árbol de navidad que iluminada una rotonda junto al puerto para besarnos y hacer cosas de esas que no se pueden hacer en público. En aquella visita inicial la ciudad, casi vacía, se me apareció ya como la frontera de la civilización. Era el último lugar seguro y cercano antes de entrar en la incertidumbre de un país en armas y descomposición. Con el tiempo aprendí que durante siglos, en efecto, Trieste fue frontera de todo. Aquí acababa la República de Venezia y casi empezaba el turco. Fue el acceso al mar del imperio austro-húngaro y la puerta del telón de acero ante el mundo comunista.</div><p></p><p>Después volví varias veces durante años; siempre a la ida o la vuelta de alguno de los países que formaban Yugoslavia y siempre para aventuras similares. Fui leyendo a Claudio Magris y a su mujer y empecé a cogerle el gusto a esta tierra que está en la esquina de todo, terriblemente provinciana y a la vez internacional. Trieste, en su diversidad de no lugar, tiene un ambiente cultural sorprendente y rico, y una pesada tradición pequeñoburguesa. </p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnS0XhP8eaCOgH7QteqAe2T0pIULGIxDF_0uZ0Y4eiNF_DDKfuloO57th79HsuQT6GgxSZjj1SSRFsfY-jk-I2RyX5JuMeOrk1Wd-ob6JP2c7px3Cf0NJjP5GuOujvzZnidzGgejpCtEEoD_uA3CCqCtdLbTLP-mVZkZyllGnqm06wJgf-pQSfLZyigpyR/s4096/IMG20240301181708.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnS0XhP8eaCOgH7QteqAe2T0pIULGIxDF_0uZ0Y4eiNF_DDKfuloO57th79HsuQT6GgxSZjj1SSRFsfY-jk-I2RyX5JuMeOrk1Wd-ob6JP2c7px3Cf0NJjP5GuOujvzZnidzGgejpCtEEoD_uA3CCqCtdLbTLP-mVZkZyllGnqm06wJgf-pQSfLZyigpyR/s320/IMG20240301181708.jpg" width="240" /></a></p><p>En los caminos boscosos y abigarradamente románticos que rodean el castillo del Duino es imposible no evocar las elegías del joven Rilke, escritas cuando era aquí mismo huésped de María Bonaparte, la que fuera protectora de Freud y primera mujer psicoanalista de Francia. Los versos son desgarradores y anuncian catástrofes humanas que no parecen ajenas a esta tierra de acantilados. La ciudad, sin embargo, se libra del dramatismo de esas afueras y disfruta de un ambiente bonachón donde literatos y espías se mezclaban sin perder la armonía.</p><p>Joyce, el irlandés triestino, vivía en una casa en las escalinatas que hay cerca del castillo. Al parecer, al entrar o salir de su casa a veces se iba a tomar unas copas a la taberna que había donde hoy está la osteria de Libero, a pocos metros. El tal Libero, un yugoeslavo escapado del servicio en su país muchas décadas después de que el escritor irlandés hubiera vuelto a su patria, no se sin embargo cortaba en presentarse como "el anfitrión de Joyce". Con ese reclamo consiguió hacerse un sitio en la ciudad y convertir en cliente a Claudio Magris, que es un poco el albacea de James Joyce por aquí. Así, ese sitio de comida casera se hizo con un nombre entre los referentes culturales de todo el país. Más allá de la curiosidad acerca de como se construyen los lugares míticos de cualquier ciudad, impresiona tomarse unos gnocchis con gulash entre las paredes grasientas donde Italo Svevo y los demás de su parranda le regalaban al genio de Dublín los personajes y las tramas para sus dublineses. Como si en la madera sucia y repintada de esas paredes se hubieran quedado pegados los restos de algunas de esas conversaciones alcohólicas.</p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaRUVbBnrdbaDgBvDPfof8TtNC4nZntqkCnl0HfFptaySjh2ZyrbLwN7HqghuCOlPnESLYYNPD23lzgmWRQV7mEQZB4aOStcxfVRIwDuOOsEtG0VMxOzmzzVjVHDb4KXax0Odb46nGsXbZWSaUku6j6SiXCFRvkNtFmxAibXpc4Ormd_tkbLGHpMlny4g_/s4096/IMG20240228173402.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaRUVbBnrdbaDgBvDPfof8TtNC4nZntqkCnl0HfFptaySjh2ZyrbLwN7HqghuCOlPnESLYYNPD23lzgmWRQV7mEQZB4aOStcxfVRIwDuOOsEtG0VMxOzmzzVjVHDb4KXax0Odb46nGsXbZWSaUku6j6SiXCFRvkNtFmxAibXpc4Ormd_tkbLGHpMlny4g_/s320/IMG20240228173402.jpg" width="240" /></a>Trieste son sus trattorias y sus cafés. En el café Stella Polare para todo el mundo, aunque sea un momento. Está situado en un sitio estratégico para el triestino. Justo donde acaba el canal. A los pies de la escalinata de la iglesia de San Antonio Nuevo donde se sientan a besarse los jóvenes adolescentes. A la espalda de la catedral ortodoxa de San Sipiridione donde se juntan los serbios de la ciudad. Justo enfrente de la calle que lleva a la plaza de Oberdan, de donde sale el tranvía a Opcina. Rodeado de las calles peatonales donde se desarrolla la ciudad. Los sábados por la mañana su terraza es el lugar favorito para sentarse en medio de las compras. Al atardecer entran dentro profesores y estudiantes, todo el que tenga una cita en el centro. Desde sus mesas se veía subir el tranvía del Kars. Gran parte de la personalidad de Trieste está vinculada a ese tranvía cremallera de vagón único que sube hasta Opcina, la ciudad arriba de la montaña, justo en la frontera, con una estación de tren por donde el Orient-Express entraba en Yugoslavia. Trieste siempre ha considerado Opcina más como un barrio que como otra ciudad, a pesar de que está a varios kilómetros de distancia. Y eso era por el tranvía que viajaba constantemente de un sitio a otro. Gracias a eso algunos Triestinos vivían en el campo, en esa árida llanura montañosa y caliza que llaman Carso, pero trabajaban o iban a clase en la ciudad. Hace un par de años los dos vagones del tranvía (siempre hay uno arriba y otro abajo) chocaron frontalmente justo en el punto en que debían cruzarse. Fue debido a un despiste o una borrachera del guardagujas. Pero las autoridades cerraron el servicio hasta que se hicieran algunos arreglos y aún no lo han reabierto. Así que la gente de la ciudad ha dejado de ir al obelisco, la aguja austríaca que señalaba el fin de la carretera imperial a Viena o el inicio de la costa, según de dónde llegara uno.</p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnls2E0Dl562Ww4EXniE3QHgZktTd7m4bIwfvRREfs7iBUUAu1npO07W_ISXLT6iuG4b7iRiKknGy4SYlB7pMRWoaAHtbJsKCCHKDdMquRDvybtEgqrtvidOQt7gLZEtGZQarEh_CfjiH0Kbj15iP-H9RFBNMVuATMvQzjr6UMc5eezAuDiStNnBpSzAea/s2364/IMG_20240225_194015.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2364" data-original-width="1773" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnls2E0Dl562Ww4EXniE3QHgZktTd7m4bIwfvRREfs7iBUUAu1npO07W_ISXLT6iuG4b7iRiKknGy4SYlB7pMRWoaAHtbJsKCCHKDdMquRDvybtEgqrtvidOQt7gLZEtGZQarEh_CfjiH0Kbj15iP-H9RFBNMVuATMvQzjr6UMc5eezAuDiStNnBpSzAea/s320/IMG_20240225_194015.jpg" width="240" /></a>Sin embargo, si hay un café en la ciudad es el Antico Caffé San Marco. Un establecimiento de aires vieneses, reconstruido a principios del siglo veinte después de que los alemanes lo destruyeran por ser lugar de reunión de los unionistas italianos. El sitio mantiene todo su encanto y su decoración, además de ser uno de los únicos lugares tranquilos de Trieste para trabajar con el portátil. Por eso aún lo frecuentan señoras elegantes y estudiantes universitarios. Según Claudio Magris esté café es la imagen de Europa. Pero él exagera porque siempre ha sido un asiduo y porque aquí ha escrito algunas de sus novelas. El lugar parece, eso sí, un trocito de Austria escondido en esta ciudad italiana a frente al mar. Hasta hace poco los pocos burgueses resto de la minoría austríaca venían cada día aquí a leer en alemán Der Zeit. Pared con pared está la masiva sinagoga triestina, así que siempre han tenido también menús kosher. Hace unos años abrieron dentro una librería, que ocupa solo un trozo y que vende libros de todo tipo, con predilección por los clásicos de Trieste: Rilke, Joyce, Stendhal y por supuesto Italo Svevo, Magris, Jan Morris y Paolo Rumiz. También hay presentaciones y en ocasiones -yo sólo vi una, pero no parecía la primera- entran al vetusto establecimiento jóvenes alternativos de estética okupa aunque sólo sea para reventar la de algún pseudo-escritor muy conservador.</p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXuX7UWiCSjb2QiufKYJFeopOWCpbWEICqWpfXnDL5xN_vwAlzi7jrGTdtvRNmJ_YFuppLWZcCv0Hp8sw4viJ5-KqD_0E8d8_ileZjiFLbygWtLPP9XwZCei0RhtMDrsJWuDLhZDso_R0pe3ET8xLhwqcWQXmAoTmhNmpmX8-xp01rBMOBuVjOOHq6Oek4/s4096/IMG20240225131435.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXuX7UWiCSjb2QiufKYJFeopOWCpbWEICqWpfXnDL5xN_vwAlzi7jrGTdtvRNmJ_YFuppLWZcCv0Hp8sw4viJ5-KqD_0E8d8_ileZjiFLbygWtLPP9XwZCei0RhtMDrsJWuDLhZDso_R0pe3ET8xLhwqcWQXmAoTmhNmpmX8-xp01rBMOBuVjOOHq6Oek4/s320/IMG20240225131435.jpg" width="240" /></a></p><div style="text-align: justify;">Todos esos escritores que se venden en las estantería han pasado también por sus mesas. Jan Morris es de los más interesantes; nació hombre y fue soldado del imperio británico. Viajó como comando de las fuerzas especiales por África y Asia y fue guerrillero en la segunda guerra mundial. Un señor aficionado a la historia militar y los viajes que siempre se sintió mujer pero no lo hizo público hasta que un día, con sus hijos ya mayores, apareció con nombre nuevo, pelado y ropa de mujer en una presentación de libros. Siguió escribiendo con el nuevo nombre, pero salvo eso no cambió nada. Ni siquiera de mujer que siempre fue la que mejor conocía su secreto, cosa muy conveniente. Siguieron juntas ya como dos apacibles viejecitas retiradas en la campiña inglesa, recuerdo las fotos de ella en alguna entrevista y parecía una señora típica inglesa con un pañuelo en la cabeza, aunque de joven se hubiera tirado de paracaídas sobre las líneas enemigas con un cuchillo en los dientes. Supongo que esos son los secretos que unen a una pareja. En Trieste se siente cierta predilección por Jan, porque le dedicó uno de los libros de viajes más bonitos que existen.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Es Trieste un lugar imaginario, más dinámico en los viajes soñados que en su realidad provinciana. Más majestuoso en la historia que en la cotidianidad. La ciudad está marcada por su geografía. Unas pequeñas colinas sobre el golfo que ocupa la esquina misma de esa bota que es la península italiana. Rodeada en el pasado de salinas que, junto al comercio marítimo, fueron su fuente de riqueza. En época romana se instaló un templo sobre la más prominente de esas colinas, como debe ser. Luego se convirtió en basílica bizantina y a su lado se construyó un imponente castillo veneciano que pervive. Ahí acaba la majestuosidad de la ciudad que prosperó de verdad un pàr de siglos después, cuando construyó el canal mayor como ría donde descargar barcos y en donde refugiarlos de las tormentas. Eso fue el desarrollo de la Trieste burguesa y plana junto al mar. Un lugar casi balneario. tanto que en sus afueras el malogrado Maximiliano de México edificó una pequeña joya decimonónica. Un palacio presuntuoso y lleno de jardines que no llegó a disfrutar. Seguramente, el día que lo fusilaron en los cerros de Querétaro ante el pelotón, el emperador se acordó con melancolía del día que con una chalupa salió desde el coqueto embarcadero de su palacio triestino de Bellevedere camino de esa aventura. Una locura con las dosis de extravagancia y exotismo que son tan caras a los triestinos.</p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh34p_wfu8IWmMoAi8dCBoBsV5IJR2iOFvFIbJKENAid5goeLFR-pn-gDdts9l9HsNbgwfy1QYx2EJR6KoN0BYe7yE2AD_O6s7kv5J5IOI0xB9BEMQh2-EyaLQAfyLnVHDg5X-66GQKQjuF_lWqmy4baQtw5zeEJQnZy4l0OJNpUho1ogeBDIjemt9G-JN8/s4096/IMG20240301131802.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh34p_wfu8IWmMoAi8dCBoBsV5IJR2iOFvFIbJKENAid5goeLFR-pn-gDdts9l9HsNbgwfy1QYx2EJR6KoN0BYe7yE2AD_O6s7kv5J5IOI0xB9BEMQh2-EyaLQAfyLnVHDg5X-66GQKQjuF_lWqmy4baQtw5zeEJQnZy4l0OJNpUho1ogeBDIjemt9G-JN8/s320/IMG20240301131802.jpg" width="240" /></a></p><div style="text-align: justify;">De los cafés, los italianos prefieren seguramente el de los espejos. Es un lugar elegante y sofisticado con una terraza de postín en un lateral de la plaza de la unidad, que es como si estuviera en la de San Marcos de Venecia. La plaza, desde donde Mussolini proclamó las leyes raciales, es amplia, de mármol, imponente y acaba en el mar. Los camareros llevan chaqueta blanca, las mesitas tienen mantel de tela y los spritz se beben con la indolencia de la dolce vita. Aquí se viene a ver y ser visto y el tiempo parece parado en esa Italia glamurosa de los cincuenta convertida ahora en icono.</div><p></p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkaRsNRwCvFzlyFK5YA8wQmHhLl5d89UK8HQMFrG9XTrgb3EaG8ZjGBAoiAmLZoixFIDOq4KTN5mSWD07jDGLz20va05qeQtJ2d-zI5l4Ud-38yjKfkrzeJigj1DrepfC8XtpkRXQVjBtMisDcELPSboHnOHw9dSXniw0Pj8iKeu1VaVJTtAx2PLjfWtFv/s4096/IMG20240226135410.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkaRsNRwCvFzlyFK5YA8wQmHhLl5d89UK8HQMFrG9XTrgb3EaG8ZjGBAoiAmLZoixFIDOq4KTN5mSWD07jDGLz20va05qeQtJ2d-zI5l4Ud-38yjKfkrzeJigj1DrepfC8XtpkRXQVjBtMisDcELPSboHnOHw9dSXniw0Pj8iKeu1VaVJTtAx2PLjfWtFv/s320/IMG20240226135410.jpg" width="240" /></a></p><div style="text-align: justify;">En su permanente decadencia centroeuropea, Trieste es una ciudad tranquila. Lo bastante pequeña como para que haya pervivido la leyenda del pingüino Marco, al que trajo de mascota una expedición del ártico y que vivió años en el acuario, paseando por sus alrededores para delite de los niños. Lo bastante abarcable como para que cada café tenga su estilo y cada restaurante su historia. De muchos de ellos apenas se atisba. En el Sándwich Club del puerto no ofrecen bocadillos, sino delicias caseras y vino baratísimo para que pandillas de cargadores entrados en años pasen aquí el día en una especie de macarra club del jubilado. En Da Mara la señora Mara, su hija y su nieto atienden un puñado de mesas contando, desde hace décadas, los cotilleos de la ciudad y la gente viene a compartirlos como si fuera el mentidero local. Y sobre todos ellos está el fabuloso y mágico buffet Da Pepi.</div><p></p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8JR8zmBOR0lflOqO6GaYvCnwFlu5O8Iljhf-Jcq1I3WcoEPQuTny85oEvKLi31-msU4F0q738zBSkVKZGp8zUZhJ4Xvc2weKdLO3f8X8bSbnF3H3jltI2wcnsj0aczFicCbxzzUvhdHTDmZzkQj7qVoc-rJbCO1chrxzi4aAI7IzZYQcW5ylcfjZubBa/s1440/IMG_20240302_193109.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8JR8zmBOR0lflOqO6GaYvCnwFlu5O8Iljhf-Jcq1I3WcoEPQuTny85oEvKLi31-msU4F0q738zBSkVKZGp8zUZhJ4Xvc2weKdLO3f8X8bSbnF3H3jltI2wcnsj0aczFicCbxzzUvhdHTDmZzkQj7qVoc-rJbCO1chrxzi4aAI7IzZYQcW5ylcfjZubBa/s320/IMG_20240302_193109.jpg" width="240" /></a></p><div style="text-align: justify;">Una vez que pasé por Trieste camino de un asentamiento de refugiados sirios en la frontera bosnia nos tocó pasar por Trieste en plena navidad. Todo estaba cerrado o lleno y por casualidad entramos en Pepi y desde entonces para mí ese lugar es la ciudad entera. Cuando estoy allí iría cada día y casi lo hago. Es un antro antiguo y diminuto de comida, forrado de madera amarillenta que parece sacado de cualquier pueblo de la provincia austriaca o húngara. Solo sirven carne hervida o pasada por el horno. Deliciosa carne de cerdo hervida. Hay panceta, lomo, lengua, jamón, salchichas,… todo cortado en lonchas y guardado en bandejas humeantes de vapor. Nada más. Y de guarnición mostaza y chucrut… y ralladura de rábano picante. Constantemente salen bandejas de esa mezcla olorosa. El sitio es estrecho y aunque ya no lo llevan los descendientes del famoso Pepi Klainsic, que en el siglo diecinueve decidió establecerse en la ciudad, ni de su sucesor Pepi Tomasic, muerto en un bonbardeo nazi sobre el local, el ambiente no ha cambiado. Entra una señora envuelta en pieles a la que todos saludan y al verla sentada parece que uno está en una escena de la Grande belleza, con toda la decadencia antigua de la ciudad a cuestas.</div><p></p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJXSplO0_STNduLH34pxwwjqpwk4P3nS8AYs8PWF7XOz_bWXOCE4Xb19sYSzUfnFt8_oJ1oRu393tW-D3cvKU871eDe7ZhlVCzIoAKF8FJx005WIfTelKcslfSVqiRLMZ8gKnGZtJ0IlzR9TIZdvJFMVf3zq_vafH6ExCLSd31J12ELO_hMyJn2iDgPQ8s/s3264/IMG20240226151500.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJXSplO0_STNduLH34pxwwjqpwk4P3nS8AYs8PWF7XOz_bWXOCE4Xb19sYSzUfnFt8_oJ1oRu393tW-D3cvKU871eDe7ZhlVCzIoAKF8FJx005WIfTelKcslfSVqiRLMZ8gKnGZtJ0IlzR9TIZdvJFMVf3zq_vafH6ExCLSd31J12ELO_hMyJn2iDgPQ8s/s320/IMG20240226151500.jpg" width="240" /></a></p><div style="text-align: justify;">Hasta 1954 Trieste no se incorporó a Italia, después de unos años de control internacional tras la guerra mundial en los que aún no se tenía claro a qué país había de anexionarse. Todavía hoy hay quien duda de que pasara. Hace unos años, haciendo una encuesta, descubrieron que más del sesenta por ciento de los italianos no sabían que Trieste perteneciera a Italia. Cuando en 2004 la corona de Miss Trieste recayó sobre una muchacha de la minoría eslovena, natural de las afueras de la ciudad, hubo quien acudió raudo al reglamento para negarle el derecho a representar al territorio en el certamen de Miss Italia. Quizás sea cierto lo que dice Paolo Rumiz de que Italia acaba en Mestre y a partir de ahí las vías del tren entran en los Balcanes… no deja de ser una boutade, viendo el amor de los triestinos por el café ceremonioso, su afición al prosecco que se elabora en las alturas de la ciudad y su misma forma de vestir. En verdad no sé qué es Italia, ni qué es Centroeuropa y a duras penas entiendo qué son los Balcanes. Trieste es, sin duda, la esquina donde todo eso se une. </div><p></p><p><br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Via Bartolomeo Gianelli, 30, 34149 Trieste TS, Italia45.6345606 13.793631945.250631405398089 13.24431549375 46.018489794601912 14.34294830625tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-14193955585159546352023-08-28T13:48:00.001+05:002023-09-07T22:28:04.701+05:00DE NUEVO EN TBILISI<div class="separator"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrlzHbKXd27iwvLHqerFTtmMN1sJ5xid5p8PdtOJf6pGTy5Pdwk7M66Sv3ZRfEDV8B1slYoAZKjwl4i3NeDSiHDFWI1mRzMdF-iWz_FKOK6N-t7GRlp8IKUK4tWBwkBnI0HD1bkUnZlitRI8qxB_fPSQ5f_WQJwt2MfYb-F_O1j80FG1ZP4oLdhI5RZDPj/s2132/IMG_20230825_215829.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2132" data-original-width="1599" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrlzHbKXd27iwvLHqerFTtmMN1sJ5xid5p8PdtOJf6pGTy5Pdwk7M66Sv3ZRfEDV8B1slYoAZKjwl4i3NeDSiHDFWI1mRzMdF-iWz_FKOK6N-t7GRlp8IKUK4tWBwkBnI0HD1bkUnZlitRI8qxB_fPSQ5f_WQJwt2MfYb-F_O1j80FG1ZP4oLdhI5RZDPj/s320/IMG_20230825_215829.jpg" width="240" /></a></div>Han pasado ya dos décadas desde mi primera estancia en Tbilisi. Entonces fueron solo un par de semanas durante un verano que pasé sobre todo trabajando en Marneuli, al sur del país. La sociedad ha cambiado. En aquellos tiempos aun secuestraban a los extranjeros, habías controles de milicias en las carreteras y mis anfitriones llevaban todos pistola escondida bajo la camisa. En las comidas nadie bebía sin permiso del Tamadán. La ciudad es otra también y en ella los cambios, progresivos, son más evidentes.
Tbilisi nunca hace ya un siglo que no tiene ningún exotismo. Siempre ha sido orgullosamente ciudadana y el caúcaso llega a la ciudad filtrado por los ojos de la cultura local, que a menudo se recrea en el pasado y las tradiciones agrarias y regionales más con ojos de observador que de protagonista. Sin embargo fue una ciudad profundamente soviética y eso ya ha sido casi completamente borrado del paisaje urbano.<div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNwNQZ6uy_37BXgkEZnoprwaXm79WnXKOtnMhAkhzTRniQcb3Lt_5Ia4AgAuonb-c291QAXvhAG1awtk5GWyi1Hi9mImmM7ccWKAcElV-Reiw0U2njzRODLMBKBQqlFAvECjuQonaRIlCwWpVd60qEK5a_2UiiXFxTHUkrYKppa1eXW0DOLqjgQDB98No/s3811/IMG_20230825_153343.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3811" data-original-width="2858" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNwNQZ6uy_37BXgkEZnoprwaXm79WnXKOtnMhAkhzTRniQcb3Lt_5Ia4AgAuonb-c291QAXvhAG1awtk5GWyi1Hi9mImmM7ccWKAcElV-Reiw0U2njzRODLMBKBQqlFAvECjuQonaRIlCwWpVd60qEK5a_2UiiXFxTHUkrYKppa1eXW0DOLqjgQDB98No/s320/IMG_20230825_153343.jpg" width="240" /></a>No quedan ni kioscos, ni Ladas, ni refrescos caseros callejeros,… Todo ello, ya sustituido por unos estándares mucho más cercanos a los países europeos y más aburridos. La ciudad solo se mezcla en los extremos con su país. Los mercados de Samgori o las estaciones de Didube están llenos de gente del campo y en ellos la vida parece aún partida en el caos de hace unas décadas.
Año tras año, esta ciudad cambia más rápido que la mayoría de lugares que uno conoce. Afortunadamente se ha resistido a las brutales construcciones horribles y enormes que le han robado todo el encanto a tantos otros países excomunistas y el orgullo georgiano se ha enfocado en reformar lo antiguo, a la europea. Pero la europeización y el turismo hacen su papel.</div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicfmNoFZh87xGppYHD-IAu1GUMUyX_BBNgJPRTTdOVea_Abhqacsth6gJgg5qTTgEKGdzJWfN6A0-jrUjYSvEPhy4Xk0Gbdm9Jxl-hvY-iDwvTdQStE0hanOXt8_JWbqtewtXEBH_FLNOofW2oAB3eHACwo66ZtRhpycqLQdhqCw-uoZqyHRoRQh0wcV66/s3114/IMG_20230824_202445.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3114" data-original-width="2335" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicfmNoFZh87xGppYHD-IAu1GUMUyX_BBNgJPRTTdOVea_Abhqacsth6gJgg5qTTgEKGdzJWfN6A0-jrUjYSvEPhy4Xk0Gbdm9Jxl-hvY-iDwvTdQStE0hanOXt8_JWbqtewtXEBH_FLNOofW2oAB3eHACwo66ZtRhpycqLQdhqCw-uoZqyHRoRQh0wcV66/s320/IMG_20230824_202445.jpg" width="240" /></a>La ciudad antigua, Kala, que hace mucho que era una maraña sucia de casas destartaladas y callejones estrechos y rotos se ha vuelto un lugar reconstruido lleno de nuevas atracciones. Está a medio camino entre el parque temático (un decorado vacío) y la ciudad de vacaciones chic. Rustavi sigue siendo la gran avenida de la ciudad y es donde están las tiendas caras pero cada vez se pasea menos por ahí (aunque en su extremo, en Vera, convertido en barrio vibrante y hipster) y parece que Marianjanshvili le está robando cierto protagonismo. Allí, la avenida de Davit Aghmashenebeli -totalmente renovada- y la presencia de jóvenes alternativos y hombres de negocios a la europea le hace a uno pensar que está paseando por cualquier ciudad centroeuropea. En las callejuelas traseras, como siempre, sobrevive aun la esencia del país, en un diálogo extraño. La ciudad aún tiene encanto, sus habitantes no han huido (salvo de la ciudad antigua que ya es solo una cáscara vacía para goce de los visitantes de fuera) pero una cierta gentrificación avanza, despacio aún. Los arquitectos que han recuperado la Fabrik lo saben y son conscientes de contribuir, pero es imposible frenar el avance de los tiempos.
La gente no ha cambiado, sobre todo en un lugar tan urbano y tan diferente del campo georgiano.</div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3zmSyIWBfLxkpp63EYL6_4NFrEk2YR2qU_P9e0m71GEjXSkEjTSTMYYnPYS3SrCghDsH-H_QiFAlD7-l4J9iXlH16tM7HDfEplAmq1UYjmKxdemLynm9f58H3lHRdLhfRfsBb7Xqakxy3c9o1_VkjAeYJPsbbVRtb7ZdJvvmHd3X8awQq8UKHuAgFPXaG/s3118/IMG_20230825_224333.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3118" data-original-width="2339" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3zmSyIWBfLxkpp63EYL6_4NFrEk2YR2qU_P9e0m71GEjXSkEjTSTMYYnPYS3SrCghDsH-H_QiFAlD7-l4J9iXlH16tM7HDfEplAmq1UYjmKxdemLynm9f58H3lHRdLhfRfsBb7Xqakxy3c9o1_VkjAeYJPsbbVRtb7ZdJvvmHd3X8awQq8UKHuAgFPXaG/s320/IMG_20230825_224333.jpg" width="240" /></a></div>Las tiflisianas siguen siendo mujeres muy guapas. Los hombres, recios. Unos y otras tienen un orgullo y una seguridad que los hace caminar por la vida con la cabeza alta. La gente georgiana puede volverse fácilmente sofisticada si se da la ocasión. Es un pueblo sociable pero ambicioso, capaz de estar siempre a salvo. Hay una sensualidad en la gente más abierta de Tbilisi que no se da en otros lugares del Cáucaso. La conciencia nacional parece anclada en los primeros años del siglo veinte, como la arquitectura popular. En la Capital, especialmente, se recuerdan con nostalgia los años del cambio de siglo cuando aún quedaba un eco de las últimas caravanas y en las tabernas donde se despachaba más vino que en ningún otro lugar del mundo, se debatía entre otomanos y rusos; entre burgueses y bolcheviques. En ese momento, entre imperios, nació el sentimiento nacional con ingredientes de unos y otros. El tiempo de Ali y Nino. Y de ahí no se han movido. <div>Georgia, como tantos lugares, fijó una imagen de la cultura propia y se ha quedado parada en ella.
Pirosmani fue un pobre alcohólico que, en su paranoia, desconfiaba de todos, pintaba a cambio de vino o habitación y andaba con aires de mendigo por las tabernas más canallas de su época. Los baños, por su parte, son casi más antiguos que la ciudad, que se construyó aquí precisamente por las fuentes medicinales de aguas sulfurosas. Los cronistas locales del siglo XIX hablan de mujeres que se contaban los cotilleos de la ciudad en los baños y de pandillas festivas que se emborrachaban en ellos. De los baños populares soviéticos y su decadencia antes del boom turístico, no se habla.
Los artistas locales siguen pintando como Pirosmani y sus dibujos de la sociedad de Tbilisi de hace más de un siglo se siguen mirando como la quintaesencia del país. La foto de Vazhda con su papaji (el típico sombrero caucásico, en su caso en la versión más rasta) es omnipresente como evocación del carácter georgiano. Eso y los balcones de madera, que ahora se pintan de colores vistosos. </div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgso2gMxd4vPNQ-XHXf5HWwTtG08mkDwQkpaZW5wIjBNBhVFQgaPhNV2C_Uz2GzleKRxNU2ZvBJDDv4m1HBxgB379eDMpzodiS4gmHlpfmYpFYJuolIuHVRWTLGln2bJgzHSGJ4_FgrY8JNRQ4alMtAR5eiBD4a-rrXM9y5RBjiy6i-SL0OD8WmA7FKDrO7/s3648/IMG_20230825_224721.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3648" data-original-width="2736" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgso2gMxd4vPNQ-XHXf5HWwTtG08mkDwQkpaZW5wIjBNBhVFQgaPhNV2C_Uz2GzleKRxNU2ZvBJDDv4m1HBxgB379eDMpzodiS4gmHlpfmYpFYJuolIuHVRWTLGln2bJgzHSGJ4_FgrY8JNRQ4alMtAR5eiBD4a-rrXM9y5RBjiy6i-SL0OD8WmA7FKDrO7/s320/IMG_20230825_224721.jpg" width="240" /></a></div>El turismo ha ayudado a fijar definitivamente esos símbolos e imágenes como la representación del país de un modo accesible y simplón. Igual que lo fueron los cuernos para beber y las espadas. Como iconos vacíos de más relevancia. Ciertamente, eso relega la cultura nacional a algo del pasado, parado en el tiempo y sin proyección hacia el futuro. Aporta las dosis justas de exotismo para las masas de turistas que pasean entre restaurantes falsos por la única calle rehabilitada de la ciudad vieja, se detienen a fotografiar el reloj instalado en la torre inclinada hace unos pocos años, suben al funicular y solo eventualmente (los más atrevidos e independientes) se llegan a un baño de sulfuro a precios disparatados.</div><div>Mientras, en el metro de Tbilisi las parejas aún juegan a bajar las escaleras interminables dándose la cara, con las narices juntas, aprovechando ese minuto de amor. Solo que ahora, al menos en las dos o tres paradas del centro también hay parejas de chicos y de chicas. Nos queda eso y las manadas de enormes perros callejeros, todavía.<br /><br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div></div>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com05 Maksim Gorki II Dead End, T'bilisi, Georgia41.7047373 44.806774141.293868367181815 44.25745769375 42.11560623281818 45.35609050625tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-28385143920618453262023-08-28T13:45:00.004+05:002023-09-07T22:30:15.405+05:00Armenia desde Goris<div class="separator"><br /></div><div class="separator"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOItWcCWRUcrnG2k3Z-f1OYvvWGngct0oKy0S-owHMdQdo1rpUAq9M1OL1LB_yLutZBWCl9sQsDMuVePtdTdSDLk0CJFXmGGJ0toZyBP1Z4xVOzB31MZ_TtGjCPhTdAhLKKkC3QMQw7jQt16p4FHLMh71DH378w9erIQ9kGcuHpljkE_JVFkSb2Hc5Du83/s2645/IMG_20230815_204909.jpg" style="clear: left; display: inline; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="2645" data-original-width="1983" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOItWcCWRUcrnG2k3Z-f1OYvvWGngct0oKy0S-owHMdQdo1rpUAq9M1OL1LB_yLutZBWCl9sQsDMuVePtdTdSDLk0CJFXmGGJ0toZyBP1Z4xVOzB31MZ_TtGjCPhTdAhLKKkC3QMQw7jQt16p4FHLMh71DH378w9erIQ9kGcuHpljkE_JVFkSb2Hc5Du83/s320/IMG_20230815_204909.jpg" /></a></div>Los días en Goris pasan luminosos entre una extraña mezcla de melancolía de las vacaciones soviéticas entre dachas y jardines y aires de guerra y tragedia.
Armenia es suave, tranquila y acogedora. Mantiene algo de los viejos tiempos y mucho de la época soviética. Fuera de Ereván los Lada siguen siendo casi el único medio privado de transporte. Los mercados populares, bulliciosos, guardan aún algo del orden y la organización soviéticas, tan diferentes del caos de los mercados sucios de oriente y el Cáucaso norte.
El país es un franja de terreno metida casi a la fuerza en las montañas del pasillo del Cáucaso que conecta Europa y Asia. Lejos del mar, los armenios viven constantemente rodeados de fronteras. Su territorio es un largo pasillo franqueado por sus dos grandes enemigos históricos, y sólo en los extremos les queda un escape hacia Georgia o, de manera mucho más complicada, hacia Irán. Es difícil estar en Armenia sin estar nunca a más de unas decenas de kilómetros de Turquía o Azerbaiyán. <div>El carácter nacional Armenio se forjó en un genocidio y allí se quedó. El lamento por las matanzas y los pogroms, actualizado con los sucesos de los años noventa -a pesar de que ganaran la guerra del Nagorno-Karabakh y se quedaran con él-, es la argamasa que une e identifica al país. Vivir instalado en la tragedia permanente no crea grandes expectativas de futuro.<div class="separator"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_-mipSMOYqtPeIZeOiG1yR26-6qP6x6KyiFJ0EOLXd0vYcp8sEZWc9qMZYducMgw0num5483wqSdP6RM4qL5SNsh8tid60S8FcG11td4eE24aidHzHVyX0T4XKrpeB9oB7n32HNr2oIrB1CPfwEbdAEmRRztzD0cIjqcGkkMbOgfRQ6ZAgiD66exO-3H1/s4096/IMG_20230818_232950.jpg" style="clear: right; display: inline; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_-mipSMOYqtPeIZeOiG1yR26-6qP6x6KyiFJ0EOLXd0vYcp8sEZWc9qMZYducMgw0num5483wqSdP6RM4qL5SNsh8tid60S8FcG11td4eE24aidHzHVyX0T4XKrpeB9oB7n32HNr2oIrB1CPfwEbdAEmRRztzD0cIjqcGkkMbOgfRQ6ZAgiD66exO-3H1/s320/IMG_20230818_232950.jpg" /></a></div></div><div>El país está extraordinariamente conectado con la diáspora. Comunidades armenias de Beirut, Isfahan, Paris o Nueva York tienen presencia constante en la sociedad y acentúan el sentimiento de destino trágico de los armenios, demasiado refugiados en su religión como uno de los grandes símbolos patrios. otro es el rey XX que hace dos mil años durante unos pocos lustros mantuvo un imperio de vasallaje que llegaba hasta el Líbano. Es lo más grandioso de su pasado, pero lo que define al país es el sufrimiento, el dolor del genocidio y las persecuciones: un sentimiento de injusticia que llena de tristeza la esencia de la nación.</div><div>Aún así, el interior del país sigue siendo Caúcaso y todo recuerda a esta tierra de puente entre el final de Europa y Persia y asía Central. hasta el paisaje. La gente vive en un puñado de largos y fértiles valles encajonados entre montañas mayoritariamente secas y duras salpicadas de islas verdes, como oasis, donde se acumulan las casas y las aldeas. Los valles inmensos son planicies fértiles donde crece el cereal y el pasto y hasta laderas arboladas.Al mismo tiempo, Armenia también son cañones, barrancos y desfiladeros afilados. Lugares dramáticos que parecen hechos para que una caravana sinuosa los atraviese. El sur, hasta Goris, es así. Verdor y desierto, poco que ver con la frescura de las montañas en torno a Vanadzor, donde todo es verde, frondoso e intrincado.
Cerca de Goris, la carretera que une Armenia con Irán se vuelve, al llegar a Tatev, una pista montañosa llena de curvas cerradas bordeando barrancos y desfiladeros. Tan difícil que para evitar los primeros kilómetros se construyó el funicular más largo del mundo, que permite a los visitantes ir al monasterio de Tatev en once minutos, en vez de la hora y media que se tarda por la carretera infernal que baja hasta el puente del diablo. Los camioneros, evidentemente, no tienen otra opción. Algunos días la fila de volquetes iraníes y conteiners de nacionalidad imprecisa parece un cienpies que se retuerce por toda la carretera. Es una vía de comunicación difícil, pero en el Cáucaso nada ha sido nunca fácil en cuestión de viajes. En sus curvas radicales se dejan más de seis horas entre desfiladeros y precipicios. Este comercio a través de uno de los pocos pasos fronterizos terrestres abiertos que tiene la República Islámica es un comercio constante que no se interrumpe ni siquiera durante la noche. <div class="separator"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXNUkih_kQRs8nWzM_LD1gx0Yu1KFUwX4eQFdT4uL3fdWNaiq2OiNUHOAb6scFP8CmftAQYtDfurS-_1QR3lK6xqv1h0mzlvMvqxiu6uEnStScD36jkuHJQyLJpTzMOf9ALvGljuz8F4Jki2pjlXkkfEhaa3Gdpgc6-Gxyp9y4RD3fNPG2CzRrPEWn78RQ/s3771/IMG_20230819_200331.jpg" style="clear: left; display: block; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="2828" data-original-width="3771" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXNUkih_kQRs8nWzM_LD1gx0Yu1KFUwX4eQFdT4uL3fdWNaiq2OiNUHOAb6scFP8CmftAQYtDfurS-_1QR3lK6xqv1h0mzlvMvqxiu6uEnStScD36jkuHJQyLJpTzMOf9ALvGljuz8F4Jki2pjlXkkfEhaa3Gdpgc6-Gxyp9y4RD3fNPG2CzRrPEWn78RQ/s320/IMG_20230819_200331.jpg" width="320" /></a></div></div><div>En Goris, por su parte, se nota mucho la presión de los desplazados del Nagorno Karabaj. Hay organizaciones montando actividades para niños, los coches del comité internacional de la cruz roja recorren la ciudad y muchas familias no tienen nada que hacer en todo el día. Los soldados rusos de la fuerza de paz pasean armados por las tiendas y no cesan los helicópteros militares sobrevolando las montañas de alrededor. pese a las quejas contra la fuerza de paz, incapaz de proteger el flujo de alimentos al Karabah, los armenios de esta zona están aún mucho más conectados con Rusia que en Yerevan. En las tiendas la mayor parte de los productos vienen de allí y el ruso se sigue usando como lingua franca. Hay ambiente de frontera.
En mi hostal de Goris (en verdad seis habitaciones al final del huerto/jardín de una casa de pueblo) hay tres franceses dos chicas delgadas de pelo largo y un muchacho de ojos verdes y pelo rojizo que es el guapo novio de una de ellas. Viajan en un viejísimo y destartalado Lada georgiano y tienen pinta de escritores o periodistas. No son muy habladores ni sociables, pero pasan horas dándole de comer a la camada de gatitos de la casa y a algunos que vienen del vecindario. Él habla ruso bien y es un misterio a qué dedican el día y porqué desaparecen a veces una noche. <div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xkB2Qts1t1tXOfDzEwJMHfnPh6FO8IAE8YsS_rsNUINuJgNXQ0xf-OiEHIbZegM-nea20lhZM3Z8T9UAkERqeU-5nsO368rVAodD0iw5DQdSHRF6xKrwo8TDzzHASpgAtZ9fbrGFnqHwfiUEIMNK_PZa77IBOn3ldO-K69xpP9wwMD4HKCPMy1sn7_sZ/s3826/IMG_20230818_232344.jpg" style="clear: right; display: inline; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="3826" data-original-width="2869" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xkB2Qts1t1tXOfDzEwJMHfnPh6FO8IAE8YsS_rsNUINuJgNXQ0xf-OiEHIbZegM-nea20lhZM3Z8T9UAkERqeU-5nsO368rVAodD0iw5DQdSHRF6xKrwo8TDzzHASpgAtZ9fbrGFnqHwfiUEIMNK_PZa77IBOn3ldO-K69xpP9wwMD4HKCPMy1sn7_sZ/s320/IMG_20230818_232344.jpg" /></a>Goris es una ciudad acogedora. Al menos, el centro. Porque Goris son básicamente cuatro calles larguísimas trazadas con tiralíneas en un valle, justo en paralelo al río. Son varios kilómetros de calle cada una, cortados a intervalos regulares por otras trasversales para formar una cuadrícula. Mi hostal está en el extremo de dentro, justo donde las últimas manzanas acogen al ayuntamiento, el centro cultural y un par de plazas rectangulares y amplias. Todas las casas de Goris son iguales por fuera. Hechas de piedra y salpicadas a veces por balcones salientes de madera. El conjunto queda bien y es fotogénico.
De Goris sale la carretera que a pocos kilómetros se convierte en el corredor de Lachin, que es la carretera que conecta Armenia con el Nagorno Karabaj. Esa región fue asignada ya en el comunismo a Azerbaiyán, aunque está poblada mayoritariamente por armenios. Armenios y azeríes no solo son de religión diferente (cristianos ortodoxos los unos, musulmanes los otros) sino que hablan idiomas distintos (armenio frente a turco) y se consideran de razas distintas. Y no encuentran la manera de convivir. Con la independencia de los dos países tras la caída de la URSS, a principios de los noventa, estalló una guerra brutal. Cientos de miles de muertos por ver quién controlaba este territorio. La ganó Armenia, que se quedó con el control no solo del Nagorno Karabaj sino de gran parte del territorio de Azerbaiyán en torno a esa zona. Impusieron así un corredor que conectaba Goris con la ciudad de Lachin, ya dentro del enclave.
Hace tres años hubo una nueva guerra en la que los azeríes se tomaron la revancha. Reconquistaron terreno y el control sobre esa franja de su país que se usaba de corredor y que es por donde le entra toda la comida y los suministros al Karabaj. Aún así, se siguió usando hasta el año pasado. Hace unos meses un grupo de supuestos ecologistas, con pinta de ser agentes del Gobierno de Azerbaiyán, lo cortaron alegando que los armenios contaminaban mucho con unas minas ilegales. Luego fue ya el ejército el que formalizó el bloqueo con el argumento de que con la comida entraban armas. </div><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuc7eSFg5UldbnNCHwH8k1uXPiPn6-roDNPYzNNXWyZUPDngXefCTPdF6Cm99UtzblKOyCmhbrGHqe4HF05RGygbVNXnjlYhaVGFekdFEkB4aojeMHdXsq6alg1jAHaK7Bzvca1hf8n3-6hGd9Tt7_vRIAYqrsB7Y9Z8_WW0-8MZ8Fifmof-IObWu4YuVw/s3158/IMG_20230818_233638.jpg" style="clear: left; display: inline; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="3158" data-original-width="2368" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuc7eSFg5UldbnNCHwH8k1uXPiPn6-roDNPYzNNXWyZUPDngXefCTPdF6Cm99UtzblKOyCmhbrGHqe4HF05RGygbVNXnjlYhaVGFekdFEkB4aojeMHdXsq6alg1jAHaK7Bzvca1hf8n3-6hGd9Tt7_vRIAYqrsB7Y9Z8_WW0-8MZ8Fifmof-IObWu4YuVw/s320/IMG_20230818_233638.jpg" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi73Xg5Le8qpxSD_R0b_lTCQGMgWE_bZRcK9TzORQGSgWxsWlQjaexIgtu9u-n8-rEnt2cnvrmeBnb9VEtlQWCqKB8gm82dP9vWz-0PmEdiTc9Yl-qBRArzQGKZiK1mkwOAKRHKGCsLdknNzIi8jHc6ewWBrkkCxcAPwOvHuRCWcovY-ulXMqntG1SS83W8/s4096/IMG_20230819_163858.jpg" style="clear: right; display: inline; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="4096" data-original-width="3072" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi73Xg5Le8qpxSD_R0b_lTCQGMgWE_bZRcK9TzORQGSgWxsWlQjaexIgtu9u-n8-rEnt2cnvrmeBnb9VEtlQWCqKB8gm82dP9vWz-0PmEdiTc9Yl-qBRArzQGKZiK1mkwOAKRHKGCsLdknNzIi8jHc6ewWBrkkCxcAPwOvHuRCWcovY-ulXMqntG1SS83W8/s320/IMG_20230819_163858.jpg" /></a>Y ahora la gente vive allí como en un campo de concentración... A poquísimos kilómetros de aquí.
Conocí a Arman al recogerlo cuando hacía autostop en una gasolinera en Tegh, el último pueblo armenio en la carretera hacia Karabah. Lo llevé a Gori y a cambio me invitó a su casa a comer y a probar el vodka que hace. Vive en Kodiznor, una aldea a cien metros de la frontera con Azerbaiyán. Vive en casa de sus padres, una granja dentro del pueblo, como todas, de madera y con huerto, establo y alambique incluidos. La parte baja sigue siendo granero y cuadra y allí se sienta en el suelo, en cuclillas, su madre, sin quitarse nunca el pañuelo, a desgranar alubias o preparar verdura para secarse. Arman tiene cinco hijos, pero dos han conseguido emigrar a Erevan y allí estudian. Los tres más pequeños viven aquí, peleándose por el único teléfono móvil de la familia. aquí las mujeres solo hablan con mujeres y yo apenas puedo relacionarme con el propio Arman o su padre, Sejo. Un señor de 86 años que aún me cuenta con emoción sus tres años de mili en el ejército rojo, de la Unión Soviética. Habla un ruso fluido y se acuerda de los detalles del viaje en tren hasta su cuartel Ucrania, el gran viaje de su vida. Es un señor divertido que insiste en que se puede aparcar el coche en su granero y en ofrecerme que me quede a dormir en la casa. Es divertido pero capaz de parar de beber al tercer vaso de vodka, porque sabe lo que pasa. Arman no se contiene tanto y le empieza a brillar los ojos a base de brindar con su propio licor. Su madre le riñe con picardía y escandaliza a las nietas. La comida es modesta, sin carne. maíz en mazorca, tomates, pepinos y patatas presentadas en varias formas. Y queso. El pan es lavash que hace su mujer por la mañana. En Kodiznor no preocupa el Nagorno-Karabakh. Saben que viven en primera línea y que cuando estalle de nuevo la guerra tienen muchas oportunidades de que les pille, pero les agobia más su futuro. Si en la provincia autónoma se pasa hambre, en casa de Arman también. Aquí no hay más trabajo que el de los propios cultivos y cuidar a los animales. Con las dificultades del mercado cada vez están más cerca de vivir exclusivamente del autoconsumo.<div class="separator"><br /></div></div></div></div>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0C8RQ+HP Khot, Armenia39.4414585 46.339316637.729806447256792 44.142050975 41.153110552743215 48.536582225tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-3761780190544715202022-08-12T22:20:00.008+05:002022-08-12T22:39:42.410+05:00Reinas incestuosas sobre Bodrum<div class="separator" style="clear: both; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 14.6667px; text-align: left;"><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;">Esta semana tuve que pasar por Bodrum porque es el puerto al que llegan los barcos que vienen a Turquía desde las islas del Dodecaneso griego, donde suelo veranear. Así que me reservé una mañana para visitar el lugar dónde estuvo la última de las siete maravillas de la humanidad que me quedaba por visitar (en realidad sólo son visitarles seis de los antiguos emplazamientos, porque los jardines colgante de Babilonia no se sabe en qué ciudad estaban, si es que existieron). Lo poco que queda del mausoleo de Mausolo, es decir del mausoleo original que da nombre a todos los demás, está en una suave colina sobre uno de los puertos gemelos de Bodrum, la antigua Halicarnasos. Es </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 14.6667px;"><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="960" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirIDRXL9CunbQhyCnVv-2U8imxBr4ttxeJLwf_skwPSAXdUYYwjYqYIm5lvbznn2IqnWfdztMdxFuQ6qFVEXlkEe-xVMV45JQCvec3p0EZt57mWI4eKqZyxK7nVCyZnYX9nBw1jW_ifNX0neFXFTEGMOKx4ZrUf0hYXJzsD8lqldzm2x_yQRAbzM9Z6A/s320/4BECAFB9-D486-403A-9793-F03F9F6221F4.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="240" /></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify;"></td></tr></tbody></table></span><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;"><div style="text-align: left;"><span style="font-size: 11pt;">un barrio agradable de casitas blancas encaladas, casi todas con huerta y jardín. Del imponente edificio construido en el siglo IV antes de Cristo, apenas queda nada. A mediados del diecinueve el Museo Británico mandó aquí a Charles Thomas Newton a recuperar lo que pudiera. Newton, corto de fondos y basándose en los textos clásicos compró una pequeña parcela donde le pareció que era la ubicación más probable. Desde ella, tras no encontrar vestigios relevantes, excavó túneles que se metían en el subsuelo de las vecinas hasta dar con lo que le parecieron los antiguos muros del complejo. Solo entonces negoció la adquisición de ese lugar e inició una búsqueda arqueológica que hoy calificaríamos de, al menos, poco delicadas. Encontró restos del techo impresionante el complejo, una rueda de la gigantesca cuádriga de mármol que lo coronaba y dos estatuas en las que, sin dudarlo identificó al propio Mausolo y a la reina Artemisia. Todo eso lo mandó, junto con una impresionante colección de frisos mucho más elegantes que los del Partenón, al museo, en Londres. Y allí sigue. Los enormes sillares de mármol que encontró los envió a inversas colonias británicas para construir fuertes. Eran relativamente pocos, porque la mayoría se había utilizado siglos atrás por caballeros de origen aragonés para construir el castillo de la orden de San Juan sobre lo que un día fueron las ruinas del palacio real helenístico.</span></div></span></div></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPudOk-_8bX8JMiUXkndLfK9ACyEQO4OMzsotZroThfCLZzuA-kL2F1jetohFMf4fYPe5TwhBET88kQMpj0e13x2SK7vIuuI9rLn-PX1heL5G8H92gdhRRW0LXmIhMqnZPdCAUPA48ak_7JLqfVx1zn3Z9cCbshMJW--za_ZQtczTlNvJHbnJuZepoQ/s1280/0A39DE1F-762E-41C1-9CF6-701CD81CA0C3.jpeg" style="clear: right; float: right; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"> <img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="960" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPudOk-_8bX8JMiUXkndLfK9ACyEQO4OMzsotZroThfCLZzuA-kL2F1jetohFMf4fYPe5TwhBET88kQMpj0e13x2SK7vIuuI9rLn-PX1heL5G8H92gdhRRW0LXmIhMqnZPdCAUPA48ak_7JLqfVx1zn3Z9cCbshMJW--za_ZQtczTlNvJHbnJuZepoQ/s320/0A39DE1F-762E-41C1-9CF6-701CD81CA0C3.jpeg" width="240" /></a>El mausoleo era en verdad un monumento al amor que ríete tú el Taj Mahal. Mausolo fue uno de los más brillantes sátrapas de este pequeño reino, vasallo del imperio persa. Constituía dos con la tarea de su padre extendió sus fronteras y aumentó su poder. No está muy claro si solo por costumbre o también por amor verdadero, Mausolo se casó con su hermana Artemisia. Desde luego, por parte de ella fue uno de los amores más intensos de los que se tiene constancia histórica. Sentía tanta devoción por su hermano esposo que cuando murió quedó destrozada, incluso a pesar de haber heredado la corona y convertirse ella misma en sátrapa. Ni la delicia del poder le alivió su dolor. Tras quemar ceremonialmente el cuerpo del rey fallecido guardó cuidadosamente sus cenizas y cada día desde entonces echaba una cuchara de ellas en su bebida para que su enamorado siguiera entrando en su cuerpo incluso después de muerto. Además hizo venir de Grecia a los artistas más famosos de su época para construir y decorar la fastuosa tumba que sirviera para recordarlo para siempre: un monumento inmenso plagado de columnas ciclópeas y decorado con centenares de estatuas. El mausoleo. Ella misma falleció de pena a los dos años, pero no sin antes rubricar una de las páginas más gloriosas de la historia de su reino hasta el punto de ser considerada una de las mejores mujeres gobernantes de la antigüedad. Básicamente ideó una treta que le permitió atacar por sorpresa y por la retaguardia —que es como mejor se ataca— a la flota de Rodas que asediaba su ciudad: descubrió desde su palacio que los barcos griegos concentrados en uno de. Los puertos de la ciudad no podían ver si alguien los atacaba desde el otro, mientas que ella veía ambos. Derrotó a los rodenses, les quitó sus barcos y los usó para entrar con ellos disimuladamente en la ciudad del coloso y conquistarla.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI1UkGLstVhyk1b-xs2_DHXT-6O-s2QaRFnpXqidbCORhyqN8yrR9mmc1EGi0b7zFkHlED3zzZQjWT-Bxg0mnT1io-bBxTHljk1cNNaIoSIg1RVfkIp5rOD7Ayd-UtGHfajS7HGfI7yAXKhzRXyQsa-IZpLKem0rDBPPDaExX1rLHz9eJ8YHKXL-V0jw/s1280/C75B66D2-5169-420C-AF03-FB702EE6845E.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"> <img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="960" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI1UkGLstVhyk1b-xs2_DHXT-6O-s2QaRFnpXqidbCORhyqN8yrR9mmc1EGi0b7zFkHlED3zzZQjWT-Bxg0mnT1io-bBxTHljk1cNNaIoSIg1RVfkIp5rOD7Ayd-UtGHfajS7HGfI7yAXKhzRXyQsa-IZpLKem0rDBPPDaExX1rLHz9eJ8YHKXL-V0jw/w240-h320/C75B66D2-5169-420C-AF03-FB702EE6845E.jpeg" width="240" /></a>En la actualidad los dos puertos de Bodrum sirven para que fondeen los barcos deportivos de la burguesía adinerada de Estambul. Hay también un trozo de playa ocupado por hamacas donde se achicharran jóvenes venidos de todo el mundo para divertirse y montones de restaurantes, bares y discotecas (no siempre distinguibles unos de los otros) donde la noche y el ruido nunca acaban. Bajo uno de ellos apareció hace tres décadas el sarcófago de la reina Ada, hermana de nuestros Mausolo y Artemisia y también ella sátrapa reinante brevemente.Esta Ada, precursora de la ardorosa de Nabokov, ha pasado a los libros de historia por su alianza con Alejandro Magno, rubricada en una extraña forma: siendo amantes, ella lo adoptó formalmente. El macedonio de rizos dorados, tan liberal en sus gustos sexuales, se convirtió así en su hijo adoptivo, dando lugar a un embrollo incestuoso difícil de seguir. El esqueleto de Ada estaba intacto dentro de su enorme sarcófago de piedra justo debajo de un supermercado. Llevaba aún una preciosa corona de hojas de olivo de oro en filigrana, muy similar a las que se encontraron<span style="font-size: 11pt;"> en la impresionante tumba de Filipo, el padre —biológico— de Alejandro, en Vergina.</span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-size: 11pt;">Evidentemente no me pude resistir a la tentación de ir al museo donde se guarda y mirar los huecos vacíos de ese cráneo pensando en todo lo que habían visto en su tiempo los ojos que los ocuparon. Me pareció difícil que ninguno de los jóvenes que se torran en estas playas para salir de noche recién untados de aftersun tenga una vida la mitad de divertida de la que tuvo este esqueleto. Aunque cualquiera sabe: las noches de Bodrum también tienen lo suyo.</span><span style="text-align: left;"> </span></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Bodrum, Provincia de Muğla, Turquía37.034407 27.430548.7241731638211562 -7.7257099999999994 65.344640836178854 62.58679tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-76450273761567784322022-07-16T18:21:00.018+05:002022-07-18T13:01:48.002+05:00Trocitos de El Hierro<div class="separator"><div style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="1998" data-original-width="1598" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLB4KN1l3kY4uj-QyZjCgLr0q4FHvBPiOVArlDF7a-g36To_bygFvQRtPO5L7-yO3B9dCWQ4P-x_zVaX4U1P0mhtqyLdt9s5blsWSJwiJZp14MH_ReEwP9mCygQm3VEUWfPXPTFG5giWgzbWD3Jpxk7saOhTM9RwS1RypYkZNreCXMkj5uqyz9oZgbJg/w256-h320/IMG_20220708_113347_261.jpg" width="256" /></span></div><div class="separator" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div></div><div class="separator" style="text-align: justify;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: 11pt;"><span style="color: black;"><span style="font-size: 11pt; text-align: left;">“Nosotros nos enteramos de cada guardia civil que viene antes de que se baje del barco”. Me lo cuenta Guiomar, la dueña de un restaurante en La Caleta, mientras charlamos sobre la patrulla que lleva toda la tarde haciendo un control en la rotonda que va a la Estaca. En la isla, durante todo el año apenas hay un par de parejas de civiles, que todo el mundo conoce. Pero en verano llegan refuerzos de Tenerife y de pronto deja de ser tan fácil volver a casa por la noche enfilando las estrechas</span><span style="font-size: 11pt; text-align: left;"> carreteras de montaña con más alcohol de la cuenta. Incluso se acaba lo poder ir a más de sesenta por hora en todas ellas, que es una velocidad absurda</span></span> <span style="font-size: 11pt; text-align: left;">en la mayoría de tramos. Los herreños son una comunidad cerrada y ante las amenazas saben organizarse. Tienen grupos de WhatsApp donde van aportando información. Otro amigo me cuenta cómo se enteran</span><span style="font-size: 11pt; text-align: left;"> de qué apartamentos alquilan a través de los propios dueños. Saben en qué calle vive cada agente y muchos pares de ojos desconfiados lo siguen a él y su familia cuando en su tiempo libre va al supermercado o a la playa. En los grupos de Facebook los llaman las palomas y a menudo algún habitante local se le ofrece para solucionarle un pequeño problema: poder entrar a una piscina, reparar algo de su coche, conseguir un producto que no llega a la isla. Con cada favor intentan crear lazos que les permitan sacarle información o lo pongan en un compromiso antes de poner una multa. No siempre funciona, porque los números de la benemérita no son conscientes de lo importante que es el trueque de favores en una isla tan dura.</span></span></div><div class="separator" style="text-align: justify;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-family: arial; font-size: 11pt;">De hecho, la forma de reaccionar unidos ante la presencia de agentes es sólo un ejemplo de la solidaridad herreña. Vivir en una isla aislada y poco habitada no es fácil; ayuda mucho contar con la comunidad y un sentimiento de pertenencia que se remonta a siglos atrás. El Hierro tiene hoy prácticamente los mismos habitantes que a finales del siglo diecinueve. En esa época empezó ya la emigración masiva e ilegal a sudamérica para huir de la pobreza. Desde el pequeño muelle de Orchilla, en el paraje más remoto de la isla, justo por donde cruza el meridiano terrestre, salían hasta después de la guerra civil, los barcos ilegales cargados de emigrantes. El destino casi siempre era Venezuela. De hecho la isla tiene multitud de modismos venezolanos y hasta una inusual afición a las arepas producto de ese intercambio. Últimamente son los latinos quines llegan aquí como inmigrante, la mayoría evocando ancestros isleños. Se ocupan mayoritariamente de trabajos que los locales no quieren: dependientas, mecánicos y hasta socorristas. Pero también hay muchos propietarios de bares y restaurantes de origen venezolano y no pocas mujeres de allí se han casado con herreños.</span></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">Como Juan, que tiene un restaurante en la zona de Las Playas, cerca del parador. Es un tipo turbio y fantasioso, aunque jovial y divertido, que hasta este verano soñaba aún con montar granjas de bots para criptomonedas y hacerse rico. Su restaurante está lejos de cualquier núcleo de población, rodeado de cactus y calcosas, como en un western junto al mar, y por toda la isla se cuentan rumores de un pasado oscuro que es mejor no confirmar. En esos rincones casi despoblados y azotados con frecuencia por el viento la vida no es fácil. Menos si tienes que mantener también a un primo con alguna enfermedad que le nubla a ratos el juicio. Los mentideros herreños se ceban en la historia de un familiar que se suicidó ahorcándose justamente sobre la puerta del restaurante. El conjunto no es tan sórdido como narran, pero parece que a los lugareños les atrae tener su propio no-lugar, para cumplir con el aserto de que la isla tiene de todo.</span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 11pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNIHvZogDB8nQ-tN_O93Q_nv2RW0OWz0y5dDoG7eaCvMQ_JU4KCp5s8NFwt2QYX4asFY3VbyAg4gAKzBJBW-8F2YCg447tcp3bMmPqxcvh9TZt_VH3IoG_71oe4XbeoIEbSBM0gcAq15hoO9uES-6ikBq5iIRj--QLIsNkHhHJLy-rLScMDjoCvp_NEQ/s2091/Polish_20220708_234915239.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="2091" data-original-width="1569" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNIHvZogDB8nQ-tN_O93Q_nv2RW0OWz0y5dDoG7eaCvMQ_JU4KCp5s8NFwt2QYX4asFY3VbyAg4gAKzBJBW-8F2YCg447tcp3bMmPqxcvh9TZt_VH3IoG_71oe4XbeoIEbSBM0gcAq15hoO9uES-6ikBq5iIRj--QLIsNkHhHJLy-rLScMDjoCvp_NEQ/w240-h320/Polish_20220708_234915239.jpg" width="240" /></span></a></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">El viajero que aterriza por primera vez en El Hierro puede encontrarse un paisaje inesperado. Aunque la isla es pequeña y está rodeada de recodos y charcos de agua cristalina, tiene poco que ver con las suaves imágenes del mediterráneo. En las partes bajas de la isla el terreno es negro y rocoso. Árido y salpicado sólo por las calcosas, las sinjonas y las pitas que parecen pegadas a las rocas. Sólo después, si se tiene la oportunidad de explorar un poco el lugar, aparecen en la cumbre los bosques primigenios de laurelsilva, siempre húmedos, verdes y plagados de helechos. Los pinares, los campitos de cereales y vides y los huecos cargados de vida. El terreno árido rocoso y negro ha forjado el carácter y desarrollado la inventiva de los herreños. Desde que, se dice que en tiempo de los romanos, llegaron las primeras tribus bereberes y se instalaron aquí. El pastoreo, la agricultura y el marisquero han sido durante siglos la principal fuente de subsistencia. Todavía hoy unos pocos herreños conscientes de su cultura disfrutan manteniendo algunas de esas tradiciones. Como mi amigo Carlos, del Mocanal, que recolecta hierbas para todos los males tal y como le cuentan los viejos. También recoge la flor de sal de las piedras de las playas y en invierno deja en los grandes charcos que ahora sirven para el baño las cañas para que se ablanden y poder hacer cestos con ellas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-BQix9tcB5vbCx8tZZOFv6xtG9KKynnXIIRhruLzJZW110MEy8-_MxIzPPU39pDDZ-Kf_SWNH4rA05IwnM6csaW8RTajFsaVXw42Ch2qUBZ9zf7WV_Tdy_ejNOrztzY2tR4Hf52N03sdc0uZk6WLOz0vMItS-OEOojNg_sdHFvZadXOCHYm9RkraJEw/s4000/IMG_20220710_201232.jpg" style="clear: right; float: right; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-BQix9tcB5vbCx8tZZOFv6xtG9KKynnXIIRhruLzJZW110MEy8-_MxIzPPU39pDDZ-Kf_SWNH4rA05IwnM6csaW8RTajFsaVXw42Ch2qUBZ9zf7WV_Tdy_ejNOrztzY2tR4Hf52N03sdc0uZk6WLOz0vMItS-OEOojNg_sdHFvZadXOCHYm9RkraJEw/w320-h240/IMG_20220710_201232.jpg" width="320" /></span></a><span style="font-family: arial;">Los turistas y los herreños disfrutan ahora del baño en esos lugares, recodos naturales donde muros de piedra llevan creando piscinas desde hace siglos. En ellos antes se dejaban los sacos de altramuces y otras plantas para que salaran, y hoy compensan la falta de playas de arena o piedra de la isla. El Charco del Manso es una de esas piscinas naturales de la isla. Está en un lugar apartado al que apenas llega algún turista, muy apreciado por la gente de aquí y donde se ha instalado un kiosco del que cuentan que hace fiestas hasta bin entrada la madrugada. Está al final de una larguísima cuesta que parte de Echedo entre un paisaje despoblado donde lo único parecido a un árbol son los frutos de las pitas, erguidos en cada cresta de la montaña y con las flores de un verde casi fluorescente. Echedo ha sido durante siglos un pueblo que, alejado del mar, sólo se habitaba en verano. La gente de Valverde al llegar el estío cargaban sus pertenencias en mulas y se venía aquí. Lo mismo hacía la gente de las cumbres. La familia de Carmelo, que es conserje y viticultor, pasaba el invierno en San Andrés, donde el ganado podía disfrutar de los pastos de la meseta alta de la isla y ellos plantaban millo y cereales. Al llegar el verano bajaban a los Llanitos, cerca del mar. El agua que se filtra por las montañas florece allí en fuentes salobres ideales para lavar y abrevar a las bestias.<o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 11pt; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; font-size: 11pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS_Aj1ucxBDDlSll_xUGeDXYVp8DxJAoMLBH_1sNS3oi5d9qBJIik-6y9wK9M5QQbmqFvsMZB2u5suLzwXlvVP46jC30ZOjsiSI2SfIOxnxu5XRS6LhB7jHOAsFG18F8iH1BFcCj9oW2GsU3DHbGlnnZKhrxmml7CdL3SPHRNx9LvBBkkeNU91I-B-1Q/s4000/IMG_20220709_174100.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS_Aj1ucxBDDlSll_xUGeDXYVp8DxJAoMLBH_1sNS3oi5d9qBJIik-6y9wK9M5QQbmqFvsMZB2u5suLzwXlvVP46jC30ZOjsiSI2SfIOxnxu5XRS6LhB7jHOAsFG18F8iH1BFcCj9oW2GsU3DHbGlnnZKhrxmml7CdL3SPHRNx9LvBBkkeNU91I-B-1Q/s320/IMG_20220709_174100.jpg" width="320" /></span></a></div></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">La sociedad de El Hierro es tenaz, pero también cerrada. Aimar, el socorrista de el charco del Manso es boliviano pero llegó a la isla de muy pequeño. Su infancia la pasó como todos los críos de la isla: saltándose las clases del instituto de Valverde para bajar por caminos de tierra a bañarse en el Tamaduste. Los tatuajes que enseña no dejan duda a que es de aquí: son multitud de dibujos básicos, sin demasiada ligazón, tal y como llevan los jóvenes que se los hacen en la isla. Pese a todo eso, cuando algunos amigos me hablan de él lo primero que me dicen es que es latinoamericano. Lo mimo le sucede a Guillermo, el carpintero de Erese. Hace ya más de veinte años que llegó a El Hierro, donde tiene familia. Está absolutamente involucrado en las tradiciones más potentes del Norte, como los bailarines, los pitos y los tambores. El día de San Pedro lo vi cargando las andas del santo durante horas y cuando llega la bajada se va la noche antes a la dehesa para estar el primero cuando la virgen de los Reyes salga de su santuario y acompañarla hasta la villa. Aún así, nadie lo considera herreño y todos recuerdan constantemente que es de fuera. Aquí se acoge con bondad y alegría a todo el mundo, pero la isla sigue siendo de unos pocos y los lazos de vecindad y familiares determinan la propia vida. Sobre todo para los más jóvenes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnp-RTd3FGCuQ5vVLD1YdzvplvuC5Y8RnclXHk5yc8xTDC456Nzzra9Z_eMweAx1f07yfjiNGTqe-wPdDfyNj9HlJVtoRJ-iu2hW5uoPnu23UD6UpgKLalHxxhyFDE-QNKNuWHCuXCgOLuvcDQ5ubl8ccM-ih1QUJ6MSSH342fIm3EStnMuN58JqOnLA/s4000/IMG_20220702_191458.jpg" style="clear: right; float: right; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnp-RTd3FGCuQ5vVLD1YdzvplvuC5Y8RnclXHk5yc8xTDC456Nzzra9Z_eMweAx1f07yfjiNGTqe-wPdDfyNj9HlJVtoRJ-iu2hW5uoPnu23UD6UpgKLalHxxhyFDE-QNKNuWHCuXCgOLuvcDQ5ubl8ccM-ih1QUJ6MSSH342fIm3EStnMuN58JqOnLA/s320/IMG_20220702_191458.jpg" width="240" /></span></a><span style="font-family: arial;">No tanto para Jose, que a sus noventa años se ha pasado toda la vida en el campo. Recuerda perfectamente los tiempos en los que uno sólo podía moverse por caminos y el único modo de vida era la pequeña agricultura. </span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">Cultivaba habas, maíz, uvas y papas. Muchas papas. Luego vendía leche, queso, vino y si terciaba, algunos animales. En la isla ha sido siempre habitual que cada familia haga su propio vino y la mayoría de las casas antiguas conservan aún dos o tres grandes toneles en las cuadras donde envejecía y se guardaba el néctar fermentado. Las ladera del valle del Golfo y los barrancos de El Pinar están plagados de vides sembradas hace décadas en pequeños terrenos delimitados por muros de piedra. Las viñas tradicionales se plantan a ras de suelo y de manera desordenada, así cubren toda la superficie, rastreras, tan pegadas a la tierra que siguen todas sus ondulaciones. Son plantas que resistieron la filoxera y, a menudo, a años de abandono. El suelo de esos diminutos viñedos familiares está sembrado de piedras vivas y muertas. Las dos son volcánicas. Las vivas son las piedras porosas, rojizas y que casi no pesan. Son las que retienen el agua de la lluvia y la bruma de los alisios y la van soltando poco a poco después. Las piedras muertas son negras y duras, pesan y mantienen el calor. En las viñas unas sirven para que la vid de secano coja algo de humedad, las otras proporcionan el calor necesario para que madure la uva.<o:p></o:p></span></p><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="2360" data-original-width="1770" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQozh0SBET8BpIro_B9O1m-SPK6KhCHw_tM3KdiCSZ_VViU3GRO8UE68bLg6-kAkHClSaP7f_UG8vLvq4wxdMP2n_Z3I5VccqegM_MSnFxcpgHi0dp-Od182HskP7jdBEMZ5koZHjZt24lmZE4LQ_2oNLTtN0a5wsO39nEVes4PMw-P8OG2enAXXbHpg/s320/IMG_20220701_175925.jpg" style="color: #0000ee; font-size: 14.6667px; text-align: center;" width="240" /><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; text-align: justify;">En el diecinueve El Hierro fue un gran productor de vino y aguardiente de caña. Se exportaba sobre todo a Marsella en goletas que fondeaban en el golfo y cargaban mediante lanchas desde el muelle de las puntas. Allí dejaban cajones de tejas marsellesas con las que pagar el alcohol. Ese trueque facilitó que toda la isla cambiara los tradicionales techos de cañizo por otros más sólidos. Esa teja plana y cuadrada era la única que se usaba en las casas herreñas. Hasta que llegaron los alemanes.</span></span><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">Las sólidas casas de piedra volcánica y los techos rojizos dan ahora una falsa idea de prosperidad de una isla que ha sido siempre árida y pobre, casi miserable. Sila tiene ochenta y seis años y una memoria de elefante que refuerza con su afición a coleccionar cacharros antiguos, recortes de prensa y sus diarios de infancia. Nada raro en una isl en la que todavía se mantiene e recuerdo del barco que se hundió en 1918 camino de cuba. Iba cagado de inmigrantes yaquí hablan aún de los muertos de cada familia como s hubiera sucedido el año pasado. Una tarde ventosa en su casa sobre el Mocanal, Sila me contó la anécdota de su padre que es típicamente herreña. En una de las grandes sequías que sufría la isla se secaron todos los pozos y decidió subir con una mula al único sitio donde quedaba algo: el Garoé. El árbol santo garoé es la esencia de la mitología herreña: situado en una ladera detrás de la Llanía es el sitio donde a diario rompe el mar de nubes que permanentemente se mueve sobre El Hierro. Son unas nubes majestuosas arrastradas por los alisios y otros vientos que provocan lo que se llama la lluvia horizontal cuando la bruma se estrella contra las plantes y las paredes de piedra. Alrededor de las raíces de este tilo y otros árboles abundan las pozas donde se acumulan a diario esas preciosas gotas de agua. Hasta aquí tuvo que subir el buen hombre, por el único camino existente. El risco de Jinama: un sendero peligroso llenos de pozos y piedras, escenario de historias de amores clandestinos, bandoleros y niños perdidos. Llegó al Garoé con tanta angustia por coger el agua antes que nadie que llenó de prisa dos cántaros enormes y los cargó en la mula. Hacía frío y el camino de vuelta fue un infierno. Al llegar a casa su. Mujer descubrió que le habían salido cinco golondrinos en la axila. Sila guarda celosa la receta de la cura de esos bultos malignos. Sólo me cuenta que usó vejigas moradas. Al parecer, mano de santo.</span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 11pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdYviXsFnlPfAh7VMmuwHyXPrxzD0j7tDJV1pSDz8OsdEfFanavkTIOpFwVvsf7JgtwsM8N-_z7r-ChS984F6vjz9I0446ZyLodIJgfl6_SbomoRbADGPFw9M0RpncN0QVJmY4UQwy0JcVGbJsfVK01Pds2c3j6K1yc3wDD8ZqsSHAL284l_I7fd_oMA/s4000/IMG_20220705_144752.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdYviXsFnlPfAh7VMmuwHyXPrxzD0j7tDJV1pSDz8OsdEfFanavkTIOpFwVvsf7JgtwsM8N-_z7r-ChS984F6vjz9I0446ZyLodIJgfl6_SbomoRbADGPFw9M0RpncN0QVJmY4UQwy0JcVGbJsfVK01Pds2c3j6K1yc3wDD8ZqsSHAL284l_I7fd_oMA/s320/IMG_20220705_144752.jpg" width="240" /></span></a></div><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">Entre piedras volcánicas y suculentas, las historias y los rumores vuelan por la isla. Antes se contaban en los mentideros o a voces en una especie de aquelarres que montaban cada vez que moría un mulo dando voces por los riscos con las intimidades de cada uno. Ahora eso ha pasado a las redes sociales… y a los bares.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;">Cada pueblo de la isla tiene su bar. Antiguamente eran casinos, donde se organizaban bailes y se conocían las parejas. Se convirtieron en bares o kioscos donde se juega a las cartas y, sobe todo, al dominó: en la plaza de El Pinar, en Isolda, los Llanitos o El Tamaduste. Los viejos pasan el día discutiendo y apostando mientras beben algo y comen cacahuetes. Esa falsa sensación de ociosidad tiene muy poco que ver con la dura realidad del lugar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmiNZGvB2w05cinyEgw6R_yo7-FzGw4mO5ZjPLZyiy2kv8IRHF8sb7Zkk4VfYeLIvOxJ0zUBkTxMTK-ciME2gMlZOPu_60epYa7HEjMXbGO7u7FF-o-MTULGtUBcZxtH5VLPzKmiyZOe91Fu-0PzvYR5sNEW3xRbrpr13thakO2gP_FvTbXmi16sOWw/s4000/IMG_20220706_171953.jpg" style="clear: left; float: left; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmiNZGvB2w05cinyEgw6R_yo7-FzGw4mO5ZjPLZyiy2kv8IRHF8sb7Zkk4VfYeLIvOxJ0zUBkTxMTK-ciME2gMlZOPu_60epYa7HEjMXbGO7u7FF-o-MTULGtUBcZxtH5VLPzKmiyZOe91Fu-0PzvYR5sNEW3xRbrpr13thakO2gP_FvTbXmi16sOWw/s320/IMG_20220706_171953.jpg" width="240" /></span></a><span style="font-family: arial;">La Sabina es el símbolo de El Hierro. Es un árbol capaz de sobrevivir a la sequedad y que se adapta tanto al viento que los troncos se le tuercen con su empuje y sus ramas crecen en el suelo. Cada vez quedan menos sabinas, pero siguen creciendo de vez en cuando en el sitio más inesperado. Su supervivencia se la deben a que saben convertirse en mierda. Los cuervos se comen las bayas de las sabinas y luego las expulsan dentro de la caca en los lugares donde se posan. Esa dureza de las semillas es también la de los herreños.</span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgULB7j20vr751fSsBj961Yeenb1WVZlQaDzUD2q6s2MpFatVPYN1vJNIKdUx3xfjWAaBwTiJrB2-s613TI_DYoG4MlpzSvyoVges27Z92FXfmDRGt0-o5TNM8afnI1X5g76vxajiuOjdJMFDr2s64e4_oFmu8AiGkI-COQZOruH02N1S5N8z8HW4L6_Q/s4000/IMG_20220630_214023.jpg" style="clear: right; float: right; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgULB7j20vr751fSsBj961Yeenb1WVZlQaDzUD2q6s2MpFatVPYN1vJNIKdUx3xfjWAaBwTiJrB2-s613TI_DYoG4MlpzSvyoVges27Z92FXfmDRGt0-o5TNM8afnI1X5g76vxajiuOjdJMFDr2s64e4_oFmu8AiGkI-COQZOruH02N1S5N8z8HW4L6_Q/s320/IMG_20220630_214023.jpg" width="320" /></span></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhskjPkl7mIs5Pt124kzG5TjNLbQpQQUf5Dt3Gb8x4d_jAkhmRW_QQJ7sf3xo51QII956s3dc9uQ-15Mhsokw3_cgr04730kfjyIGIOd_P4AzCy-HU2UHGy3OdlToyyNqOM9BnCN-CWOlbmFfVq2-sGO90paqsJqGHkL_diek3NGjJpLWo3phPFHPy9lw/s2872/IMG_20220712_143636.jpg" style="clear: right; float: right; font-size: 11pt; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="2872" data-original-width="2154" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhskjPkl7mIs5Pt124kzG5TjNLbQpQQUf5Dt3Gb8x4d_jAkhmRW_QQJ7sf3xo51QII956s3dc9uQ-15Mhsokw3_cgr04730kfjyIGIOd_P4AzCy-HU2UHGy3OdlToyyNqOM9BnCN-CWOlbmFfVq2-sGO90paqsJqGHkL_diek3NGjJpLWo3phPFHPy9lw/s320/IMG_20220712_143636.jpg" width="240" /></span></a><span style="font-family: arial;">Guiomar trabaja en su bar con la resignación de la gente de estas tierras. Cocina la carne de cabra y la de fiesta, recoge sillas y mesas, limpia continuamente el mostrador. La constante laboriosidad de los isleños, dedicados constantemente a tareas productivas, engaña un poco y los hace parecer mucho más reservados de lo que realmente son. Cuando Unamuno -brevemente desterrado en Lanzarote- llamó a estas tierras las hurdes isleñas estaba bajo esa primera impresión. La misma que siente quien ve a los trabajadores del campo sucios aún de tierra negra beberse una dorada tras otra en el antiguo casino de El Pinar. En el kiosco Pedri, <span style="font-size: 11pt;">situado entre los invernaderos de piñas y plátanos del Golfo un polvo amarillento impregna a los trabajadores que hacen una pausa. Es tierra traída de lejos: los campos de ese valle llevan siglos rellenándose con tierra fértil de la cima de la isla. Desde que hace menos de un siglo se construyó la carretera de la cumbre, lo hacían camioneros que paraban sólo en agosto cuando hacían su fiesta y asaban cochinos enteros.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt;">Durante años funcionaron también unos larguísimos tubos de metal instalados en la peña, desde los riscos hasta abajo. Ahora, oxidados, son simplemente parte del paisaje. Los clientes vienen todos de la cooperativa y en la mayoría son jornaleros en sus propias plantaciones de banana o piña. Hoy el tema de conversación es el agua. La isla vuelve a padecer una de las tremendas sequías que la caracterizan. Los agricultores se quejan de los canaleros, que no cumplen bien su tarea ni vigilan a quienes roban el agua ajena. Se ha decidido multar a quien abra sus riegos fuera de las horas autorizadas para ello y Felipe, un trabajador de todo lo que salga, apunta que es buena ocasión para vengarse de alguien a quien pocos soportan, abriendo sus grifos para que lo multen a él. Los parroquianos responden con unas risas roncas y hoscas, como si no les pareciera mala idea del todo o alguien hubiera hecho ya algo del estilo. En El Hierro se sabe todo pero casi nunca se cuenta.</span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 11pt;">Se acerca un coche por la carretera y Felipe comenta “vaya, es la tercera vez que pasa por aquí el Renault camuflado de la Guardia Civil”. Todos asienten y siguen con la mirada al coche marrón.</span><span style="text-align: left;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 11pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: arial; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMt0uqQlXjt3cFGG4xUA_AUmPEWV_L3qj7WVGZ2n0NneD3N6qJbycTX-YB6HwE8zjfQqXlJiJCQgFZcG7q9ymoX6ry_kNyo094Va91Cvtd_gLDldJfUdDhEMUZZ2-egnVImoAGGL_TWn8Zuh2RCwvNlA01chMptd88GVK5AkcEqoiUsSdrl6GkyYi6QQ/s2215/IMG_20220706_113017.jpg" style="font-size: 11pt; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2215" data-original-width="1661" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMt0uqQlXjt3cFGG4xUA_AUmPEWV_L3qj7WVGZ2n0NneD3N6qJbycTX-YB6HwE8zjfQqXlJiJCQgFZcG7q9ymoX6ry_kNyo094Va91Cvtd_gLDldJfUdDhEMUZZ2-egnVImoAGGL_TWn8Zuh2RCwvNlA01chMptd88GVK5AkcEqoiUsSdrl6GkyYi6QQ/s320/IMG_20220706_113017.jpg" width="240" /></a></span></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0El Hierro, Santa Cruz de Tenerife, España27.7254993 -18.024301-0.5847345361788463 -53.180551 56.035733136178848 17.131949tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-4764055078106905872021-08-05T14:13:00.020+05:002022-03-27T23:57:53.322+05:00HOT SEASON: CAPÍTULO V : En el mar<p> </p><p><span style="text-align: center;"> </span><span style="font-size: large; text-align: center;">HOT SEASON</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 20pt; line-height: 28.5333px;">Una historia veraniega de misantropía, sexo y viajes<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Capítulo 5: EN EL MAR</div><div style="text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-hGmMgl660CE/YQe412SWGWI/AAAAAAACYds/gQKTPENLTKEXlRcWnoGnouyp7ScoEr3jACLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210724_121532.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-hGmMgl660CE/YQe412SWGWI/AAAAAAACYds/gQKTPENLTKEXlRcWnoGnouyp7ScoEr3jACLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210724_121532.jpg" width="320" /></a></span>Como es sábado, el barco
que toca es el Joy Star. Pequeño y destartalado. En el mundo de los ferries
debe ser el equivalente a viajar en el volquete de un camión de arena. De
hecho, la única plaza para coches la ocupa un pick up viejísimo con la caja de
madera despintada que va cargado de sacos de cemento. El interior del barco
parece parado en el tiempo. Algún día fue, o intentó ser, un coqueto barquito
de pasajeros. Pero de eso hace mucho y desde que se botó nadie parece haber
cambiado ningún detalle de la nave. Como las casas de la zona contaminada de Chernobil.
Los ventanales están cubiertos por unas amarilleantes cortinas de encaje muy
apropiadas para un cottage británico o una cafetería soviética. Hay una barra
de bar presidida por una foto tan gastada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que es difícil reconocer cuáles son las ruinas
clásicas que representa. En los asientos de escai gastado se amontonan las
cajas y los paquetes pues la gente de la isla tiene que utilizar esto</span><span style="background-color: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; text-align: left;">s
barquitos para hacerse llevar todo tipo de suministros. El caso es que la
mayoría de los pasajeros, apenas dos docenas, se acomoda en los asientos de
plástico de la cubierta donde azota el viento y el sol quema sin la mínima
clemencia. Son, esencialmente, cinco o seis parejas con aire desaliñado que
anticipa el ambiente relajado y ligeramente hippy de la isla, alguna familia y
dos o tres señores mayores que rápidamente huyen a la cabina a charlar con los
marineros.</span></p><span style="background-color: white; color: #201f1e; font-size: 14pt;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-joLOAwSmM7w/YQe423kiKlI/AAAAAAACYd0/mlXbSkt40n0-z7lWMGmPVKWtuixDtb5EwCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210724_122737.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-joLOAwSmM7w/YQe423kiKlI/AAAAAAACYd0/mlXbSkt40n0-z7lWMGmPVKWtuixDtb5EwCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210724_122737.jpg" width="320" /></a></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Las mujeres llevan
vestiditos ligeros y cortos. Sin querer, ayudado por el viento y las piernas
levantadas me entretengo comprobando el color de su ropa interior. Verde Oliva,
negro, burdeos. Gris con unas graciosas rayas negras. A los hombres solo se les
aprecia el borde del elástico de sus calzoncillos, todos de marca. Mucho menos
morboso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">A medida que nos alejamos
de la costa el viento arrecia. Ahora vamos todos completamente despeinados y, a
ratos, el ruido constante en nuestros oídos impide escuchar nada así que las
conversaciones se limitan a cuchicheos. Una racha de viento le arranca el
sombrerito a un chico francés muy alto y lo arroja al mar. Algunos turistas dan
gritos de asombro y por un momento el suceso es la comidilla de todos. El
muchacho intentaba tener aire interesante, muy macho, pero descubrimos que tras
su barbita recortada se ocultaba una calva total y muy lustrosa. Nunca he
entendido la costumbre de disimular las calvas con sombreros ridículos. Este en
concreto era de ala corta, seguramente fabricado en China e importado por el
afamado (y avispado) sombrerero tesalonicense Stammios, que les pone etiqueta
propia y los vende como producto local en todas las tiendas de souvenir. Aunque
consigas parecer mucho más atractivo por un instante es algo llamado al fracaso
a corto plazo. Dudo de que nadie de los que lo usan pueda postergar mucho el
momento de reconocer ante cualquier nuevo ligue que tras su aire bohemio en
verdad se esconde un complejo y una brillante bola de billar. Creo que la
inevitabilidad de ese momento y el miedo al consiguiente rechazo me crearía
suficiente ansiedad como para no volver a usar sombrero jamás, si siquiera bajo
el sol tropical. Pero hay gente para todo y el chico de barco no tarda en
moverse con su novia al otro extremo del barco, fuera de nuestras miradas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">En la cubierta estamos
todos sentados en los bordes, casi en círculo. A estas alturas todos nos hemos
observado de sobra y nos hemos hecho una idea del resto. Hay una pareja
británica, ella de origen hindú, con dos niños de tirabuzones negrísimos.
Ellos y dos muchachas rubias, aparentemente griegas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que visten camisas vaporosas de lino y
pamelas bien sujetas, son los únicos que conservan un cierto aire burgués de
clase media. El resto han optado por un estilo mucho más informal, casi
desaliñado, y parece dispuesto a dejarse ir cuanto antes lánguidamente al sol junto
a un chiringuito lleno de hippies o emborracharse cuanto antes en alguna
taberna ruinosa y con chinches. Hay una mujer muy delgada, de dientes grandes y
los dedos llenos de anillos que acaricia un diminuto cachorro de gato. No sé si
se lo ha encontrado en el barco o lo traía ya puesto. También hay una chica muy
morena, con vestido escaso y ligero y un tatuaje budista en el tobillo, que
creo que me mira. No estoy seguro porque lleva unas gafas de sol negras e impenetrables,
pero me gusta pensarlo así. No soy un tipo atractivo ni que destaque
físicamente. En mi vida sólo he ligado a base de verbo, pero nunca pierdo la
esperanza. Mi pose de escritor acodado en un banco de babor cuaderno en ristre
debería bastar para atraer alguna atención erótica de chicos o chicas. Tengo la
impresión de que no lo consigue.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Me entretengo imaginando
que el barco se parara en medio del mar y tuviéramos que quedarnos juntos una
semana. Seguro que surgían amores y odios. Una semana es el tiempo justo para
caernos bien justo antes de que empiecen los malos rollos. Así que el grupo
tendría su interés. Quizás alguna pareja se rompiera. O, mejor aún, se abriera.
Es fácil imaginar el ecosistema que crearíamos. Yo me haría amigo de la señora
hindú, que parece buena persona. El francés calvo y su novia se juntarían con
la chica de las gafas de sol y su novio. Apuesto a que tienen intereses
similares. Las chicas de las pamelas demostrarían ser menos mosquita muerta de
lo que parecen y una de ellas al menos acabaría por caerme bien… <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Desecho pronto la idea
porque no tengo muy claro cuál sería mi papel en esa obra. En esos casos uno
siempre tiene que elegir un personaje y me cuesta decidirme entre el señor
gruñón que le pone pegas a todo, el chico atento y divertido que hace bromas y
desdramatiza todo o la persona taciturna que no se relaciona con nadie. Son mis
tres especialidades, pero con el paso del tiempo me va costando más optar por
ninguna de ellas. Y combinar las tres puede resultar de una tripolaridad
desconcertante. Así que mejor que funcionen los motores y no nos caiga encima
ninguna cuarentena por una dolencia infectosísima.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Cambio de fantasía. Si lo
pienso bien, prefiero imaginarme que viajo con un backgammon grande y dedico el
trayecto a ganarle a una chica de clavícula saliente y pecas. Me gusta ganar al
backgammon. Pero con una chica así, apasionada del juego, puedo incluso aceptar
perder si hace falta. Esta pequeña fantasía no llega a concretarse más porque
el ferry empieza a dar bandazos y no sé si me preocupa más la imagen de las
fichas desparramadas por esta cubierta grasienta o la de un vómito repentino
que me explotase sobre el tablero para espanto de la chica de las clavículas.
Me relajo en mi banco marinero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">El mar hoy está de un
color oscuro que evoca viajes más largos. Creo que ese color se llama azul de
Prusia pero podría ser azul negro. Recuerda a la tinta de las plumas antiguas y
sólo se aclara al acercarnos a las rocas de la isla. Entre ellas es aguamarina
o turquesa. Estamos llegando y no han volado más sombreros, no ha habido
peleas, ni -aparentemente- se han roto parejas. Supongo que esto es una
buena travesía.<o:p></o:p></span></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Archipiélago del Dodecaneso, Grecia36.402917599999988 27.92859828.0926837638211424 -7.2276518 64.713151436178833 63.084848199999996tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-65438396835048268972021-08-04T14:35:00.010+05:002021-08-04T14:35:00.197+05:00HOT SEASON. Capítulo IV: TAXIS CALLEJEROS<p> <span style="text-align: center;"> </span><span style="font-size: large; text-align: center;">HOT SEASON</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 20pt; line-height: 28.5333px;">Una historia veraniega de misantropía, sexo y viajes<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: center;">Capítulo 4: TAXIS CALLEJEROS</p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;"></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">El aeropuerto de Kos es
siempre desagradable, como el de muchas islas grandes durante el verano. Está permanentemente
lleno de hordas de turistas depositas allí por aviones de diversas empresas
baratas que aterrizan sin cesar. Las recogen hileras de buses turísticos que
esperan acantonados en el parking, con sus correspondientes capitanas de las de
pañuelo al cuello y micrófono en mano al mando. Los llevan directamente a los
hoteles con piscina y programa de actividades que reservaron desde sus países,
para que no pierdan un instante en disfrutar de sus vacaciones organizadas. No
tengo nada contra esa forma de veranear en rebaño. Al contrario, apoyo
firmemente que todo el que busca la playa, el exotismo controlado y la bebida
fácil permanezca el máximo de tiempo en esos recintos hoteleros. Cerrados, si
puede ser. Para ellos es un modo de felicidad y a mí me relaja no cruzármelos.
Sin embargo, lo cierto es que en los aeropuertos el movimiento de esa masa
vociferantes y sonrojada, entre revuelos de maletas con ruedas y sombreros de
paja falsa, complica los desplazamientos.</span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><br />
<span style="background: white;">Así que cuando consigo abrirme paso hasta la
parada de taxis y supero la espera tras algunas parejas que se ve que han
contratado paquetes más económicos es ya casi imposible alcanzar mi barco antes
de que zarpe.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Pese a todo, uno -que en
verano nunca tiene nada menor que hacer- siempre lo intenta. Me subo a uno de
los escasos taxis de Kos, propiedad de un griego del sur de la isla que ahora
vive y conduce en el capital. Trabaja diez horas al día pero las otras catorce
tiene a un extracomunitario conduciendo para él. Es una isla pero incluso aquí
el capital no duerme.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">En cierto modo soy un
afortunado de que me haya tocado el propietario. Ya se sabe del poco apego de
los griegos de origen a las normas de tráfico. Me había olvidado de la eficacia
de los taxistas suicidas de Kos. Se saltan sin pudor la doble línea continua de
la carretera y conducen como si una cámara oculta estuviera rodando la segunda
parte de Perros Callejeros y ellos fueran los protagonistas. El Vaquilla
adelanta sin el más mínimo temor al riesgo. Los locales, conocedores de esas
costumbres, les dejan paso rápidamente y se meten en el arcén. A los
extranjeros en coche de alquiler y los que se han escapado de sus hoteles en un
buggy playero (a los rusos les encanta) hay que intimidarlos un poco más. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero basta que el Mercedes negro de mi taxista
se les coloque al lado a pocos centímetros demostrando su voluntad de adelantar
cueste lo que cueste para que también ellos dejen paso. Ni siquiera hay que
recurrir al claxon.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Como ninguna aventura es
nunca perfecta, </span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">t<span style="background: white;">enemos mala suerte y un coche de policía aparece de
pronto delante nuestra a la lentísima velocidad máxima permitida. Empiezo a
quedarme sin esperanza y se lo comento al conductor, que como debe ser es un
tipo jovial y charlatán. Sin inmutarse, habla por el radioteléfono con la
central y pide que llamen al barco para que nos espere mientras seguimos el
resto del trayecto manteniendo la reglamentaria distancia de seguridad con el
vehículo policial.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">E<span style="background: white;">fectivamente,
en el puerto, nos encontramos que el barco destartalado y humeante que ha de
llevarme a mi destino ha levantado ya unos centímetros – más de la cuenta en
verdad, para quienes no somos marineros- la rampa de acceso de vehículos pero
mantiene una maroma gruesa atada al poyete del puerto. Me despido del señor, que
apoya su mano en mi hombro y me sonríe impertérrito y sonriente, y salto a la
nave que lleva sólo cinco minutos de espera.<o:p></o:p></span></span></p><br /><p></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Archipiélago del Dodecaneso, Grecia36.402917599999988 27.92859828.0926837638211424 -7.2276518 64.713151436178833 63.084848199999996tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-82739666910914477962021-08-03T14:41:00.006+05:002021-08-03T14:41:00.197+05:00HOT SEASON. CAPÍTULO III: Un vuelo accidentado<p style="text-align: center;"> <span style="text-align: center;">HOT SEASON</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 20pt; line-height: 28.5333px;">Una historia veraniega de misantropía, sexo y viajes<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: center;">Capítulo 3: UN VUELO ACCIDENTADO</p><p style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Para llegar a mi isla uno
tiene coger un avión hasta Kos, que es una isla enorme sembrada de apartamentos
turísticos de todo incluido. Desde allí tiene que intentar cazar el ferry hasta
la isla, que sale una vez al día desde lugares y en horarios siempre
cambiantes. Así que a uno le toca madrugar para ir al aeropuerto, dónde me
entero de que han atrasado mi vuelo y prácticamente he perdido toda posibilidad
de llegar al barco. Me relajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Uno se sube al avión
siempre sin saber qué aventura puede depararle el vuelo. Normalmente ninguna.
Pero hay excepciones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Estás ya acomodado en tu
asiento y a tu lado se sienta una chica. Tiene la piel pecosa y te recuerda a
alguien. A una amante no muy lejana. Lleva ropa amplia. Entre los botones de la
camisa se percibe la ondulación más pecosa aún de uno de sus senos y en su
elevación se intuye un pezón pequeño. Dorado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Entonces uno tiene la
fuerte tentación de meter un dedo y tocarlo. Es una atracción brutal,
seguramente fruto de la costumbre. Estás habituado a tocar ese pezón cuando se
ve entre los botones, aunque sea en otro cuerpo. Tienes una erección muy
perceptible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Como no puedes tocarlo y
tus caderas se mueven solas de idea escribir sobre la sensación que
experimentas, para relajarte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Has cogido el móvil y lo
estás haciendo cuando de pronto te das cuenta de que ella, que dormitaba, ha
abierto los ojos y te mira demasiado sonriente. En un movimiento encantador
alza los hombros y con disimulo, sin perderte la mirada, se desata ese botón
fundamental. Arquea las cejas y mueve sus ojos de los tuyos a su pezón ahora
perfectamente a la vista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Tú temes haberla
malinterpretado pero tu excitación es tal que pierdes cualquier reparo y
alargas la mano. Intuyes que ha leído lo que escribías con descaro en el móvil.
Al rozar la tela de su camisa vuelves a mirarla y ella asiente levemente. Tocas
el pezón con más suavidad de cómo lo has hecho nunca antes en tu vida. Lo rozas
levemente, apenas para dibujar su perfil en tu cabeza. Está duro. Es rugoso y
firme. Lo rozas durante unos minutos interminables. Ella tiene la mirada
perdida en el techo. Se muerde los labios y cuando su cuerpo se balancea
levemente sabes que se está dejando ir, se está excitando. Saber que la excitas
te pone a mil, te mueves levemente hacia delante y atrás en tu sillón. Estás a
miles de pies sobre el nivel del mar y podrías correrte solo con ese
movimiento.</span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><br />
<span style="background: white;">La llegada de una azafata que reparte agua hace
que ella se zafe levemente, así que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>retiras la mano.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><span style="background: white;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Y90NYl2fTJk/YQUZCTmtPCI/AAAAAAACYac/ef8BWnmU6tAubuvgZuMsAdBArzFzWIC7gCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210724_101028.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Y90NYl2fTJk/YQUZCTmtPCI/AAAAAAACYac/ef8BWnmU6tAubuvgZuMsAdBArzFzWIC7gCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210724_101028.jpg" width="240" /></a></span></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Separados ya, vuestros
hombros siguen rozándose y volvéis a miraros a los ojos. Sólo un instante. Ella
sonríe y ladea la cabeza. Contenta. Tú le sonríes de vuelta. Te das cuenta de
que ella, que ya no te mira, ha cruzado las manos sobre su sexo y con disimulo
lo oprime suavemente mientras se balancea casi imperceptiblemente en su
asiento. Su única relación contigo es que incrementa levemente la presión sobre
tu hombro. Y así, con los hombros apretados los dos intentáis correros. Ella
llega antes y lo notas en que aprieta los ojos y se estremece ligeramente. Tú
eres un poco más descarado y cierras los ojos para concentrarte en el orgasmo.
Cuando los entreabres ves que ella mira fijamente tus manos y esa imagen te
hace llegar y mojar tu ropa interior.</span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><br />
<span style="background: white;">Al salir del avión ella se despedirá rápidamente
con una sonrisa grande. Luego, ya no la verás más en la cinta de recogida del
equipaje, ni fuera. Nunca más.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Te escabulles hacia la
parada de taxis para intentar llegar al barco.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Archipiélago del Dodecaneso, Grecia36.402917599999988 27.92859828.0926837638211424 -7.2276518 64.713151436178833 63.084848199999996tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-86515534618102613822021-08-02T14:38:00.016+05:002021-08-02T14:38:00.213+05:00HOT SEASON: CAPÍTULO II - Una noche en Epidauro<p style="text-align: center;"> <span style="text-align: center;">HOT SEASON</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 20pt; line-height: 28.5333px;">Una historia veraniega de misantropía, sexo y viajes<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: center;">Capítulo 2: UNA NOCHE EN EPIDAURO</p><p style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Pasar por Atenas
tiene muchas ventajas. Como comer en el Ivi o el Diporto, que aunque la comida
no sea espectacular le recuerdan a uno dónde está: en la esquina de los
Balcanes. También es una buena ocasión para comprar cuadernos, probar el
pastermá del año o pasar un rato antiguo en el koukles, donde las drag queen y
la escenografía de cabaret nunca defraudan. Todo eso son agradables ejercicios
de melancolía que recuerda a la adolescencia, cuando nuestra ciudad era otra
cosa. La misma razón por la que uno va a alguno de los cines de verano
atenienses. Junto a ello está el festival de teatro de Epidauro.</span></p><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-npBPZgP_wtk/YQUS9Zl3pNI/AAAAAAACYaU/vmwqk3pDLnMewNX65GHVzeTY46Q4QhYJwCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210723_210318.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-npBPZgP_wtk/YQUS9Zl3pNI/AAAAAAACYaU/vmwqk3pDLnMewNX65GHVzeTY46Q4QhYJwCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210723_210318.jpg" width="320" /></a></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Uno no puede
vivir sólo para la pornografía o la comida, por mucho que sean dos de las
necesidades más básicas de la vida. A ratos hay que alimentar un poco el alma,
como dicen los cursis. No cabe duda de que la conexión con la historia
emociona. Tampoco de que los clásicos siguen siendo quienes mejores plantean
los dilemas de la vida humana, con el vértigo añadido de que se dieron cuenta
hace casi tres mil años. Así que suelo empezar mis vacaciones con una excursión
nocturna al viejo teatro del Peloponeso .<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Al llegar a
cualquier de estos eventos i</span><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">mpresiona el civismo del pueblo griego, habitualmente bullanguero
y ruidoso. En todo lo que tiene que ver con la cultura clásica se comportan
como en misa, sobrecogidos; con un respeto sincero que resulta impactante. Debe
ser cosas de la educación nacionalista que les dan desde chicos en el colegio y
que se sustenta en una supuesta conexión directa entre los griegos clásicos y
los actuales. Es una mentira descarada que se salta siglos de presencia
otomana. La comida, la música y el carácter de los griegos actuales debe mucho
más a los turcos y albaneses que a Pericles o Sócrates. Sin embargo para su
romántica guerra de la independencia se envolvieron en la bandera de la
antigüedad y extrañamente ha colado. En primer lugar en el extranjero: millones
de turistas rubias desembarcan cada año en el país esperando encontrar un
pueblo que se viste con túnicas, calza sandalias y adorna su ropa con grecas.
Al finas son ellas las que se compran esos disfraces mientras los griegos
rellenan berenjenas escuchando música oriental. Pero la idea también ha calado
entre los griegos, ingnorantes de cualquier acontecimiento de su historia entre
la edad media y el siglo pasado pero convencidos de ser los descendientes de
Homero.<o:p></o:p><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-46dgCfkQcr8/YQURkvrbVCI/AAAAAAACYZ8/TlesMZcABB8S6DvPu9ap0JL--8pM973OACLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210723_221602.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-46dgCfkQcr8/YQURkvrbVCI/AAAAAAACYZ8/TlesMZcABB8S6DvPu9ap0JL--8pM973OACLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210723_221602.jpg" width="240" /></a></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Así que desde que se entra
a las ruinas apenas se oye un murmullo en la multitud que va a buscar su asiento.
Luego, ante el anuncio de que comienza la obra, un largo silencio sin toses. En
ese momento sólo se oye el ruido de los pinos y los cipreses cuando los mueve
el viento y suena como el arrullo de una cascada lejana. Eso, y las chicharras.
No estás en Grecia si no oyes permanentemente el sonido de las chicharras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Este año la fecha es
perfecta. El escenario está iluminado desde atrás por la luna llena que se
confunde entre los focos. Justo enfrente, como siempre puesto que el teatro se
construyó justo para eso, se ve tililar la osa mayor.</span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"><br />
<span style="background: white;">La obra en esta ocasión es Los Rastreadores, de
Sófocles. Era una de las obras perdidas. En verdad conocemos sólo una ínfima
parte de las obras teatrales clásicas. Sólo aquellas poquísimas que resultaron
populares primero en Roma y después de copiaron en la edad media de los rollos
de papiro a los primeros libros. Rara vez se encuentra una obra desconocida,
aunque hay buscadores de tesoros que se patean las antiguas bibliotecas
monásticas y judaicas del orbe buscando un tesoro de esos. Esta obra, en
concreto, se encontró hace un siglo, en un basurero. En Oxirrinco.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Oxirrinco es una ciudad
egipcia al sur del Cairo junto a un antiguo brazo del Nilo. No sé muy bien cómo
ni porqué a finales del siglo diecinueve dos arqueólogos decidieron excavar el
basurero de la antigua ciudad en busca de frágiles restos de papiros con obras
clásicas y versiones perdidas de la biblia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Desconozco qué intuición
los llevó a esa excavación, supongo que tendrían chivatos locales que ya
habrían encontrado algunos de esos antiguos textos. Tampoco termino de entender
porqué acabaron en el basurero todas esas obras. Supongo que si las tiraron a
la basura tampoco serían tan buenas, pero en fin, no soy especialista en esas
cosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">El caso es que el
argumento de Los Rastreadores a simple vista parece aburrido: Apolo ha perdido
su rebaño y lo busca desesperadamente, dispuesto a pagar lo que sea a una banda
de sátiros para que se lo traigan de vuelta.</span><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";"> <span style="background: white;">En la
búsqueda se cruza con Hermes y su Lira, que produce una música tan maravillosa,
que se la cambia por el rebaño que justo acaba de aparecer de nuevo gracias a
la ayuda de una diosa que se ha apiadado de los sátiros. El caso es que Apolo elige
la música, abandona a las vacas y se va a difundir la música por el Olimpo. A
los sátiros y su padre les da el premio que le habían pedido, que no era solo
oro sino también la libertad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">La representación me hizo recordar las
palabras de un crítico inglés cuando hace unas décadas se estrenó la obra en
Londres: “sólo se me ha quedado la imagen de muchos sátiros corriendo de aquí
para allá con sus enormes falos”. También en esta versión están los sátiros
corriendo como cabras locas arriba y abajo. Como pasa cada vez más en el
teatro, la escenografía es interesante. Hay señores tocando el trombón
diseminados por las gradas de piedra y un contante de ópera travestido hace el
papel de Hermes con tal erotismo que más que el hermano de Apolo parece su
novio, lo que conociendo la facilidad de los dioses antiguos para el incesto
tampoco desentona. Hay logrados efectos escénicos que tienen algo de música,
ballet y hasta pintura, con hábiles recursos para evocar el rebaño perdido.
Pero como tantas veces la obra se queda en eso. En un despliegue estético sin
contenido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="background: white; color: #201f1e; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Segoe UI";">Sospecho que la obra
original quería hacerte pensar sobre la tendencia a buscar siempre la comodidad.
Uno se encariña con lo habitual por el mero hecho de serlo. Todo ese edificio
se altera y se derrumba cuando uno por casualidad descubre la emoción y se
entrega a ella. Pasa cuando uno decide dedicarse a su pasión y lo abandona todo
por convertirse en científico, arqueólogo, corresponsal de guerra o músico
solista. También cuando uno decide viajar como modo de vida. Incluso, de manera
más leve, algo de eso hay en el señor gris, casado y con niños que abandona a
su familia por una jovencita glamurosa que le parece entonces el culmen de la
sofisticación intelectual. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La búsqueda
de la sabiduría, el afán por aprender o crear y el ansia por vivir de verdad
son pulsiones más necesarias que el limitarse a ganarse la vida y comer, sin duda.
De eso va la obra, que pretende ser un llamamiento a disfrutar lo espiritual y
lo trascendente. Porque los griegos ya tenían vida cotidiana, aunque los
escenógrafos y teatreros actuales no se hayan enterado de nada. Sátiros
corriendo arriba y abajo.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Archipiélago del Dodecaneso, Grecia36.402917599999988 27.92859828.0926837638211424 -7.2276518 64.713151436178833 63.084848199999996tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-72043323343034964332021-08-01T14:33:00.023+05:002021-08-01T14:33:00.442+05:00HOT SEASON (capitulo 1): HUÍDA<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div> HOT SEASON<p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 20pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Una historia veraniega de
misantropía, sexo y viajes<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: center;">Capítulo 1: LA HUIDA</p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En verano hay
que huir. No es que me moleste la ciudad semivacía. Justo lo contrario. De
pronto hay sitio para aparcar y uno encuentra mesa en cualquier restaurante sin
necesidad de reservar. El calor tampoco es un problema si tienes un aire
acondicionado potente y te refugias en la penumbra, en casa durante las horas
en las que la calle es una plancha para asar. Así tienes además la ventaja de
no cruzarte con los turistas que masoquistamente disfrutan ese tiempo
arrastrándose penosamente de monumento en monumento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El lado malo es
que en los bares se quedan precisamente esos parroquianos que nunca viajan, con
su cháchara repetitiva e insufrible. También desaparece cualquier posibilidad
de un encuentro interesante. En todo caso uno no huye por eso, sino por
aparentar que es normal. Para evitar las miradas compasivas y los
interrogatorios de las amistades que empiezan a sospechar que uno es demasiado
antisocial. Por eso y porque uno siempre mantiene la ilusión de que hay
alternativa a la vida cotidiana. Como si el veraneo fuera una vida alternativa
sostenible a largo plazo y no un mero descanso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El caso es que
llegado este punto todos los años me voy a Grecia. A una isla. Siempre la
misma. Aparte de la playa y la comida deliciosa tiene muchas ventajas. En mi
isla no hay turistas, o solo los hay por la mañana. Los deposita en el puerto
una batería de barcos turísticos. Desde allí una serie de guías turísticos los
pastorean hasta las pocas atracciones turísticas del pueblo. Después los
autobuses turísticos del señor Manos los llevan a visitar el cráter del volcán,
que ocupa prácticamente todo el centro de la isla. Después se vuelven a sus
apartamentos y resorts turísticos a seguir disfrutando de su merecida semana de
vacaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El caso es que
en la isla sólo están los vecinos que han emigrado a trabajar o estudiar y
vuelven en vacaciones, alguna pareja de turistas de edad, un puñado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de nostálgicos excéntricos entre los que
supongo que me tengo que incluir y los hippies, mayoritariamente atenienses,
que acampan en la playa. Eso hace más fácil pasar el tiempo hasta que sea
conveniente volver a la ciudad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Para llegar a la
isla tengo que pasar por Atenas y aprovecho para ir a alguna exposición o
alguna obra de teatro que tenga ya localizada de antemano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-QoWo3CMWqfw/YQUKVvJMAII/AAAAAAACYZg/35B8L7hOa6sv26-S_7KYFCOYp0VdHAfAgCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210722_173009.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-QoWo3CMWqfw/YQUKVvJMAII/AAAAAAACYZg/35B8L7hOa6sv26-S_7KYFCOYp0VdHAfAgCLcBGAsYHQ/w240-h320/IMG_20210722_173009.jpg" width="240" /></a><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">La llegada a
Atenas es siempre agradable y me pierdo por las callejuelas de la antigua zona
comercial entre el mercado y la calle Ermou, dedicada a Hermes, el comerciante
que protege a los tenderos de este país. Paseando por ahí descubro un taller en
el que nunca había reparado, dedicado a hacer placas para las puertas y, sobre
todo, sellos de caucho. Entro y allí conozco a Leon, mi descubrimiento del día.
En verdad se llama Leónidas, aunque lo abrevien sin perder la ene. Su familia
es de Piros, en el sur del Peloponeso, pero él nació ya en Atenas. Es delgado,
enjuto, casi sin pelo y con unos ojos vivos. En cuanto habla se descubre como
una persona sensible, delicada, minuciosa y de gran curiosidad intelectual. Me
cuenta que tuvo la gran suerte de que su padre fuera tipógrafo y de heredar el
pequeño negocio familiar. Se siente un absoluto privilegiado por poder
dedicarse a lo que le gusta, que es hacer sellos de caucho. Experimenta
constantemente con dibujos, plantillas y tintas. Me señala delicadamente unas
pruebas que ha hecho con un sello de puntos, mezclando tinta roja y azul marino
cada vez que lo estampa sobre un papel. En efecto, los colores tienen una serie
de matices de belleza inusual.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-TVl3fgIqqFA/YQUKGBBnSrI/AAAAAAACYZc/ePedH4gLxB8Sqx4OAVixv4ftgyfw3litACLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210722_173737.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-TVl3fgIqqFA/YQUKGBBnSrI/AAAAAAACYZc/ePedH4gLxB8Sqx4OAVixv4ftgyfw3litACLcBGAsYHQ/s320/IMG_20210722_173737.jpg" width="240" /></a><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Así que le
encargo un sello. Como suelo tener poca imaginación le pido un ex libris </span><span style="font-size: 14pt;">con
una inscripción en griego y una figura del Partenón. Por tener un recuerdo.
Cuando paso a recogerlo poco después me enseña que ha añadido a cada lado de la
banda con las letras un pequeño círculo. Probamos el sello y me pasa una lupa
para que aprecie los detalles de los minúsculos círculos. Me explica que son
flores de siete pétalos, típicas en los dibujos cretenses de época minoica. El
siete es un número mágico. Sin lupa parecen sólo dos puntos ligeramente
estilizados. Esa es la gracia de Leon. Le gusta su trabajo y lo hace con la
bastante emoción como para llenarlo de detalles memorables. Marguerite
Yourcenar solía repetir un proverbio chino “hace falta el mismo cuidado para
gobernar un imperio y para freír un pescado”.</span><span style="font-size: 14pt; mso-spacerun: yes;">
</span><span style="font-size: 14pt;">En efecto, cualquier tarea, cualquier trabajo exige dedicación y entrega
para hacerse bien y hay no hay faenas más importantes que otras. Sin duda Leon es
un resto de otra época en la que ya no cabemos.</span></p><p></p>JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Archipiélago del Dodecaneso, Grecia36.402917599999988 27.92859828.0926837638211424 -7.2276518 64.713151436178833 63.084848199999996tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-69504771921665587982019-08-30T18:37:00.000+05:002020-04-23T00:09:36.293+05:00EL DELICIOSO VALLE DE FERGANA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-keqVut3lZKM/XqCU7r0ZdnI/AAAAAAABwWc/mIR5RQcQaFg9bmdkJT_f0XwVLNYp7-u2wCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4919.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-keqVut3lZKM/XqCU7r0ZdnI/AAAAAAABwWc/mIR5RQcQaFg9bmdkJT_f0XwVLNYp7-u2wCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4919.jpeg" width="320" /></a>La misma atmósfera mágica, mezcla deliciosa de lo soviético y lo asiático, vuelve a repetirse en grande y ya sin el río en todo el valle de Fergana. Es el aire que dota de unidad a un país que parecerían varios. El valle vive el ambiente real de Asia Central, en un paisaje verde y fértil. Como en el resto del país, se ha introducido el cultivo extensivo del algodón. Pero aquí sólo <span style="text-align: left;">se produce un tipo delicado de algodón de alta calidad que necesita ser recogido a mano. No porque no tengan máquinas, sino para preservar su calidad. Cuando te preguntan si en tu país el algodón se recoge con máquinas no quieren saber tu nivel de desarrollo, sino la calidad de tu producto.</span><br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ozfxCGa-6Tw/XqCVMCDq-gI/AAAAAAABwWw/8yp0XWocENgQYLocD6ZPZw7aAqE6RAwcgCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4965.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-ozfxCGa-6Tw/XqCVMCDq-gI/AAAAAAABwWw/8yp0XWocENgQYLocD6ZPZw7aAqE6RAwcgCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4965.jpeg" width="320" /></a>Aquí a la dualidad entre rusos y originarios se añade la mezcla nunca del todo clara entre tayikos y uzbecos, con lenguas y costumbres diametralmente distintas integradas como si tal. Unos hablan persa, los otros entienden turco. El ruso, otrora lengua franca, cada vez se habla menos fuera de la capital regional para desgracia de los que lo estudiamos hace décadas pensando que nos iba a abrir las puertas de medio mundo. La religión también es plural en Fergana. Conviven ramas y matices del islam, lo mismo iraníes que afganos: hay mezquitas chiíes y otras salafistas y muchas más de un suní ligero y abierto. Y ateos.</div>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-DOlKXQqNTEc/XqCUun1orLI/AAAAAAABwWY/nf3p2WVbgTkljdIuRtInW7HB-KFnQkjTQCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4911.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-DOlKXQqNTEc/XqCUun1orLI/AAAAAAABwWY/nf3p2WVbgTkljdIuRtInW7HB-KFnQkjTQCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4911.jpeg" width="320" /></a>El punto central de la vida en el valle son los bazares. Tras la incorporación de todo el Turkestan al imperio ruso y sobre todo después, cuando el poder soviético sometió a cañonazos a los kanatos -a partir de los años veinte- y creó las repúblicas socialistas de Asia Central las ciudades sufrieron una transformación drástica. Se construyeron avenidas y edificios solemnes sobre el primitivo entramado de callejuelas anárquicas. La mayoría desaparecieron y solo permanecen en la periferia de algunas ciudades como Kokand, bajo el eufemismo de zona vieja. Son a menudo polvorientas, sin asfaltar y con un modo muy humilde de vida, pero indudablemente mejores que en las ciudades del oeste donde las condiciones de vida destacan a menudo por su dureza. En todo caso, con este proceso desparecieron los bazares callejeros tradicionales y fueron sustituidos por cómodos mercados de nueva construcción.</div>
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-YpEGkMtzZLE/XqCTUTGFNXI/AAAAAAABwVo/z8EHs3N9uTwxL0Frb1taSkrnohm2fDYRwCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190818_112313_Bokeh.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-YpEGkMtzZLE/XqCTUTGFNXI/AAAAAAABwVo/z8EHs3N9uTwxL0Frb1taSkrnohm2fDYRwCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190818_112313_Bokeh.jpeg" width="240" /></a>Sin embargo, por mucho que tracen avenidas, se diseñen espacios y se quieran imponer costumbres occidentales, la pulsión cultural es irrefrenable. En todas las ciudades del valle los mercados han desbordado los grandes recintos de titularidad municipal habilitados para vender productos de alimentación. Por las calles aledañas han surgido inmensos mercadillos estables de ropa. Junto a ellos, espacios para vender herramientas, maquinaria, seda, electrodomésticos, plantones, productos de limpieza y mil cosas más. El resultado son inmensas extensiones donde -por zonas- se compra y se vende de todo y que se han convertido en los centros vitales de todas las poblaciones de Fergana. Son lugares animados y bulliciosos que contrastan con la soledad de las avenidas soviéticas. Durante todo el día, hombres, mujeres y niños deambulan entre los vendedores y las montañas de productos. Hay gente de razas y culturas diversas. Familias de origen ruso o descendientes de los emigrantes de Corea del norte que se instalaron aquí en los cincuenta huyendo de su guerra. Pasan mujeres con diversos tipos de velos y pañuelos, desde el simple pañuelo de campesina uzbeca al hiyab suní, pasando por diversos tipos de pañuelos elegantemente sujetos en la nuca que dejan ver el flequillo al estilo iraní o afgano. Muchos hombres con su doppa. La doppa es el sombrero típico de uzbekistán: cuadrado, de tela negra y con el mismo adorno tradicional bordado en cada cara. El adorno es un arabesco que en teoría representa la felicidad aunque hay quien me explica que en realidad es para el mal de ojo. A saber.<br />
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/--fByZg8-L8Q/XqCU7stggNI/AAAAAAABwWg/M8gPiIVrhPY7wLm7vA9jEIEt5gpyFVxoQCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4931.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/--fByZg8-L8Q/XqCU7stggNI/AAAAAAABwWg/M8gPiIVrhPY7wLm7vA9jEIEt5gpyFVxoQCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4931.jpeg" width="320" /></a></div>
Las doppa de Kokand son especialmente famosas aunque la verdad es que, como todo, ya no son como antes. Hace décadas, cuando uno viajaba por la unión soviética, era fácil conseguir uno de estos gorros hecho de tela, con el dibujo bordado en hilo y por dentro rellenos de papel encolado y tela. eran doppas resistentes, que llevan bien el ser dobladas para llevarlas en el bolsillo. Me cuentan que históricamente eran de terciopelo con el bordado en seda, pero los de cartón resultaban más baratos y ponibles en tiempos soviéticos. Hoy apenas se encuentran y la mayoría de los uzbecos los llevan de un filtro gomoso hecho en china con el dibujo estampado encima. Salen mucho más baratos y se ensucian menos pero pierden encanto.<br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-of4U34b42zU/XqCTZct1OJI/AAAAAAABwVs/0OEBvF-tuUgp6SWz6HZFNHtLTSuLsKlhQCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190819_164457_Bokeh.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-of4U34b42zU/XqCTZct1OJI/AAAAAAABwVs/0OEBvF-tuUgp6SWz6HZFNHtLTSuLsKlhQCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190819_164457_Bokeh.jpeg" width="320" /></a>Lo de que cada ciudad del valle de Fergana tenga su especialidad ha sido siempre la excusa perfecta para moverse de una ciudad a otra. En Margilon están las últimas fábricas de seda. atraen a los pocos turistas que vienen por la zona, por eso de la ruta de la seda. De hecho es una industria que se desarrolló gracias a huevos y técnicas robadas de china: el riesgo mereció la pena porque así los comerciantes europeos se la llevaban de aquí sin tener que hacer más que la mitad del viaje a China. Las fábricas siguen haciendo la seda del modo tradicional. Tienen cuartos que apestan a crisálida podrida y a capullo hervido. Siguen usando una varilla para sacar uno a uno los delgados hilos del agua sucia que hierve en enormes barreños de zinc. Ya no venden la seda virgen, sino teñida y tejida en unos preciosos paños estrechos, típicos de aquí. La actividad les merece poco la pena, porque la seda comercial china es mucho más barata, así que las fábricas van cogiendo cada vez un aire más decadente.<br />
En Ristan se hace prácticamente toda la cerámica de Uzbekistán. Es una aldea donde casi cada casa es un taller desde que cerraron la gran fábrica estatal de cerámica. los grandes maestros ceramistas, reconocidos internacionalmente, se formaron todos en esa fábrica. Con la caída del comunismo algunos intentaron formar una cooperativa, pero la verdad es que funcionó fatal. Ahora en los talleres caseros las condiciones de trabajo son mucho más insalubres, los precios han caído y la calidad de los productos cerámicos deja mucho que desear. En cuestión de artesanía el comunismo era mucho más eficaz que el neoliberalismo actual.<br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Fdd3vUqVQcs/XqCTxZD_PAI/AAAAAAABwV4/M_bN0NRgqLEJ3pcC7C8CAOS4wtOnMkm9QCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4849.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-Fdd3vUqVQcs/XqCTxZD_PAI/AAAAAAABwV4/M_bN0NRgqLEJ3pcC7C8CAOS4wtOnMkm9QCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4849.jpeg" width="320" /></a>Algo parecido pasa en Chust, famosa por los cuchillos. En verdad sólo quedan dos maestros cuchilleros que surten a todos los vendedores del mercado. Es difícil encontrar sus talleres pero no reconocer sus productos, cada uno marca sus hojas con un emblema diferente de bronce derretido sobre un vaciado. Uno de ellos usa el nombre del pueblo y el otro se limita a grabar tres estrellas. Tras mucho preguntar entre vendedores, muchachos con dientes de oro y taxistas logramos dar con uno de los talleres aún abiertos. En él trabajan dos señores muy mayores que deberían estar jubilados. Uno de ellos apenas oye debido a los años pasados golpeando láminas de metal. Siguen haciéndolo: moldean la lámina a martillazos en el borde de un horno de carbón. Luego la afilan pacientemente y ellos mismos le añaden por fin el mango de madera, de hueso o de asta. es un trabajo precioso, pero cansino y sucio, agachados en una habitación negra de hollín.<br />
En Namangán no hay ningún producto típico (quizás los bordados); allí lo típico es la religión. La ciudad tiene una fuerte presencia del islam y fama de revoltosa. Nada que ver con Andijan, donde en 2005 el gobierno cometió una masacre terrible para acabar con la disidencia, pero sí lo bastante como para que de aquí surgieran varios intentos de asesinar al presidente uzbeco por antonomasia, el carismático Islam Karimov, amado y denostado por igual.<br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-3e5yU1SVYTQ/XqCUZRbzXQI/AAAAAAABwWM/_UmrdhcGIX4QYl5P8eaBCJMFkxbIamT1gCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4904.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-3e5yU1SVYTQ/XqCUZRbzXQI/AAAAAAABwWM/_UmrdhcGIX4QYl5P8eaBCJMFkxbIamT1gCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4904.jpeg" width="320" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-GolxPTARhAQ/XqCUHbVKIKI/AAAAAAABwWA/nZolPZsbRTg5nH-pWCIsDQvn9zGyw_DswCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4898.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-GolxPTARhAQ/XqCUHbVKIKI/AAAAAAABwWA/nZolPZsbRTg5nH-pWCIsDQvn9zGyw_DswCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4898.jpeg" width="320" /></a>La teoría oficial es que Namangán es propicia al terrorismo islámico salafista y que hay que vigilar la ciudad. Es difícil saber cuanto hay de verdad en ello, pero tuve la oportunidad de entrar en una mezquita salafista y charlar un rato con los chicos e imanes que vivían allí y no me pareció nada peligroso. Me invitaron ellos, para enseñarme un mausoleo del siglo XVII en desuso pero decorado ricamente. ya de camino visité el pequeño centro coránico en el que al modo de las medresas antiguas duermen algunso estudiantes. Son gente que viven para la religión, es cierto, pero no demasiado diferentes de los que he encontrado en seminarios y conventos en muchos sitios del mundo. Charlamos - como siempre pasa- de Al Andalus, que fue musulmana, y de lo parecidos que son el cristianismo y el islam. No tenían ideas extremistas, pero igual los pillé en un día bueno. En todo caso es cierto que por la ciudad se veN muchas más mujeres con velo que en el resto del valle. La mayoría de ellas llevan su pañuelo uzbeco debajo, pero se cubren el pelo con hiyabs floreados y a veces visten bastas a juego.<br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-_tVE9w-Z7uU/XqCUYUSH1sI/AAAAAAABwWI/0EFvqhahkyQa4TgeHzT67KuGtHxMU4A2wCLcBGAsYHQ/s1600/_JPU4864.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://1.bp.blogspot.com/-_tVE9w-Z7uU/XqCUYUSH1sI/AAAAAAABwWI/0EFvqhahkyQa4TgeHzT67KuGtHxMU4A2wCLcBGAsYHQ/s320/_JPU4864.jpeg" width="320" /></a>En general, la religión en el valle de fergana es algo muy presente pero no siempre evidente. En los restaurantes al aire libre de Fergana hay kioscos, habitaciones y celdas discretas donde las mujeres se sienten libre de fumar y beber alcohol sin estar expuestas a los ojos de todo el mundo. Fuera de esos espacios es raro ver mujeres fumando, pero eso pasaba también en muchos pueblos de Europa hasta hace nada. La mayoría de los amigos que he hecho en el valle son musulmanes. Ninguno va a la mezquita las cinco veces diarias que marca el precepto, pero tampoco es raro que si tienen un hueco libre se pasen un momento a rezar. Muchos al empezar o acabar de comer hacen su pequeña oración, pero eso no impide que pidan vino o cerveza con los manjares. Como en todos sitios, en los pueblos se es más estricto con eso que en las ciudades grandes, pero no deja de ser un islam ligero, casi parecido al de otros países socialistas como Bosnia o Albania.<br />
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-YpEGkMtzZLE/XqCTUTGFNXI/AAAAAAABwVo/z8EHs3N9uTwxL0Frb1taSkrnohm2fDYRwCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190818_112313_Bokeh.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-42638261293819293372019-08-29T15:23:00.000+05:002020-04-23T00:19:01.825+05:00ECOS UZBECOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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El Amu Daria es un río inmenso. Incomprensiblemente ignorado en las escuelas de occidente, es el río grande que recorre dos mil kilómetros en Asia Central y le da vida y forma a toda esta parte del mundo. Al verlo a su paso por Uzbekistán sorprende por lo ancho: es una manta de agua de muchos cientos de metros que se tarda en cruzar por un puente moderno que sustituye al famoso puente de barcas de Urgench. Al pasar sobre sus aguas uno se emociona recordando que está sobre el legendario río Oxus que enamoró a Robert Byron. Viene de Afganistán y aquí está <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">ya cerca de diluirse cerca de los restos del mar de Aral. Por ahora, en la República de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Karakalpakstan" style="background: none rgb(255, 255, 255); color: #0b0080;" title="">Karakalpakstan</a>, es todavía la front</span>era entre el vergel y el desierto. La margen derecha riega y fertiliza kilómetros y kilómetros de cultivo. Al otro lado, el desierto arenoso donde apenas crecen algunas hierbas bajas. Dos mundos enfrentados por mor del agua y la tecnología.</div>
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-bRb_udM64SY/XqCYJgDRBRI/AAAAAAABwX4/YtfQdB2NS0ANytpxfjvEMVy41oVN4M2KQCK4BGAYYCw/s1600/IMG_20190812_192847.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-bRb_udM64SY/XqCYJgDRBRI/AAAAAAABwX4/YtfQdB2NS0ANytpxfjvEMVy41oVN4M2KQCK4BGAYYCw/s320/IMG_20190812_192847.jpeg" width="240" /></a>Al norte de Urgench una pequeña franja de territorio de la margen derecha ha vencido también a la desolación.
Una miríada de canales, la mayoría tan grande como un arroyo, recorre los huertos. En las márgenes han crecido árboles y hay gente pescando. Agua por todas partes. Las técnicas rusas de bombeo de agua desde el río grande, además de secar el mar, han expandido los oasis naturales por terrenos que antes eran desérticos.
Gracias a eso en los campos de Kholzum hay vegetación y barro por todas partes.</div>
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Las casas están edificadas en mitad de las huertas. Al conducir por la estrechísima y recta carretera que atraviesa el territorio hay que tener cuidado para no arrollar aquí y allí a señoras que han extendido una alfombra ocupando el único carril y la están lavando con mangueras y cepillos. Las lavan en la carretera porque el asfalto es el único sitio donde no hay tierra ni barro.
Es una zona extremadamente frondosa donde todo es muy verde. No sólo hay campos inmensos de algodón; también terrenos con hortalizas, pequeñas plantaciones de maíz y muchos frutales. Hasta las casas parecen escondidas entre la vegetación desbordante.</div>
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<a href="http://3.bp.blogspot.com/--lo4wb2SofM/XqCYJk_u6bI/AAAAAAABwX0/BlwKx6MSp6UUL2PA5Prgp1f-jrQkjWvGgCK4BGAYYCw/s1600/_JPU4957.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://3.bp.blogspot.com/--lo4wb2SofM/XqCYJk_u6bI/AAAAAAABwX0/BlwKx6MSp6UUL2PA5Prgp1f-jrQkjWvGgCK4BGAYYCw/s320/_JPU4957.jpeg" width="320" /></a>Nada anuncia que a sólo unos kilómetros surge de pronto el desierto de piedras y arena salada. Un desierto donde el viento cubre de arenilla cualquier construcción en cuestión de minutos, salpicado por fortines y caravanasares abandonados que parece el paisaje de una película de aventuras orientales. Todo está cerca, amenazante, pero en los campos del Amu Daria parece imposible. Aquí la vida se ha detenido en los días de una infancia de dachas de madera y baños en el río. De niños jugando entre las vacas y grupos de campesinas bulliciosas que se arreglan el pañuelo cuando pasa quien les gusta y cantan a corto cuando están solas. Días de botes de conservas de pepinillos, granjas colectivas y tractores renqueantes.</div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-48880738815804748612019-08-22T15:55:00.000+05:002019-10-28T01:24:19.530+05:00PARQUES Y PASEOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-jnxy3mFvjyw/XazDAFcgNFI/AAAAAAABmwo/KsHSGE4XDMQZD_BRiPfZI6FqvTNdHTTzACK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5ac53.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://3.bp.blogspot.com/-jnxy3mFvjyw/XazDAFcgNFI/AAAAAAABmwo/KsHSGE4XDMQZD_BRiPfZI6FqvTNdHTTzACK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5ac53.jpg" width="320" /></a>Cada ciudad uzbeca tiene su pequeño parque de atracciones. Suelen ser algunas atracciones anticuadas instaladas permanentemente en una zona verde en el centro de la ciudad. Siempre hay una noria y un estanque. Y casetas de tiro. Además se le suelen añadir atracciones para bebés, alguna que ponga a la gente bocabajo, coches de choque, trenecitos diversos...<br />
Están siempre decorados con figuras de animales de escayola pintadas de colores. Las hay con mayor o menor éxito y realismo según la habilidad del artesano local de turno, pero son una presencia permanente a lo largo y ancho del país.<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-3Y-U7He3mMg/XazC2UPjtQI/AAAAAAABmwY/IjFjvppISIYqhPw0hmchIy1b3M3q8cLvwCK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a8aa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://3.bp.blogspot.com/-3Y-U7He3mMg/XazC2UPjtQI/AAAAAAABmwY/IjFjvppISIYqhPw0hmchIy1b3M3q8cLvwCK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a8aa.jpg" width="320" /></a> Por las tardes y en los días de vacaciones, sobre todo durante el verano, muchísimas familias dirigen sus paseos a estos parques. Los niños colgados de las manos de sus padres se quedan embobados con las atracciones de colores; los muchachos jóvenes prueban su fuerza golpeando punchs de boxeo en las máquinas que miden la potencia; algunos hombres prueban puntería ante la mirada admirada de sus parejas o su hijos.<br />
Las muchachas negligen sus velos y pañuelos en máquinas que giran sobre su eje y las agitan colgando cabeza abajo mientras el público murmulla o grita asustado. Las señoras mayores se reposan con un té, a ser posible sentadas en un topchan en cualquiera de las cafeterías situadas a la sombra de los árboles.<br />
Hay coches eléctricos montados por niños muy pequeños que se te cuelan entre las piernas. Vendedores de maíz, de algodón dulce y de manzanas caramelizadas. La música nunca es ensordecedora, pero sí permanente.<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-dv-4NK8leuE/XazDFWZSOCI/AAAAAAABmww/uRHBd--Czwg-uyveU6noVf0HFEuOIOwTgCK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5ac17.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://2.bp.blogspot.com/-dv-4NK8leuE/XazDFWZSOCI/AAAAAAABmww/uRHBd--Czwg-uyveU6noVf0HFEuOIOwTgCK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5ac17.jpg" width="320" /></a>Los parques de atracciones son el pulmón de cada ciudad y un lugar atemporal de vida y alegría que derrocha paz. Pequeños oasis de felicidad en el centro de todas las ciudades. Una de las delicias que sobreviven en Uzbekistán. <a href="http://3.bp.blogspot.com/-vjjl3FaVSU8/XazC4_J1ylI/AAAAAAABmwg/SFxMxjFbK7AqykjdK3vETuOgvm3W5CuugCK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a8be.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-vjjl3FaVSU8/XazC4_J1ylI/AAAAAAABmwg/SFxMxjFbK7AqykjdK3vETuOgvm3W5CuugCK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a8be.jpg" width="240" /></a></div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-36605071915392524962019-08-15T15:58:00.000+05:002019-10-28T01:30:40.272+05:00UZBEKISTÁN O LA TURISTIFICACIÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<div class="MsoNormal">
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cadencia histórica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Por aquí las civilizaciones vienen y van. Algunas dejan
huellas visibles yotras desaparecen o, a lo sumo, se vuelven pasto
de la arqueología especializada. Ha sido así desde siempre. Prácticamente desde que nace la civilización humana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Así que cuando Alejandro Magno arrasó Samarcanda la ciudad era ya un
sitio floreciente con una rica cultura propia. Tras la masacre, se reinventó mejor aún.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Muchos siglos después -que son también son muchas vidas
transcurridas una detrás de otra- fueron las hordas mongoles las que pasaron a
fuego el lugar. Para entonces habían pasado ya otro puñado de civilizaciones,
incluyendo diversos grupos de árabes poco dispuestos a abandonar la zona. Gengis Khan no dejó una piedra en pie; hasta tal punto que la ciudad sólo pudo reconstruirse a unos kilómetros de la anterior, sobre el
campamento del guerrero. Volvieron a pasar siglos y generaciones hasta que el
imperio ruso se apropió de estas tierras. La geografía, el paisaje, debe ser lo único
que permanece en el tiempo. El oasis que se abre tras el desierto, las lomas amarillentas, los ríos que serpentean alrededor de la ciudad deberían seguir siendo los mismos de siempre, con unos u otros.<br />
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acabaron -a menudo a cañonazos- con un modo de vida. A cambio trazaron avenidas
rectilíneas y, esta vez sí, desviaron los ríos para convertir el desierto en campos de
algodón.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Así que finalmente, de todo este tiempo el paisaje tampoco es testigo mudo. Se
ha ido llenando de símbolos. O ruinas. La arena del desierto y la pobreza de
los materiales los unifica y a veces los vuelve casi indistinguibles. Hay mausoleos árabes, madrasas de la época de
Tamerlán. Mezquitas y minaretes de todos los siglos. Ciudadelas que combatieron
a los soviets. Esa acumulación de construcciones sumadas a lo largo de los
siglos es la causa de la horda más reciente que acecha las estepas y los oasis
uzbecos: el turismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
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historia de guerras y desolación periódica sólo lo cautiva la magia de los
relatos de la ruta de la seda durante el siglo de Tamerlán. La imagen
pintoresca de las caravanas que iban del Mediterráneo a China. Aquí, en la
mitad del camino, las ciudades de Jiva, Bujara y la propia Samarcanda eran
parada obligada. A veces incluso destino final, pues en ellas se intercambiaban
los productos llegados de cada extremo de la ruta. El mito seguramente lo
inventara Marco Polo, pero las autoridades uzbecas no dudan en fomentarlo con
una simplicidad perfecta para el turismo de masas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y en su nombre, esas autoridades han emprendido una
restauración brutal de esos monumentos que, a menudo, implica cambios drásticos
en las propias ciudades. En los minaretes y las madrasas muchos de las antiguas
teselas de esmalte turquesa han sido sustituidas por azulejos brillantes de
cuarto de baño. Han reconstruido cúpulas hundidas desde hace siglos y decorado
con frescos y oro interiores que muchas generaciones sólo conocieron de piedra o cal. El resultado es efectista y, sobre todo, gusta mucho
al turista.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
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los palacios y tras decorarlos para que luzcan como una brillante caja de
bombones decidieron situarlos en un entorno propicio para el turista. De lo que
se trató es de hacer parques temáticos que evocaran la ruta de la seda medieval
tal y como aparece en las películas. Para ello lo. rimero fue hacer espacio.
Miles de casas tradicionales han sido arrasadas, y lo son aún, en cada una de
las tres ciudades mágicas. En Samarcanda se ha dejado la plaza de Registan en
medio de una llanura inmensa donde solo se ven las cúpulas de las tres
madrasas. Además han conectado todas las antigüedades con un enorme y moderno
parque llano creado a base de demoler barrios enteros. En Bujara y sobre todo
en Jiva la ciudad antigua es una ciudadela adónde no entran más que los turistas y sus servidores; una mera acumulación de edificios visitables y tiendas
de souvenirs construida tras expulsar a los vecinos y tirar abajo la mayoría de sus
casas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Rebaños de turistas pasean cada día por estos parques
temáticos recién construidos disfrutando de su ambiente de antigüedad,
visitando monumentos y sin extrañarse de no cruzarse con más uzbecos que los
que atienden las tiendas y servicios para turistas.<o:p></o:p><br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-uSdmwJXj-rM/Xay-7YCUleI/AAAAAAABmu4/HAcEPG6JI1kBl2gKoB6UT-hXNDGVexhkQCK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a6a0.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://4.bp.blogspot.com/-uSdmwJXj-rM/Xay-7YCUleI/AAAAAAABmu4/HAcEPG6JI1kBl2gKoB6UT-hXNDGVexhkQCK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a6a0.jpg" width="320" /></a>Si volviera a estas tierras Ruy Gonzalez de Clavijo le costaría mucho describir ningún tipo de cultura local como no saliera de las murallas reconstruidas y se perdiera en los arrabales sin asfaltar. Incluso así debería hacerlo de prisa porque la destrucción y su consiguiente reconstrucción avanzan por días. El embajador de Enrique III probablemente acabara narrando aventuras de grupos disciplinados y aborregados que hacen cola para colocarse un sombrero de cosaco, agarrar una espada de madera y posar para la foto sobre el paisaje de su época. A la caída de la tarde el señor encargado del atrezzo recoge los ropajes de guerreo y cortesana, los escudos falsos y la variedad de tocados. Los guarda en una caja y se va tranquilo caminando hasta su casa en las afueras. Allí se sentará en el patio, rodeado de amigos y de su mujer, su suegra, su cuñada y otras vecinas a comer pilaf y comentar las anécdotas de japoneses y españoles que ni siquiera llegan a enterarse de en qué ciudad se fotografían ese día.<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-LE51q0aYgXg/XbX-R6KXPJI/AAAAAAABnAU/yXfmRA4co5MW4wDMsumwZTzwKdovhM86wCK4BGAYYCw/s1600/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a95f.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://2.bp.blogspot.com/-LE51q0aYgXg/XbX-R6KXPJI/AAAAAAABnAU/yXfmRA4co5MW4wDMsumwZTzwKdovhM86wCK4BGAYYCw/s320/UNADJUSTEDNONRAW_thumb_5a95f.jpg" width="320" /></a></div>
<!--EndFragment--><br /></div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-73459441132377413742019-07-24T17:31:00.000+05:002019-10-01T17:53:13.392+05:00Crónicas de Nísiros<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-SrpYVaF80Wc/XZNLUITZORI/AAAAAAABmSM/wXswrOq49jEnis7VgoSLQhAKvjM6QQPGwCLcBGAsYHQ/s1600/descarga.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="1350" height="131" src="https://1.bp.blogspot.com/-SrpYVaF80Wc/XZNLUITZORI/AAAAAAABmSM/wXswrOq49jEnis7VgoSLQhAKvjM6QQPGwCLcBGAsYHQ/s320/descarga.png" width="320" /></a>Una tarde dos chicos atenienses se sientan en un banco del kafenío
de Andrikos. El kafenío es uno de los sitios más especiales de Nísiros. Está en
una esquina de la plaza de Elikomenis, justo donde acaba la sombra del inmenso
ficus que la cubre por entero. Ha sido siempre lugar de personajes marginales y
parroquianos aficionados al licor, las charlas de marineros y las noches
interminables. Bajo el cartel que anuncia que se trata de un lugar de penas,
repintado con cuidado año tras año, Andrikos sonríe. Los muchachos llevan una
guitarra y un precioso batzouki de mástil muy fino y adornos en madreperla. María,
su mujer, les pone una botellita de tsipouro y dos vasos pequeños. Al momento
llegan también tres chicas jóvenes que se sientan a la misma mesa de los
músicos. Ellas son delgadas, están morenas de muchos días de playa y van con
shorts muy short. Ellos tienen barba cerrada y negra, camiseta y pantalón
corto. Todos son guapos, se han conocido esa misma mañana en la playa y
quedaron en verse aquí y tocar juntos. El grupo desentona ligeramente con los
habituales del local que suelen ser mayores, solitarios y castigados; pero si
hay en la isla un sitio donde cabe cualquiera, es aquí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-u4eoP79TdBs/XZNLR2-YtzI/AAAAAAABmRs/3-iSJnmj_j015ITQD63v3lvNe6QCf1BUQCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190711_205305.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="740" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-u4eoP79TdBs/XZNLR2-YtzI/AAAAAAABmRs/3-iSJnmj_j015ITQD63v3lvNe6QCf1BUQCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190711_205305.jpg" width="320" /></a>Apenas los muchachos empiezan a entonar canciones
tradicionales (uno de los muchachos es un virtuoso del laúd, el otro tiene una
voz preciosa y una de sus amigas hace los bajos con la guitarra) el resto de
mesas se van llenando de gente que los acompaña. La gente llega poco a poco
pero sin cesar. Cogen unas sillas, se sientan donde haya un hueco y al momento
están también cantando. Andrikos y su mujer acomodan a todo el mundo y le ponen
de beber. Es ésta una música muy participativa. Cualquiera puede unirse y a
menudo la próxima canción se decide entre varias mesas. Por el pueblo se ha
corrido la voz de que hay música y alguien ha ido a buscar a Alexandros. Es del
propio Mandraki pero su familia se mudó al continente para que él y su hermano
pudieran estudiar. Estos días han vuelto todos a la isla y se les ha visto
acompañando a su madre a saludar amigos y familiares por todos los rincones de
Nísiros. Esta tarde lo van a buscar porque a pesar de su aire friki y sus
estudios de informática es un virtuoso del violín. Llega al kafenio y le
acercan una silla a la mesa de los músicos. Saca el violín de su funda y en
nada se une a las canciones.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-oF6iaB2_l_M/XZNLSnZMbII/AAAAAAABmR4/8Y-643EfYSgPEY70U9hwZRskBEiifGzywCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190716_204437.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="1110" height="160" src="https://1.bp.blogspot.com/-oF6iaB2_l_M/XZNLSnZMbII/AAAAAAABmR4/8Y-643EfYSgPEY70U9hwZRskBEiifGzywCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190716_204437.jpg" width="320" /></a>La fiesta va a durar hasta bien entrada la madrugada. Algunas
mesas se van vaciando pero los parroquianos de siempre piden más tsipouro y más
cerveza. Se saben todas las canciones. La música se oye por las estrechas
callejuelas de Mandraki. Forman un laberinto intrincado que recuerda al de una
Medina árabe pero su trazado responde en realidad a un intento de evitar los
vientos fríos del invierno. Pero ahora es verano y por una vez el pueblo pierde
algo de su aire silencioso y tranquilo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nísiros es una de las islas griegas que mejor ha resistido
los efectos de la invasión turística y la crisis, aunque también aquí haya
modos de vida que se van extinguiendo. En las islas vecinas la crisis terminó
de empobrecer a la población. Quién no vivía ya del turismo sólo pudo encontrar
un hueco en ese mercado, aunque fuera vendiendo i alquilando su casa, o irse.
Aquí, sin embargo, la gente no vive sólo de eso. Los ingresos que aportan las excursiones
de Rusia, polacos o ingleses que desembarcan cada mañana desde Kos o Bodrum son
una ayuda para muchas familias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-EMq2UcHPo4E/XZNLRxzmI3I/AAAAAAABmR0/6nH8RQdOmQMmBHF4mROsCNbWBy_GZtC1gCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190711_185835.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="740" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-EMq2UcHPo4E/XZNLRxzmI3I/AAAAAAABmR0/6nH8RQdOmQMmBHF4mROsCNbWBy_GZtC1gCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190711_185835.jpg" width="320" /></a>Durante todo el verano, a media mañana, los barcos sueltan
su cargamento humano en el muelle de los ferries. Son grupos compactos de
decenas o centenares de turistas guiados for azafatas solícitas y protectoras. A
la mitad de ellos los suben inmediatamente en autobuses que los llevan hasta el
cráter de santo Stefano en pleno centro de la isla. Allí, entre fumarolas y
bajo un fuerte olor a azufre posan con aire aventurero y se toman fotos que subtitulan
siempre con algo tipo 'paisaje lunar'. Luego los acarrean a la cantina del
lugar, gestionada por uno de los personajes más entrañables de la isla y,
eventualmente, su novia de turno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras, la otra mitad se adentra en masas compactas por
las calles de Mandraki. Los llevan a tiendas concertadas para comprar toallas
de hilo, botellitas de soumada, tomates confitados o simplemente souvenirs y de
ahí suben hasta el monasterio de la virgen María, instalado sobre el antiguo
castillo. Ante el icono de la virgen, en la gruta, las turistas rusas -tapadas
por chales y velos- se persigan repetidamente, cuelan papelitos con peticiones
en cirílico por las rendijas de la pared y acosan al cura para que les venda
velas, estampas y reliquias diversas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-HrJWpsG7FhY/XZNLTF1fL6I/AAAAAAABmSE/AJlBZa-t8iwwz1mY3KNCJuSx9xz7YKkMgCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190720_234139.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="740" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-HrJWpsG7FhY/XZNLTF1fL6I/AAAAAAABmSE/AJlBZa-t8iwwz1mY3KNCJuSx9xz7YKkMgCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190720_234139.jpg" width="320" /></a>Tras la visita cultural los grupos de turistas son dirigidos
hacia los restaurantes de la mismísima plaza Elikomenis (en los que en verdad
se come deliciosa comida isleña) o a los de la margen del mar donde les
ofrecerán pescado que llegó esa mañana en sus mismos ferries. Unos y otros
restaurantes pagan comisiones suculentas a las modosas azafatas de turno. Junto
al mar hay un restaurante que cada mañana, mientras las tiendas de souvenirs
sacan sus productos, cuelga de un cordel los mismos tres pulpos secos. Los
turistas les hacen unas fotos preciosas y consumen felices cefalópodos
congelados.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-1ENenjjp0bE/XZNLTl0OtjI/AAAAAAABmSI/sGjLX0wodP4wj--K58H9ETZebOYxAa8LgCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190722_161325.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="416" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-1ENenjjp0bE/XZNLTl0OtjI/AAAAAAABmSI/sGjLX0wodP4wj--K58H9ETZebOYxAa8LgCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190722_161325.jpg" width="239" /></a>Tras la comida los grupos se intercambian. Los del
monasterio van al volcán, y viceversa. Sobre las cinco, afortunadamente, todos
los turistas se van y la isla vuelve a la normalidad. En el restaurante
descuelgan los pulpos hasta el día siguiente y los lugareños vuelven a salir a
la calle saludando a todo el que se cruzan y mirando intrigados cualquier
rostro extraño. Pasear por la tarde por los callejones de Mandraki implica
llevar siembre el yiasas en la boca para colocarlo a los grupos de señoras que
se va cruzando uno. En ese ambiente, es fácil imaginar que en la isla todos,
absolutamente todos, se conocen. Circulan los cotilleos, pero también la
solidaridad. El panigiri de San Pantaleón lo preparan entre todos. Hace unos días se
corrió la voz de que Michailis iba a tocar por la noche en To Balconi.
Michailis el El violinista favorito de la isla, el que alegraba siempre los
panigiris hasta que empezó a trabajar para la compañía eléctrica, con horarios
en el continente y hace un par de años que no puede. Así que al saber que iba a
tocar en el bar de su familia (un santuario de la comida casera con vistas al
cráter e historia en la resistencia antifascista) toda la juventud se organiza
para subir a Emporio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nísiros, a diferencia de la mayoría de islas del Egeo, siempre
ha tenido la capital junto al mar, a los pies del castillo caballero, a pesar
de los piratas. Aún así, Emporio ha servido históricamente como refugio en la
montaña. Situado en la cresta más alta y hecho de sólidas casas de piedra era
más defendible. Como sucede con las Horas de tantas islas, estuvo a punto de
quedar deshabitado y en gran parte de convirtió en una ruina que sólo ahora
empiezan a reconstruir griegos y empresas acaudaladas. La subida desde Mandraki
o Paloi no es fácil y aquí no todos el mundo tiene coche o moto, pero la
pandilla de músicos más descarada del lugar no iba a dejar de subir por eso.
Cogieron un camión de obras y en el volquete subieron todos con sus mujeres,
amigos e instrumentos. Una vez que dieron su propio concierto, con bajos y
liras cretenses entre las ruinas, en la entrada del diminuto kafenio de la
iglesia bajaron todos de nuevo por el mismo sistema, con muchas copas de
tsipouro encima. Del volquete salían risas, canciones y música y la carretera
fue una fiesta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-rH7U-DwHFJE/XZNLR6OTnvI/AAAAAAABmRw/OwGy9iljeXE5RqFkOVaFA5XB22SgeuTMgCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190715_184358.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="740" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-rH7U-DwHFJE/XZNLR6OTnvI/AAAAAAABmRw/OwGy9iljeXE5RqFkOVaFA5XB22SgeuTMgCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190715_184358.jpg" width="320" /></a>Personajes como estos abundan en el lugar en una lista que
incluye propietarios de chiringuitos enamorados de los hippies, encargados de
bar que ligotean hasta la madrugada con la ceramista del pueblo, bomberos
viriles que viven sólo para bailar, italianos nacionalizados y actores varios.
Con esa fauna se explica que en las elecciones siempre gana la izquierda,
aunque en las últimas los datos dan hasta siete votos a un partido trotskista y
trece a los fascistas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los panigiri no son sólo fiesta, sino la gran ocasión social
de la isla. Absolutamente todo el mundo hace acto de presencia en la ermita de turno.
La gente come mucho, bebe mucho, baila mucho … pero todo se hace sin dejar de
mirar alrededor, controlando permanentemente al resto de la gente. Cómo en toda
comunidad pequeña, los cotilleos forman parte esencial de la vida cotidiana de
los habitantes de Nísiros. Se comentan los embarazos, las compras, las ruinas,
los amoríos e infidelidades,… Nadie es realmente de aquí si no está al día de
quien se ha comprado un coche nuevo o quién se pelea a menudo con su marido. No
hace falta ir al panigiri para enterarse de todo ello, pero es el lugar ideal
para ponerse al día a la vista de los protagonistas. Las anécdotas de los
panigiri dan conversación para semanas, o meses. La señora que se emborrachó,
la pareja inesperada que bajó con disimulo a la oscuridad de la playa, el
anciano que bailó hasta la madrugada o el muchacho al que dejaron olvidado sus
amigos. Todo se cuenta y se vuelve a contar hasta llenar a veces las noches
invernales de viento y lluvia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-7sRUILJMlMY/XZNLS7yu-fI/AAAAAAABmR8/VU5kePTBF7gMYLCeNnIXGJL2d_8Xo_-NACLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190717_183025_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="416" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-7sRUILJMlMY/XZNLS7yu-fI/AAAAAAABmR8/VU5kePTBF7gMYLCeNnIXGJL2d_8Xo_-NACLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190717_183025_Bokeh.jpg" width="239" /></a>En invierno llueve mucho. A veces durante semanas enteras la
calle que baja de la akropolis se convierte en un torrente y los vecinos sólo salen a la calle con
botas de agua. Cuando no hay turistas, la isla vive de La Fábrica. Así es como
llaman a la cantera de la empresa LAVA en el islote de Gyali. En la antigüedad
era el principal centro de producción de obsidiana del Mediterráneo. Ahora
viven sobre todo de la piedra pómez. La empresa paga un enorme canon al
ayuntamiento y emplea a la mayoría de los ciudadanos. Cada días unas barcas
llamadas kaikas van y vienen cargadas de obreros entre Mandraki y Gyali. Y LAVA
es el poder en la sombra omnipresente pero nunca mencionado. Y un poder con
bastantes sombras en sí mismo, sobre todo desde el punto de vista ecológico,
pero en Nísiros no se habla de ello, con el trabajo no se juega. Gracias a esta
fuente de trabajo e ingresos el lugar no se ha despoblado. Ni siquiera cuando se
han ido perdiendo los cultivos tradicionales.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque no lo parezca, está isla volcánica sembrada se lava
por todas partes, es un sitio bastante fértil. Las laderas de los cráteres
están recortadas en terrazas milenarias donde siempre se han cultivado olivos.
Los arroyos y manantiales dieron lugar a una industria floreciente de almendras
que junto al aceite de oliva eran el producto principal de Nísiros. Ahora hasta
para hacer la soumada hay que importar las almendras de fuera y la isla está
sembrada de vestigios de los antiguos molinos de aceite. Las numerosas huertas
ahora son para producir los vegetales que se consumen aquí. En ellas crecen los
granados, las parras y las higueras. Junto a las playas y los puertos crecen
impávidos las mismas viejisimas sabinas del resto de Grecia. A su sombra, en la
playa de Mandraki, organiza el Alcalde el tradicional torneo de volleyball.
Durante una semana, cada tarde el pueblo entero se congrega junto a esa playita
escasa a disfrutar de la competición. De cada pandilla de chicos y chicas del
pueblo salen varios equipos de cinco o de tres y la pelea es feroz. Las señoras
lo contemplan desde la cafetería de Eleni, con el comentario irónico siempre en
la boca.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-r5-H9YgGVLg/XZNLTDsrTNI/AAAAAAABmSA/SCgwx4OOl5sAl2ETPppldpclCAT5PIdCgCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20190718_204836.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="740" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-r5-H9YgGVLg/XZNLTDsrTNI/AAAAAAABmSA/SCgwx4OOl5sAl2ETPppldpclCAT5PIdCgCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20190718_204836.jpg" width="320" /></a>Los poquísimos turistas que pernoctan en la isla no suelen
ver esto. Hay un grupo de hippies griegos que se instalan en tenderetes en la
playa de Página Ammos. Sólo salen para ir a beber cerveza y cargar los móviles
en El Oasis, el único y épico chiringuito de la isla. Lógicamente corren
rumores de lujuria y bacanales en ese campamento básico cuyos ocupantes pasan
el día desnudos, pero la realidad parece ser menos interesante. Otro grupito de
intelectuales venidos a menos de aloja en los baños municipales, en Loutra. Un
balneario relativamente aislado dónde puedes bañarte en bañeras de agua
sulfurosa a 45 grados, cortesía del volcán. El lugar viene con taberna incluida
y sus habitantes consiguen siempre un mismo aire de secta y espiritualidad
marca de la casa. En cuanto a los que se quedan en Mandraki y por la noche van
a ir a tocar el batzouki o beber en Andrikos suelen disfrutar del atardecer en
la cercana cala de Hohlaki. Es una playa coqueta a los pies del castillo que en
vez de arena tiene unos enormes cantos rodados. Cuando los arrastra el agua
hacen un ruido especial, de esos que uno grabaría para hacer música de
relajación. Ahí los lugareños hacen todo tipo de cosas venales, especialmente
por las noches, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y los turistas meditan y
se vuelven trascendentales.<o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sólo la noche, la música y el tsipouro los une a todos de
nuevo y es señal de que es verano.</div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-15914867154446376742019-06-18T00:21:00.001+05:002019-11-14T16:27:31.061+05:00La Corniche (Barrios de Beirut, 5)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-BUnuP1beubQ/XQfxQWhXmjI/AAAAAAABZnM/M5d-24jEj7wa1DNRy-fAu9c0-yXSgtiGgCLcBGAs/s1600/IMG_20190607_192009_20190607214031821.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1273" data-original-width="1407" height="180" src="https://1.bp.blogspot.com/-BUnuP1beubQ/XQfxQWhXmjI/AAAAAAABZnM/M5d-24jEj7wa1DNRy-fAu9c0-yXSgtiGgCLcBGAs/s200/IMG_20190607_192009_20190607214031821.jpg" width="200" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Hay una foto del verano de 1975, durante uno de los primeros alto el fuego
de una guerra que nadie preveía que fuera a durar años,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la que se ve la Corniche abarrotada de
gente deseando disfrutar de unas horas de paz. En aquel momento la ciudad
apenas empezaba a estar dividida. Mucho después he escuchado el relato de niños
cristianos nacidos aquellos años que aún recuerdan con emoción cuánto les
sorprendió el día que acabó la guerra descubrir que Beirut tenía ese enorme y
vibrante paseo junto al mar. Habían crecido aquí, pero sin poder conocer uno de
los espacios más significativos de la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-M5GvLQJZyuM/XQfxZRKSLGI/AAAAAAABZnU/K4R8AxLTC8kqREdF1IYF9dTwYvn1QGjKgCLcBGAs/s1600/IMG_20190522_185022.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="150" src="https://1.bp.blogspot.com/-M5GvLQJZyuM/XQfxZRKSLGI/AAAAAAABZnU/K4R8AxLTC8kqREdF1IYF9dTwYvn1QGjKgCLcBGAs/s200/IMG_20190522_185022.jpg" width="200" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La Corniche es todo el paseo marítimo hasta la playa de Ramlet al-Baida,
pero se suele hablar de ella para referirse al espacio entre la trasera del
Hotel Saint George y la Noria Ferri. Un paseo ancho, delimitado por una baranda
que da al la orilla rocosa del mar. Huele a sal y a alcantarilla y a lo lejos
se ven las luces de Jounieh cayendo al mar desde las montañas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Tomás Alcoverro - que es el decano de los numerosos corresponsales
españoles en la ciudad y vive aquí desde antes de la guerra, más que el
mismísimo Robert Fisk – cuenta en un artículo que en las palmeras de la
Corniche aún pueden verse agujeros de bala. Yo no los encontraba hasta que hace
poco me fije en el tronco de las que están delante del campo de juego de la
AUB, que fue pista de aterrizaje de los helicópteros de los marines y en verdad
están agujereados. Como estaban tantas paredes de Beirut en mis primeros viajes
aquí al acabar la guerra. Y esas palmeras están justamente donde surgió la idea
de la Corniche.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-c-BNC1m_898/XQf6ocINoWI/AAAAAAABZo0/c0exbeTYHpEY6DALf10skG9FBjqUJcw5QCLcBGAs/s1600/IMG_20190610_103732-ANIMATION.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="486" data-original-width="972" height="160" src="https://1.bp.blogspot.com/-c-BNC1m_898/XQf6ocINoWI/AAAAAAABZo0/c0exbeTYHpEY6DALf10skG9FBjqUJcw5QCLcBGAs/s320/IMG_20190610_103732-ANIMATION.gif" width="320" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Hasta mediados del siglo diecinueve la zona era sólo las rocas finales de
una colina que se hundía en el mar. Durante la dominación otomana de la ciudad,
cuando Beirut deja de ser un pueblo concentrado en la ciudad baja se emprende
la colosal tarea de rellenarla con piedras hasta hacer un ancho paseo plano. En
la decisión tuvo que ver que el germen de la AUB se hubiera instalado justo
allí. De esa antigua Beirut que daba directamente al mar, sin paseo posible,
queda una muestra que suele pasar desapercibida al turista: la pequeña bahía de
Ain al-Mreisseh, al principio del paseo, donde aun fondean pequeñas barcas de
pescadores que salen al mar por un puente oculto bajo la avenida. Es un sitio
mágico, con algunos bajos antiguos con preciosas puertas de madera donde se
guardan las barcas. Desde ahí el paseo sigue hasta el faro de la ciudad.</span><br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-soyyEl9XRAM/XQf6y-YcztI/AAAAAAABZo4/Vt_xwdADc1EJj6iHuE8km3p6X5gQLVqgACLcBGAs/s1600/IMG_20190523_191501.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-soyyEl9XRAM/XQf6y-YcztI/AAAAAAABZo4/Vt_xwdADc1EJj6iHuE8km3p6X5gQLVqgACLcBGAs/s200/IMG_20190523_191501.jpg" width="100" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Un
faro sin gracia que una noche de 2006 se convirtió en objetivo de los
bombardeos israelíes, pero fue rápidamente reconstruido. Lo llaman el faro nuevo y su antecesor, el faro
viejo, está en la colina de Hamra, justo encima de la Corniche, pero ha quedado
tan enterrado entre los bloques de apartamentos que han tenido que levantarlo
varias veces. </span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Junto al faro nuevo está el Palace Cafe Manara, uno de los populares
restaurantes clásicos junto al mar donde las familias solían celebrar los
cumpleaños, las graduaciones y otras ocasiones especiales. Un poco más
adelante, el paseo termina en la noria. La misma que tantos reporteros
españoles han presentado siempre como una metáfora misma de la ciudad, pero que sin su valor simbólico no es más que la estrella de un pequeñísimo parque de atracciones junto al mar:
una noria de hierro basto y mayormente oxidado que rechina al girar pero que
proporciona unas deliciosas vistas de la ciudad y su costa. El parque funcionó
ininterrumpidamente durante toda la guerra y sólo fue verdaderamente dañado con
el coche bomba que en 2007 mató aquí mismo al fiscal Walid Eido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Así que de la Noria a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ain
al-Mreisseh y viceversa los beirutíes disfrutan su paseo marítimo. Arriba y abajo. Pero es un espacio en continua mutación; la
Corniche cambia de público y de ambiente varias veces al día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-kEFk4y6sLnU/XQfy-2lCQwI/AAAAAAABZoc/uuvqT9qIiTYf-g9Dpxk7gYrGUpKwz-HJgCLcBGAs/s1600/IMG_20190607_194028.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-kEFk4y6sLnU/XQfy-2lCQwI/AAAAAAABZoc/uuvqT9qIiTYf-g9Dpxk7gYrGUpKwz-HJgCLcBGAs/s200/IMG_20190607_194028.jpg" width="150" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Por la mañana temprano, justo cuando amanece, la Corniche se llena de
señoras elegantes que salen a correr. Vienen en coche, desde Ashrafieh o Badaro
o Verdún y aparcan junto a la marina de Zeitouna. Van tan temprano porque dicen
que hace menos calor y para después poder llegar a tiempo a la oficina donde se
suponen que trabajan como responsable de marketing de una boutique, llevando la
agenda de una agencia de seguros o, más frecuentemente, de decoradora de
interiores. Dicen también que a esas horas hay menos hombres el paseo y los que
hay las miran menos, así que sobrellevan mejor<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>los michelines de más que enseñan bajo las mallas de marca. Todo eso me
lo han contado, porque la verdad es jamás he madrugado tanto sin que fuera por
necesidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-tJxRyBbWShQ/XQfxjtuNtzI/AAAAAAABZnc/lzPqDJtK3z8fQau0Kkp_s2mhO8ixbp5BACLcBGAs/s1600/IMG_20190522_185529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1027" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-tJxRyBbWShQ/XQfxjtuNtzI/AAAAAAABZnc/lzPqDJtK3z8fQau0Kkp_s2mhO8ixbp5BACLcBGAs/s200/IMG_20190522_185529.jpg" width="128" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La mañana es el tiempo de los pescadores. La gran mayoría son desempleados
de los barrios del sur de Beirut, pero hay un puñado que viven de esto. Los
capitanea un hombretón gordo e irascible que se instala desde temprano en su
silla de playa bajo una sombrilla justo donde empieza la rampa que lleva a las
rocas. desde allí funciona como el capo del grupo, controlando a los muchachos
tatuados y tan morenos que parecen negros o pielesrrojas y que se pasan el día
sacando pescado. Usan Unas cestas trampa que dejan en el fondo del mar
señaladas por boyas y que van recogiendo después poco a poco a lo largo del día
desde unas balsas improvisadas. Las sacan llenas de pececillos brillantes y
saltarines. Luego un compañero limpia los peces en las rocas y los sube hasta
la sombrilla en cajas, listos para la venta al público. A mediodía el jefe los invita
a veces a Mouloukhia, que trae desde casa en tarrinas de plástico.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El resto de pescadores es muy variado. Predominan lo señores de mediana
edad, pero cada vez hay más jóvenes. Muchos se instalan aquí el día entero,
sobre todo encima de las alcantarillas que desembocan directamente al mar.
Pocos reconocen estar aquí sólo por entretenerse. Y los menos lo hacen por
complementar su dieta. La mayoría<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aspira
a pescar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo suficiente como para poder
venderlo pero lo cierto es que, según me cuentan, cada día pescan menos.</span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En
invierno, la mañana es también el momento de las pandillas de adolescentes
semimarginales que se entretienen con el arriesgado deporte de saltar desde la
baranda del paseo y clavarse en algún trocito de agua entre las rocas, en un
remedo poco glamuroso de los saltos de Río de Janeiro o de Mostar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-my1SzbkcC74/XQfxq5fgRTI/AAAAAAABZnk/DSGj41aCv6072MsPy16Yq5uvFatWC03MgCLcBGAs/s1600/IMG_20190602_153031_20190602180820798_20190602181129452.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1019" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-my1SzbkcC74/XQfxq5fgRTI/AAAAAAABZnk/DSGj41aCv6072MsPy16Yq5uvFatWC03MgCLcBGAs/s200/IMG_20190602_153031_20190602180820798_20190602181129452.jpg" width="126" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ZGX0iijqKoI/XQf7FxRzGhI/AAAAAAABZpI/IG1fb9anrHEfSmHDM_ubT6re-SMe_c5QwCLcBGAs/s1600/IMG_20190610_192113.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-ZGX0iijqKoI/XQf7FxRzGhI/AAAAAAABZpI/IG1fb9anrHEfSmHDM_ubT6re-SMe_c5QwCLcBGAs/s200/IMG_20190610_192113.jpg" width="100" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Después de la comida, en los meses de calor las rocas junto al mar se
llenan de hombres y muchachos que van a nadar. Son sobre todo musulmanes;
algunos, refugiados. Se instalan entre las rocas. Algunos llevan sus narguiles
listas. Otros simplemente se dan unos buenos chapuzones aprovechando los
numerosos recovecos de entre las rocas. Hay quien recoge algas y, como en todas
las playas del mundo, niños recolectando burgaillos y metiéndolos en botellas
de plástico. Muchos adolescentes organizan competiciones de salto. El mar está
siempre sucio de desperdicios flotantes y de los desechos de las alcantarillas,
pero los bañistas de media tarde lo disimulan perfectamente y, entre la basura,
transmiten una imagen paradisíaca de la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A la caída de la tarde vuelven por la Corniche los deportistas de todo
tipo. Se mezclan entonces con los niños que han alquilado bicicletas y
triciclos. A medida que se acerca la puesta de sol aumentan las familias
cargadas de niños y el paseo se va llenando de grupos, de narguiles, de luces,
de vendedores, y de vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Los vendedores de la Corniche han sido siempre una parte esencial del
paisaje humano de Beirut. Hay vendedores de algodón de azúcar que llevan los
algodones en bolsas y de lejos, al andar, parecen una escultural surrealista de
bolas rosa. Vendedores de globos, de agua, de tabaco. Niños que ofrecen rosas o
guirnaldas de gardenia. Carritos con mazorcas hervidas o asadas. Fotógrafos con
su cámara polaroid ofreciendo fotos instantáneas. Hay vendedores de aviones de
corcho o de paracaídas luminosos. A cambio algunos de los vendedores más
pintorescos de siempre van desapareciendo del lugar y raramente se les ve fuera
de las ciudades del sur del Líbano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-vhuuPp6pwYw/XQfyJ-7ZRxI/AAAAAAABZn4/lWuZhWEfkH8LzhZ6WCUmbYKEz5iU8B_-ACLcBGAs/s1600/IMG_20190607_192609.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-vhuuPp6pwYw/XQfyJ-7ZRxI/AAAAAAABZn4/lWuZhWEfkH8LzhZ6WCUmbYKEz5iU8B_-ACLcBGAs/s200/IMG_20190607_192609.jpg" width="150" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Iftr8oqm3vY/XQfyN8fIWQI/AAAAAAABZn8/x1V3imp3M1YJ6AXuDuVLWiEoo_NfcHRXQCLcBGAs/s1600/IMG_20190610_191319_20190610213609281.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="921" data-original-width="739" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-Iftr8oqm3vY/XQfyN8fIWQI/AAAAAAABZn8/x1V3imp3M1YJ6AXuDuVLWiEoo_NfcHRXQCLcBGAs/s200/IMG_20190610_191319_20190610213609281.jpg" width="160" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Cada vez se ven menos carritos vendiendo kaak. Es la versión libanesa de
los kolouri griegos, aunque aquí tienen forma de pera aplastada y un agujero en
medio para poder colgarlos. Sigue habiendo vendedores de café, con sus enormes
cafeteras labradas humeantes del carbón que las mantiene calientes. De esos no
faltan, pero en la capital se está perdiendo la costumbre de que se anuncien
con el tintineo conseguido chocando dos tazas en una mano. Es una pena porque
era una costumbre que llenaba la ciudad de músicas. Cada vendedor solía tener
su propio ritmo y se lo reconocía de lejos. Tampoco se ven ya los aguadores,
con sus odres cargados a la espalda que sirven por grifos de cobre dorado
cuando se inclinan adelante. En invierno empiezan a escasear los vendedores de
Salep. Eran costumbres que conectaban el país lo mismo con Grecia y Turquía que
con el Magreb. Esto era el levante y siempre fue lugar donde se cruzaban las
culturas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-l2MlHlQbQmg/XQfxozXlxeI/AAAAAAABZng/QrETYTbVZH8ORSmtoBYQK5cMLft74YLAQCLcBGAs/s1600/IMG_20190523_194936.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1060" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-l2MlHlQbQmg/XQfxozXlxeI/AAAAAAABZng/QrETYTbVZH8ORSmtoBYQK5cMLft74YLAQCLcBGAs/s200/IMG_20190523_194936.jpg" width="131" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A medida que anochece familias numerosas y grupos de amigos se hacen los
dueños lugar. Algunos </span>aparcan en el bordillo y abren las puertas del coche para
tener música de ambiente. Hay grupos de señores que sacan su propia lámpara de
led, la cuelgan de una farola y se montan sus partidas de trictrac -que es como
llaman aquí al backgamon- junto al maletero abierto de un coche. Muchas
familias, plagadas de niños, se traen su comida, su narguile, sus juguetes y
hasta sus sillas de playa para instalarse en un trocito de paseo como si
estuvieran en su casa. Tanto bullicio y tanta vida no son del agrado del Ayuntamiento
hipster y elitista de la ciudad que ha colocado hace ya años carteles
prohibiendo las sillas y las narguiles. Últimamente también ha dispuesto una
pareja de policías municipales en bicicleta y uniforme deportivo ultramoderno
que deben vigilar por su cumplimiento. afortunadamente, con nulo éxito
reprimiendo la frescura del lugar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-4pw--q2MZQc/XQfx77G3AgI/AAAAAAABZnw/BWK1XpDoEE0utuIlKVhhAp69a4U28oT1ACLcBGAs/s1600/IMG_20190607_192750.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-4pw--q2MZQc/XQfx77G3AgI/AAAAAAABZnw/BWK1XpDoEE0utuIlKVhhAp69a4U28oT1ACLcBGAs/s200/IMG_20190607_192750.jpg" width="150" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Pese a las transformaciones urbanísticas y a las normas represivas y a los
embates diversos el ambiente del paseo parece resistir. Es, además, uno de los
espacios más interreligiosos de la ciudad. En pocos sitios coinciden tanto las
familias musulmanas que se sientan en las rocas con los cristianos que sacan a
pasear a sus perros, corredoras en camisetas de tirantas y con hiyab,
Pescadores armenios y muchachas embutidas en su chador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Seguramente, nada representa mejor la idea misma de Beirut que este trozo
de Corniche. El shock de los niños cristianos que al acabar la guerra
descubrieron ese paseo en su ciudad no era solo por encontrarse de pronto con
que podían pasear junto al mar, sino porque les resulta tan cercano y tan
propio que de pronto les parecía imposible no haberlo encontrado antes.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-10751454993735665152019-06-06T00:30:00.004+05:002019-06-07T00:23:01.479+05:00Escenas mundanas en Beirut<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
El levante mediterráneo, desde Atenas a Alejandría -y más allá- vivió una época dorada a finales de los sesenta del siglo pasado. Fue un momento de apogeo de la vida nocturna y cultural. De los clubes y los cines y las celebridades de todo el mundo, que paraban por aquí.<br />
La plaza Omonia parecía un pequeño broadway y en el café Zonars Anthony Quinn flirteaba con Sofia Loren.En Alejandría los ecos de Kavafis se extinguían en las noches alcohólicas del Spitfire o el Cap d'Or, mientras en los teatros del Cairo el primer jueves de cada mes cantaba Oum Khaltoum, en directo para todo el mundo árabe.<br />
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-bSBHrxQrJKc/XPgi0aiwazI/AAAAAAABYCU/y_xzUSze2vY2dzt4oHzP3IpsKN-x4OowwCLcBGAs/s1600/IMG_20190517_173825.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1378" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-bSBHrxQrJKc/XPgi0aiwazI/AAAAAAABYCU/y_xzUSze2vY2dzt4oHzP3IpsKN-x4OowwCLcBGAs/s320/IMG_20190517_173825.jpg" width="275" /></a>En el Beirut de aquellos años floreció una escena mundana en torno a la zona de Ein El Mraiseh y el hotel Saint George. San Jorge da también nombre a la bahía y a l<a href="https://www.academia.edu/9572770/_Les_lieux_sacr%C3%A9s_de_Beyrouth_au_Moyen_%C3%82ge._Les_deux_%C3%A9glises_de_Saint-Georges_in_Le_portulan_sacr%C3%A9._Fribourg_2014_pp._71-104">a catedral maronita y a la ortodoxa</a> y a mil cosas más en la ciudad. No es casualidad. La leyenda local cuenta que el auténtico San Jorge, hijo de un potentado local derrotó aquí mismo al dragón o lo que fuera el monstruo que amenazaba la ciudad impidiendo que se acercaran a un manantial. Hay eruditos beirutíes empeñados en documentarlo históricamente: en su favor mencionan la ciudad dibujada en un antiguo icono del santo conservado en la catedral ortodoxa y algunas inscripciones originales de la Mezquita Al Omari, que fue antes iglesia cruzada bajo la advocación del bautista.<br />
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-YlzWpP4GOc0/XPlnqGVFPtI/AAAAAAABYJI/4ffHuxkaVSIk49tn9a_vHnkgJBpI8Qa3wCLcBGAs/s1600/IMG_20190606_192744.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-YlzWpP4GOc0/XPlnqGVFPtI/AAAAAAABYJI/4ffHuxkaVSIk49tn9a_vHnkgJBpI8Qa3wCLcBGAs/s320/IMG_20190606_192744.jpg" width="160" /></a>Los lugares de la proeza están en Mar Mikhail, cerca de mi casa, aunque en Beirut ya nadie lo recuerda. En el lugar exacto donde San Jorge acabó con el dragón hay hoy una mezquita destartalada y polvorienta que da a la autopista. Es <a href="https://magazine.com.lb/index.php/fr/component/k2/item/2464-un-dragon-qui-terrorise-beyrouth-la-l%C3%A9gende-de-la-mosqu%C3%A9e-al-khodr?issue_id=61">la mezquita de Al Khadr</a>. Jadr es el nombre árabe del mismo santo. Está construida sobre una capilla cruzada y hasta hace poco custodiaba una columna con una inscripción instalada aquí por la mismísima Santa Helena. En la edad media aun era un lugar habitado por enormes serpientes. Ahora todo el perímetro de la mezquita es un cuartel del ejercito del Líbano, heredado de las milicias falangistas. Los jeeps militares aparcan pegados a la pared medieval, justo donde estaba el pozo objeto de la lucha. La gruta donde dormía el bicho está en algún patio de la calle Armenia, al lado de la <a href="http://aloneapatrida.blogspot.com/2018/04/blog-post.html">escalera Vendome</a>. En los años cincuenta la cueva <a href="http://almashriq.hiof.no/lebanon/900/910/919/beirut/st-george.html">se usaba como santuario</a> de la virgen. Ahora quizás sobrevive en el garaje o los trasteros de algún bloque de pisos, sin que sus propietarios sepan que viven sobre un lugar famoso en el mundo entero. Y no hay duda, antes que de los ingleses y catalanes, San Jorge es de Beirut.<br />
La bahía de Saint George, convertida hoy en la marina de la aceituna, fue el puerto romano de la ciudad y se conservó casi inalterado hasta hace un par de décadas. En su extremo en los años veinte se construyó el hotel, que empezó pronto a ser frecuentado por celebridades que lo tomaron por un trocito de la costa azul en oriente medio. En los sesenta acogía a espías, vividores, estrellas de hollywood, periodistas y millonarios. Philby pasaba por aquí tanto como los espías judios o jordanos y Elizabeth Taylor y Richard Burton lo escogieron como uno de sus varios nidos de amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-cN-8HbIgFQg/XPgi4xly0OI/AAAAAAABYCc/_Lkypn9TU1UHlyNI5D2zhB0zqPhZqByCgCLcBGAs/s1600/IMG_20190530_144551_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-cN-8HbIgFQg/XPgi4xly0OI/AAAAAAABYCc/_Lkypn9TU1UHlyNI5D2zhB0zqPhZqByCgCLcBGAs/s320/IMG_20190530_144551_Bokeh.jpg" width="320" /></a>Durante la guerra fue ocupado por milicianos, como el Holyday Inn. Escenario de batallas cruentas y quemado. Su piscina, sin embargo,se siguió usando durante la contienda sin perjuicio de que ocasionalmente algún francotirador la eligiera como objetivo.</div>
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Tras la guerra su propietario se convirtió en <a href="http://salah.lababidi.org/politics/stop-solidere-battle-hariris-solidere-el-khourys-saint-george-hotel/">símbolo de la resistencia</a> contra el entramado inmobiliario montado por el presidente Hariri padre. Éste, con la excusa de reconstruir el centro de la ciudad devastado por la guerra expropió toda la parte antigua de Beirut y se lo dio a una sociedad privada gestionada por él mismo: Solidere. Su entramado societario reconstruyó unas pocas manzanas de la época francesa en torno a la torre del reloj y demolió todo el resto del Beirut antiguo que quedaba en pie. Los últimos restos medievales y otomanos cayeron impunemente bajo la picota. En su lugar, Solidere dejó solares arrasados que usa de parking hasta que los va vendiendo progresivamente a inmobiliarias para construir en ellas. Así el precio no cae. El resultado es el actual Skyline de la marina y del centro de la ciudad. Un paisaje que es frecuente en las ciudades del golfo levantadas de la nada, pero que aquí se alza sobre el destrozo de uno de los lugares habitados más antiguos del mundo. Hileras de rascacielos enormes de cristal y cemento peleándose entre ellos por ser el más alto...y el que tenga menos personalidad. Sólo resiste el Hotel Saint George con su tradicional pancarta de '<i>Stop Solidere</i>', cada vez más ajada, colgando en la fachada. El propietario se queja de que han destruido el puerto y es el único que se ha negado a vender, por más presiones y amenazas que sufre. A modo de justicia poética, el azar y los servicios de inteligencia sirios quisieron que justo delante del hotel explotara en 2005 el coche bomba que acabó con la vida de su archienemigo el presidente Hariri.</div>
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-66tzOF7Ly9c/XPgdW75dH_I/AAAAAAABYBk/hLPQ8E_CXJsCyLOtIsgICwAjk-gEN_RvwCLcBGAs/s1600/IMG_20190604_135013.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-66tzOF7Ly9c/XPgdW75dH_I/AAAAAAABYBk/hLPQ8E_CXJsCyLOtIsgICwAjk-gEN_RvwCLcBGAs/s320/IMG_20190604_135013.jpg" width="240" /></a>En su parte de atrás, antes de la Corniche se alineaban hace años los mejores hoteles de Beirut, hoy convertidos en esqueletos abandonados. La primera vez que vine a Beirut, hace casi veinte años, aun se mantenía algo del ambiente setentero, muy en decadencia ya, en la zona de edificios bajos junto al mar. Tras la guerra se habían reconvertido en pequeños clubs de alterne, sórdidos y anticuados.Recuerdo que en la puerta de uno de ellos se sentaba permanentemente un portero anciano y arrugado embutido en unos pantalones bombachos, seguramente recuerdo de épocas mejores como botones de algún restaurante u hotel de postín. Tenía la piel cetrina, mirada cansada y el ceño siempre fruncido entre las arrugas de la cara. Lo apodamos la momia, porque verdaderamente parecía una. Sin embargo creo que era más bien el espíritu de la vieja ciudad, negándose a desaparecer. Como si pudiera parar el tiempo.<br />
Por aquel entonces sobrevivía incluso algún antiguo restaurante de pescado con ventanas a modo de ojo de buey que daban directamente sobre el mar y las rocas. Alguna prostituta alegremente pintarrajeada charlaba con los camareros aburridos y se iba luego a la calle, con otras compañeras que solían dejarse ver en la zona.<br />
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Hoy todo eso ha desaparecido. En su lugar han abierto un concesionario de <i>Rolls Royce</i> y varios restaurantes de lujo. Alguno de ellos incluso ha instalado su pequeña zona de tumbonas sobre una plataforma de madera en el mar que sirve también de atraque a pequeños yates que al llevan a sus ocupantes directamente a la comida y las copas, sin pasar por la calle.</div>
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De los cuchitriles antiguos apenas queda un resto. Sólo una enigmática puerta metálica y oxidada sobre el que una inscripción que apenas deja leerse aun anuncia 'Hotel y restaurante'.Da a un pasillo estrecho y largo. Lo usan los aparcacoches de los restaurantes para sentarse a charlar y eventualmente cobijarse del sol o la lluvia. Paso por delante cada día al ir y venir a la universidad, pero nunca me he atrevido a intentar entrar. a veces imagino que sea un acceso extraño al pasado y que si lo cruzo al final del pasillo voy a volverme a encontrar al viejo portero, vigilando esta vez que nadie se cuele en el antiguo Beirut de la <i>dolce vita</i>.</div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Minet El Hosn, Bayrut, Lebanon33.901425283051566 35.49046457232998433.898130283051565 35.485422072329982 33.904720283051567 35.495507072329985tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-10890012252597645832019-05-29T00:16:00.000+05:002019-06-19T16:03:59.464+05:00El tiempo de las gardenias<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-z8NwI01oYYE/XQoVgDZRMzI/AAAAAAABZ94/_Nu2lSGAAk8Q30UUCn8xKqnFoQyBrRwFgCEwYBhgL/s1600/IMG_20190610_151228.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1143" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-z8NwI01oYYE/XQoVgDZRMzI/AAAAAAABZ94/_Nu2lSGAAk8Q30UUCn8xKqnFoQyBrRwFgCEwYBhgL/s320/IMG_20190610_151228.jpg" width="228" /></a></div>
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Mayo, en Beirut, es el tiempo de las gardenias. Durante unas pocas semanas el olor embriagador de estas flores acecha por las esquinas de la ciudad.La mayoría de los edificios públicos y las tiendas están decorados con plantas de gardenia en macetones.
Es una planta sosa, troncosa, que ni siquiera da mucho verde. Pero en mayo florece. Y lo hace brutalmente. Los brotes se suceden. Salen de un día para otro y se abren en cuestión de horas impregnando de un aroma espeso todo el aire a su alrededor.</div>
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Ese olor es casi tan propio de Beirut como el olor a alcantarilla y sal de la Corniche, al que uno acaba acostumbrándose igual que hay quien es adicto al olor de la lejía.</div>
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Las floristerías de la calle Jeanne D'Arc -que es mi calle favorita de Beirut- sólo venden estos días macetas de gardenias.</div>
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Es como una fiebre que invade a toda la ciudad. La propagan sobre todos los niños que venden guirnaldas de gardenias en los bares, por las aceras y en los semáforos. Raro es el beirutí que no adorna su coche con una de estas guirnaldas de olor empalagoso y en todas las casas hay gardenias en platitos con agua.</div>
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-BNb9OacxSIw/XQoTE-WngKI/AAAAAAABZ9Y/etfD4VOu27IhjYFx02TTekFf50bdu929wCEwYBhgL/s1600/IMG_20190609_202918_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-BNb9OacxSIw/XQoTE-WngKI/AAAAAAABZ9Y/etfD4VOu27IhjYFx02TTekFf50bdu929wCEwYBhgL/s200/IMG_20190609_202918_Bokeh.jpg" width="150" /></a><br />
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Los habitantes de la ciudad cuando viven lejos echan de menos las buganvillas. Se suponen que son la flor más propia de Beirut y no es rara leer poemas de quien ansía volver a ver sus flores moradas enredándose por los árboles de Hamra o de Sursock. Junto a ella hay también quien evoca los ficus que decoraban las antiguas mansiones de tres ojivas de aquí y que, a menudo, cuelan sus raíces en las paredes y producen grietas. Sin embargo, en mayo, Beirut son sólo gardenias.</div>
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Y las gardenias son el símbolo perfecto de que los placeres verdaderos siempre son pasajeros. La magia del instante condenado a desaparecer. Las cosas más bellas son fugaces y brotan a estallidos, como las gardenias.
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-7858794930344105932018-08-30T23:29:00.000+05:002019-03-25T01:15:34.008+05:00ARGÓLIDE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Es imposible viajar por la Argólide, siquiera unos días, sin que le salgan continuamente a uno al paso los personajes y los sitios de la mitología. El viajero llega atraído por la comida griega casera y la rutina de los pescadores, huyendo del bullicio de Nauplio y buscando un lugar donde dejarse ir sin hacer nada, pero la dichosa mitología se le cuela en cualquier intento de vacaciones relajadas.<br />
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-4NRR54XcpJs/XJfhs6jNWrI/AAAAAAABRDg/40M03gFHhiEccSo4wEN39idLQs5suqkzwCLcBGAs/s1600/IMG_20180827_192206.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-4NRR54XcpJs/XJfhs6jNWrI/AAAAAAABRDg/40M03gFHhiEccSo4wEN39idLQs5suqkzwCLcBGAs/s320/IMG_20180827_192206.jpg" width="240" /></a>Llevo unos días así en Mili. Mili es una aldea en el extremo occidental del golfo argólico. Apenas unas casas en el cruce de caminos entre Trípoli, Argos y Nauplio y otras pocas sobre el pequeño puerto y la consiguiente playa de guijarros.<br />
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Es un sitio tranquilo para descansar por donde nunca pasan el turismo masivo ni el de cruceros. Ni casi turismo alguno. Los turistas siempre van con prisas y en estas tierras se limitan normalmente a un breve paso por las gemas deslumbrantes del trillado triángulo que une Nauplio, Micenas y Epidauro.</div>
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Sin embargo, Mili también es la antigua Lerna.<br />
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A las afueras del pueblo, entre el parque infantil y el cementerio, hay un manantial que forma un pequeño lago en el que crece un abundantísimo follaje de cañas y papiros.</div>
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Se trata nada menos qe del lago Pontino, creado con el tridente de Poseidón y la entrada al hades por donde bajó Dionisio. Sin embargo, si por algo es famoso este pequeño lago de Lerna es porque precisamente aquí vivía la Hydra.<br />
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El segundo de los trabajos de Hércules, tal y como nos los cuenta Apolodoro, consistía en matar a esa serpiente marina de cinco cabezas que no dejaba acercarse al agua a los habitantes del lugar. La verdad es que tampoco ha habido nunca unanimidad en torno al número de cabezas, ni podía haberlo porque por cada una que le cortaban surgían dos nuevas. Así que dejémoslo en que eran muchas. Pero vivía aquí. Hércules, con ayuda local, consiguió matarla a base de cauterizar cada cuello recién amputado. A la leyenda se le han buscado explicaciones reales y hay quien dice que la hidra era en realidad la malaria y otras enfermedades que habían hecho del lago un lugar mortífero y que dificultaba el acceso al agua pura, tan necesario para las ciudades estado cercanas.<br />
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-PmnagM3C3HM/XJfh3KGhabI/AAAAAAABRDo/69hdEqkp-FEoVmR53t298JEz8h-xOAW7ACLcBGAs/s1600/IMG_20180827_195220.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-PmnagM3C3HM/XJfh3KGhabI/AAAAAAABRDo/69hdEqkp-FEoVmR53t298JEz8h-xOAW7ACLcBGAs/s320/IMG_20180827_195220.jpg" width="240" /></a>Hoy día el manantial sigue abasteciendo de agua a las principales ciudades de la región, tal y como ha hecho desde la antigüedad. El lago, en cambio, es mucho más pequeño que los cuatro kilómetros cuadrados que tenía en la antigüedad. Lo atraviesa un antiguo puente de hierro del ferrocarril que desde que el gobierno de Atenas apostó por las autopistas costeadas con fondos de la Unión Europea y eliminó este precioso medio de transporte por el Peloponeso, ha quedado prácticamente escondido tras las cañas. Tanto, que resulta impracticable a pie y uno se pregunta si verdaderamente no será aún la boca de entrada al hades y lo de las ramas será cosa de Hera, que acecha con disimulo escondiendo sus pequeños secretos.<br />
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En la época, además. todos los años en sus márgenes se celebraban los misterios de Deméter, en los que un grupo de doncellas aún vírgenes ofrendaban a las aguas corderos y flores. Corderos para la bicha y flores para pedir el regreso de Dionisios. El punto de encuentro perfecto entre la muerte y los placeres vitales del tal Dionisios. Un sitio perfecto, por tanto, para instalarse unos días a disfrutar de la zona y de sus reputados souvlakis, a pesar de que sea playa ventoso y alterada donde a no ser que vivas en un país gris o escandinavo poco se te habrá perdido.<br />
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-gk1Qj_ZjD5g/XJfiK1NE4vI/AAAAAAABRD0/niVXLC5F_uglF_u5EySJ-Z7RIqVKuN7dwCLcBGAs/s1600/IMG_20180828_130338.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://3.bp.blogspot.com/-gk1Qj_ZjD5g/XJfiK1NE4vI/AAAAAAABRD0/niVXLC5F_uglF_u5EySJ-Z7RIqVKuN7dwCLcBGAs/s320/IMG_20180828_130338.jpg" width="320" /></a>Por si fuera poco con las apariciones mitológicas, el lugar tiene la curiosidad añadida de estar ininterrumpidamente habitado desde el neolítico y ser uno de los primeros ejemplos de autoridad colectiva y el lugar donde, al parecer, se inventó la teja como sistema para cubrir edificios. En la casa de las tejas han encontrado almacenes y grandes vasijas donde se guardaba la cosecha colectiva protegida por unos rudimentarios sellos estampados en lacres de barro. Estas ruinas prehistóricas están al otro lado del lago y en el kiosco de la entrada hay tres señoras del pueblo entretenidas en hacer punto. Una de ellas es la que se encarga de vender los tickets, sin perder pie de la charla del resto.<br />
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El viajero que pasa por Lerna necesita en algún momento acercarse a Argos, que es aun la única ciudad con cierta entidad en la zona. En verdad es un pueblo grande, tranquilamente griego y construido en la llanura que se abre a los pies de la antigua argos. De ésta quedan un par de teatros, una piedra con el petroglifo de un caballero, un gran foro a medio excavar, sobre el que se ha construido una iglesia con cementerio, y un nympheo. no es bastante para atraer a muchos turistas, más allá de algunos rusos despistados y destapados que pasean sus gafas de sol por las ruinas antes de parar en el mercado del pueblo a hacerle fotos al pescado.<br />
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<a href="https://2.bp.blogspot.com/-bk0aCf0kiFs/XJfhf0N1EDI/AAAAAAABRDc/29vA8Bn1Ng49eFypLydNdRkF_KgMusKaQCLcBGAs/s1600/IMG_20180828_125014.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://2.bp.blogspot.com/-bk0aCf0kiFs/XJfhf0N1EDI/AAAAAAABRDc/29vA8Bn1Ng49eFypLydNdRkF_KgMusKaQCLcBGAs/s320/IMG_20180828_125014.jpg" width="320" /></a>La capital de la Argólida era famosa por sus caballos, que uno se imagina que pastarían en el abundante verde de las márgenes del río Inajos. El lugar está considerado como la población más antigua de Grecia aunque renació y brilló especialmente con Orestes, el de la tragedia. Es sitio de mitos y de gente brava que fue el auténtico enemigo de Esparta durante toda la época clásica. Bajo la ciudad actual debe estar el palacio donde según el mito el rey Danao -fundador de la ciudad- mandó a sus cincuenta hijas que asesinaran a sus respectivos cincuenta maridos egipcios que, by the way, eran primos suyos. Era su mismísima noche de bodas y todas lo hicieron así, menos la primogénita Hipermestra: algunos dicen que por ser más enamoradiza, otros que por virtuosa; al parecer, sus hermanas esperaron a que los egipcios consumaran sus matrimonios antes de clavarles la daga. Cosas del deseo.<br />
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<a href="https://4.bp.blogspot.com/-F4okFhrw9cU/XJfh_dJfibI/AAAAAAABRDw/vSnrjl8Hlf8TcIRZVt2zwnSbNtwY2rapACLcBGAs/s1600/IMG_20180828_125620.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://4.bp.blogspot.com/-F4okFhrw9cU/XJfh_dJfibI/AAAAAAABRDw/vSnrjl8Hlf8TcIRZVt2zwnSbNtwY2rapACLcBGAs/s320/IMG_20180828_125620.jpg" width="320" /></a>El caso es que la tradición local señala aún los restos ruinosos del lugar exacto en el que se juzgó a la dicha Hipermestra, por desobediente. Debió ser un juicio interesante, tipo doce hombres sin piedad, o más bien la mujer marcada, porque hasta la misma Afrodita intervino, salvando a la muchacha felizmente casada con su querido primo. Las piedras sobre las que se sucedió todo este folletín están en una ladera de la colina, justo detrás de una zona de casitas humildes y rebeldes construidas hace unas décadas. Es un laberinto encalado con aires de zoco, habitado por familias de gitanos. Las callejuelas acaban a menudo en escaleras y las casas tienen patio y perro. Es un lugar popular y lumionoso donde los perros aullan a tu paso y se abren las ventanas para observar a quien pasa. Los romaníes de Argos no terminan de fiarse de ningún forastero. Mejor hubiera hecho más de un personaje mitológico en seguir su ejemplo.</div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Epar.Od. Nafpliou - Milon 21, Mili 212 00, Grecia37.5537353415479 22.7178711875453737.4887673415479 22.586784187545369 37.6187033415479 22.848958187545371tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-12868994851003819952018-08-20T22:49:00.000+05:002018-09-05T16:16:37.056+05:00TRANSNISTRIA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://4.bp.blogspot.com/-a8jmiHoDy84/W47SHG8a85I/AAAAAAABCLA/3tqsW2isNL8lNb_O32r0xh7mzLsSOLyMQCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180821_194011.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1029" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-a8jmiHoDy84/W47SHG8a85I/AAAAAAABCLA/3tqsW2isNL8lNb_O32r0xh7mzLsSOLyMQCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180821_194011.jpg" width="205" /></a>Entre Transnistria y (el resto de) Moldavia el tráfico es fluido. El puesto de control de la policía moldava es discreto y en él no suelen pedir a los viajeros que se identifiquen. Evitan que parezca una frontera. Al otro lado, unos pocos metros más allá en la zona de seguridad, sucede todo lo contrario. hay control de pasaportes, una oficina de inmigración y funcionarios de aduanas. A los extranjeros se les emite un visado por los días que vayan a estar en la zona. Sin embargo, para los locales el paso es sencillo y la gente viaja con carnets de identidad transnistrios o con pasaportes rusos o moldavos. Sorprendentemente, también los vehículos con matrícula transnistria circulan libremente por todo Moldavia.<br />
A diario el tren que hace la ruta Kiev- Chisinau (dígase kishinev, en ruso) y vuelta para en la enorme estación vacia de Tiraspol. Sin embargo apenas suben o bajan pasajeros para ese trayecto de una hora. Los viajeros de uno y otro lado prefieren las furgonetas que salen cada poco y que aquí gestiona directamente el gobierno desde la misma estación de ferrocarril.<br />
Veinticinco años después de la guerra breve y feroz, y a pesar de los miles de muertos, la situación se ha normalizado con una naturalidad pasmosa.</div>
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Me habían advertido de que Transnistria está militarizada, pero lo cierto es que durante la semana que estuve allí, aparte del par de tanques de al segunda guerra mundial colocados a modo de monumento nacional, los únicos militares que se ven son rusos.</div>
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<a href="https://2.bp.blogspot.com/-FgppYYgUUsc/W47TMCHICuI/AAAAAAABCL8/J9yWu708x1gfV6hq3cBYphSYhSB-eVkpACPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180822_150340.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1109" data-original-width="1600" height="221" src="https://2.bp.blogspot.com/-FgppYYgUUsc/W47TMCHICuI/AAAAAAABCL8/J9yWu708x1gfV6hq3cBYphSYhSB-eVkpACPcBGAYYCw/s320/IMG_20180822_150340.jpg" width="320" /></a>Los paracaidistas rusos tuvieron su base principal durante muchos años en plena fortaleza medieval de Bender, sin embargo ahora se han trasladado a un nuevas bases, modernas y bien equipadas, en los alrededores. Mantienen un check point con ametralladoras y hasta un tanque emboscado en la carretera que va a Tiraspol y otro prácticamente igual en la que viene de Chisinau.</div>
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-GA-evXEbSPQ/W47R-UWyn5I/AAAAAAABCK4/WQDIiUS7xJ8p2EzgBNdBk8FimZQS7kjgQCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180821_191442.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1263" data-original-width="887" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-GA-evXEbSPQ/W47R-UWyn5I/AAAAAAABCK4/WQDIiUS7xJ8p2EzgBNdBk8FimZQS7kjgQCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180821_191442.jpg" width="224" /></a>Son el recordatorio permanente de que este territorio independiente de facto, con la extensión de la provincia de Pontevedra y medio millón de habitantes, sólo existe gracias a la voluntad y el apoyo de todo tipo del Kremlim.</div>
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La presencia rusa es visible por todas partes y su bandera tricolor ondea en todos los edificios oficiales junto a la rojiverde del lugar. Pero simbólicamente, si algo llama la atención en la representación simbólica de esta republica al otro lado de Dniester es la presencia de las alusiones a la URSS. Algunas de las atracciones favoritas de los pocos turistas que pasan por aquí son los postes que en la carretera se mantienen enlucidos con el lema y la simbología de la Unión Soviética, y dentro de ella la república soviética de Moldavia.</div>
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Sin embargo, la parafernalia comunista tiene mucho de atrezzo. La hoz y el martillo es ubicua porque está en el escudo del país, mantenido a imagen de como era en 1990, pero lo que de comunista queda en la sociedad transnitria es sólo lo más folclórico de lo que fue el régimen soviético. Grupos de señoras funcionarias con batas pintando las vallas de los parques o barriendo las calles. Un respeto reverencial a la luz de los semáforos y los pasos de peatones. Esa moda reconfortante en la que toda prenda pega con cualquier otra y ningún atuendo resulta ridículo. Las señoras usan diversidad de variaciones de pamela y los hombres pantalón corto y calcetines.<br />
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 283.55pt;">
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-wG8v3dgnouY/W47R5A22ruI/AAAAAAABCKw/wlcoOPt4ziY2U-0712uuTwgXfdUPLIPAQCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180821_105903.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1129" data-original-width="1600" height="225" src="https://1.bp.blogspot.com/-wG8v3dgnouY/W47R5A22ruI/AAAAAAABCKw/wlcoOPt4ziY2U-0712uuTwgXfdUPLIPAQCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180821_105903.jpg" width="320" /></a></div>
Más allá de la estética no queda mucho de socialismo político ni económico. por estar, ya ni siquiera está de presidente el ínclito Igor Smirnov, que lo fue durante la era soviética, durante la guerra y diecinueve años más. En las últimas elecciones, más o menos libres, perdió el puesto y no parece que en las calles se le eche mucho de menos. Su foto no se ve casi ni en los museos de historia.<br />
En lo económico también se ha producido la completa liberalización de empresas. Y mafiosos. Enormes coches negros, carísimos y con los cristales tintados, corren por las avenidas normalmente vacías de Tiraspol, mezclándose con los pequeño lada y trabbits pintados de colores.<br />
<span style="mso-tab-count: 1;">Un profesor de la universidad nos cuenta que el país vive esencialmente de la venta de electricidad... y de las subvenciones rusas. La madre Rusia no abandona a sus hijos fieles y el nivel de vida aquí es bajo, pero digno. En algunos restaurantes es posible encontrar aun menús subvencionados que incluyen varios platos, bebida y postre por menos del equivalente a dos euros. Se paga en rublos transnitrios, que, como cualquier país que se precie, éste tiene su propia moneda. Se mantiene permanentemente en una paridad artificial con el lei moldavo, pero es imposible cambiarla en ningún sitio fuera de las fronteras del territorio. ni siqueira en el mercado negro de Chisinau. </span><o:p></o:p></div>
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<a href="https://2.bp.blogspot.com/-VAOLNfh3y1I/W47SJeZBw0I/AAAAAAABCLA/seof15nsVaEZnC6XMxLbMREuGxBcCDQSQCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180821_110206_20180821180948823.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1104" data-original-width="1600" height="220" src="https://2.bp.blogspot.com/-VAOLNfh3y1I/W47SJeZBw0I/AAAAAAABCLA/seof15nsVaEZnC6XMxLbMREuGxBcCDQSQCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180821_110206_20180821180948823.jpg" width="320" /></a>La libertad de empresa ha ayudado bastante a homogeneizar el país con el resto de Moldavia. la prueba más evidente es la apertura de varios <i>Andy's Pizza</i>, el establecimiento moldavo de comida rápida por excelencia. A su terraza en la avenida principal de Tiraspol la clientela acude elegante y arreglada a pedir hamburguesa o pizza y, sobre todo, a dejarse ver en tal ambiente de modernidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 283.55pt;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-etyUJT2C0hM/W47TEDERZzI/AAAAAAABCL0/4TCmMguAIiEtPi_vPY0ahtwOcCa6zDrAgCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180822_124722.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1147" data-original-width="1600" height="229" src="https://1.bp.blogspot.com/-etyUJT2C0hM/W47TEDERZzI/AAAAAAABCL0/4TCmMguAIiEtPi_vPY0ahtwOcCa6zDrAgCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180822_124722.jpg" width="320" /></a>Pero si hay una empresa propia de aquí es, sin lugar a dudas, <i>Sheriff</i>. Se trata de una empresa de vigilancia y seguridad que se enriqueció en la época en que este era el centro mundial de tráficoy venta del antiguo arsenal soviético. A partir de ahí diversificó sectores y hoy es más conocida por sus supermercados. Los únicos con productos y apariencia auténticamente occidentales. Es propietaria además del principal equipo de fútbol de la capital: el Sheriff de Tiraspol. Pese a la guerra, al independencia y la mala relación con la parte rumanófila del país, los equipos transnistrios juegan en la liga moldava. El Sheriff, en concreto, suele acabar en los primeros puestos, si no el primero. Eso ha traído a la república independentista uno de sus mayores éxitos de internalización: jugar en la liga europea, aunque lo eliminen inmediatamente. </div>
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<a href="https://4.bp.blogspot.com/-MwXgqy3Vi3I/W47St0Sk_FI/AAAAAAABCLg/Soh8u1gYZ7gT84NSWdtxCAV2XxfZfASDgCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180822_121452_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://4.bp.blogspot.com/-MwXgqy3Vi3I/W47St0Sk_FI/AAAAAAABCLg/Soh8u1gYZ7gT84NSWdtxCAV2XxfZfASDgCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180822_121452_Bokeh.jpg" width="320" /></a>La vida aquí es, ya se ha dicho, muy tranquila y apacible. la propia capital tiene un ambiente urbano marcadamente rural. Los bloques de pisos soviéticos con su parque de juegos en medio se alternan con casas típicamente de agricultores, con frutales y huertos a modo de jardín. Es una ciudad extensa, en la que las tiendas no se acumulan en el supuesto centro, sino que están diseminadas por todas partes. Como ciudad no tiene nada que ver con el bullicio y ajetreo de Bender, la segunda ciudad de la República y la única al otro lado del Dniester.</div>
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El río no sólo da nombre al país y sirve de frontera, sino que marca gran parte de la vida cotidiana. En verano pandillas de jóvenes van por las mañanas a bañarse a alguna de las playas fluviales preparadas, con arena de verdad, en sus márgenes. Allí se mezclan con los jubilados parsimoniosos que llegan arreglados como para un paseo y se meten en los cambiadores de madera preparados al efecto para colocarse bañadores pasados de moda.</div>
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-x7Bsa_-orpY/W47R1M0qp6I/AAAAAAABCKo/k4cvlrY6eSo793p-jALi86rzsWffs0GaACPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180821_122814.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-x7Bsa_-orpY/W47R1M0qp6I/AAAAAAABCKo/k4cvlrY6eSo793p-jALi86rzsWffs0GaACPcBGAYYCw/s320/IMG_20180821_122814.jpg" width="240" /></a>Al atardecer es frecuente apuntarse a alguno de los barcos que dan paseos de una hora remontando el río. los usan lo mismo familias enteras para celebrar el cumpleaños de un abuelo que grupos de amigas jóvenes con hijos muy pequeños que se juntan para charlar un rato o parejas maduras que se balancean al ritmo de la música atronadora del barco. Unos y otros llegan cargados de comida y bebidas y el paseo es lo más parecido a una tarde de bar en la que nadie se fija en las márgenes arboladas ni el puente iluminado con los colores de la bandera transnistria.</div>
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Por lo demás, como en tantos otros lugares soviéticos, los bares no suelen ser lugares de encuentro y la gente prefiere, en vez de eso, usar los bancos de cualquiera de los numerosos parques de la ciudad. Al ambiente de tranquilidad rural colabora el que las parejas se casan muy jóvenes y empiezan muy pronto a tener descendencia, así que predomina el aire familiar. Queda poco espacio para jóvenes alternativos, antisistema o marginales. La tónica la rompen apenas algunos adolescentes reunidos en torno a una pista de skateboard y borrachos que entran en algún tugurio diminuta con prostitutas mayores acodadas en la barra. Todo embutido de clandestinidad.</div>
<div class="MsoNormal">
Por no haber, ni hay turistas. Apenas algunos hipster que pasan un par de días atraidos por la parafernalia comunista. Se fotografían en el busto de Lenin ante la
fachada del Ayuntamiento o en su impresionante estatua ante el soviet supremo.
Visitan la ciudadela de Bender y vuelven a fotografiarse ante alguno de los tanques de la segunda guerra mundial. Y poco más en un lugar donde no hay atracciones que visitar, porque está hecho simplemente para vivir.<br />
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<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-FaOLqdfG2g0/W47RadFxpHI/AAAAAAABCKI/1545YqoVyWs_gZ3cKLb5alJriDEsND39wCHMYCw/s1600/IMG_20180823_124406.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://lh3.googleusercontent.com/-FaOLqdfG2g0/W47RadFxpHI/AAAAAAABCKI/1545YqoVyWs_gZ3cKLb5alJriDEsND39wCHMYCw/s320/IMG_20180823_124406.jpg" width="229" /></a><a href="https://4.bp.blogspot.com/-fKBnXjd4-hs/W47SiT1QzlI/AAAAAAABCLU/niUijKbt-YsP_O3_OJZhXJPgrnAXbNdCgCPcBGAYYCw/s1600/IMG_20180822_115113_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-fKBnXjd4-hs/W47SiT1QzlI/AAAAAAABCLU/niUijKbt-YsP_O3_OJZhXJPgrnAXbNdCgCPcBGAYYCw/s320/IMG_20180822_115113_Bokeh.jpg" width="240" /></a><br />
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-27617245593140946202018-08-12T01:50:00.001+05:002018-08-12T12:03:01.238+05:00BAALBEK<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-cBHt81eTZok/W29NNjZMRHI/AAAAAAAA-xM/_3L0y3C-IwQzL7POsIXghAK9tlXmLZuhgCLcBGAs/s1600/IMG_20180810_214838.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://2.bp.blogspot.com/-cBHt81eTZok/W29NNjZMRHI/AAAAAAAA-xM/_3L0y3C-IwQzL7POsIXghAK9tlXmLZuhgCLcBGAs/s320/IMG_20180810_214838.jpg" width="320" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Dicen en Baalbek que la caravana que escapaba dolorosamente desde Kerbala a Damasco tras el martirio de Hussein pasó por aquí. Y dicen que aquí mismo murió por unas fiebres y fue enterrada la hija pequeña del imán asesinado, biznieta del profeta.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Las fuentes históricas no confirman la existencia siquiera de esta nieta pero siempre ha tenido aquí su mausoleo, ahora enriquecido lujosamente por obra de Hezbollah y fondos iraníes.</div>
<div style="text-align: justify;">
En el pueblo hay devoción por este santuario donde algunos años se produce el mismísimo milagro de la sangre licuada que afecta a San Genaro en Nápoles o que maravilló al Líbano cristiano con el cuerpo incorrupto y sangrante del Santo Cherbal. Las religiones tienen todas sus milagros, así que la gente viene y toca la reja del mausoleo y pide cosas.</div>
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-gbdjlbpOv48/W29NlAGIIWI/AAAAAAAA-xc/hZCscb5LyxUxVpJKro3VdJd8vyDLFHqZwCLcBGAs/s1600/IMG_20180811_105522.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="150" src="https://3.bp.blogspot.com/-gbdjlbpOv48/W29NlAGIIWI/AAAAAAAA-xc/hZCscb5LyxUxVpJKro3VdJd8vyDLFHqZwCLcBGAs/s200/IMG_20180811_105522.jpg" width="200" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
El misticismo parece intrínseco a la ideosincracia de este lugar, y el hacer templos enormes también. Que aunque en fenicio antiguo significa Señor de la Bekaa se convirtió rápidamente en el lugar del Dios Baal, que molaba más. Hicieron un gran templo. Cuando llegaron los griegos, se convirtió en Heliópolis, como la ciudad del Betis. Luego los romanos hicieron encina otro templo a Júpiter, y así siempre. Baalbek siempre ha vivido de sus templos, ahora convertidos en unas ruinas esplendorosas que sin la mayor atracción turística del país.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Por la ciudad actual pululan los beduinos y tiene toda un aire de árabes del desierto que la acerca más a Jordania o Siria que a las alegres ciudades de la costa del Líbano.</div>
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-eTviU7UL2Do/W29N-WrTIPI/AAAAAAAA-xo/wqkGot_BRjwYQrJXBNoyI-xlPtzngSt_wCLcBGAs/s1600/IMG_20180811_123434.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="200" src="https://2.bp.blogspot.com/-eTviU7UL2Do/W29N-WrTIPI/AAAAAAAA-xo/wqkGot_BRjwYQrJXBNoyI-xlPtzngSt_wCLcBGAs/s200/IMG_20180811_123434.jpg" width="100" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
La gente de Baalbek es serena y cívica. Tienen fama de honestos, lo que en boca de un libanés suele ser un calificativo despectivo contra quien no aprovecha el menor resquicio para hacer negocio.</div>
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<a href="https://2.bp.blogspot.com/-k-Q-ncRpKJE/W29M_BgC1OI/AAAAAAAA-xE/pZ0sphVt5ZkxlO5EfNQ742M7Fu8KpZu7wCLcBGAs/s1600/IMG_20180810_190048_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="150" src="https://2.bp.blogspot.com/-k-Q-ncRpKJE/W29M_BgC1OI/AAAAAAAA-xE/pZ0sphVt5ZkxlO5EfNQ742M7Fu8KpZu7wCLcBGAs/s200/IMG_20180810_190048_Bokeh.jpg" width="200" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
En Baalbek abundan los volvos y mercedes destartalados que andan a duras penas y que si aparecieran por cualquier sitio del centro de Beirut serían objeto de todas las burlas desdeñosas del mundo.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Aquí ls viernes son el día festivo de la semana. Por la tarde el parque se llena de familias sentadas en alfombras sobre el césped haciendo picnic, como en cualquier ciudad iraní. Y como allí, no arrojan ni un papel al suelo. Seguramente tienen algo que ver los guardianes fortachones que están por las esquinas atentos a mantener el orden en el parque. Cuidan de que no entren perros, ni música occidental, ni haya peleas o indecencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras, en torno a las ruinas florecen dos negocios, el de las kufias palestinas para poner en la cabeza y el de las camisetas de Hezbollah. El primero es típico de otras atracciones turísticas como Petra. El otro es exclusivo de aquí. Cuando en los noventa Hezbollah aún secuestraba occidentales en Beirut ningún niñato americano se habría atrevido a llevar el escudo verde con el kalashnikov sobre fondo amarillo. Ahora les parece kitch y levemente provocador. Se venden como rosquillas entre turistas que quieren presentar como una aventura su excursión a este lugar tan normal.</div>
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-vhgGoTHahew/W29O9R62LXI/AAAAAAAA-yU/uE0ZddKX1hUyilWb4oI5cYQFiid6geTrwCLcBGAs/s1600/IMG_20180811_135135.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-vhgGoTHahew/W29O9R62LXI/AAAAAAAA-yU/uE0ZddKX1hUyilWb4oI5cYQFiid6geTrwCLcBGAs/s200/IMG_20180811_135135.jpg" width="100" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Crecí con la guerra del Líbano en todos los telediarios. Conocíamos de oídas los lugares de esos combates y en mi barrio había un derribo inhóspito por el que teníamos que cruzar a veces al que, irónicamente, llamábamos el valle de la Bekaa. Siempre lo imaginé así, como un lugar peligroso, casi desértico, inapacible. La primera vez que, viniendo del monte Líbano lo vi a mis pies sufrí un impacto emocional al descubrir esta banda verde, fértil y llena de cultivos que se extendía en todo el valle entre estas montañas y las que poco más allá señalan la frontera con Siria. Fue la despensa de Oriente Medio en época romana. Desde entonces es famoso por el trigo y la vid, que a modo de ying y yang representan el trabajo y la diversión, la muerte y la vida. Y algo de eso de haber en un sitio que ha sido escenario de masacres y que ahora emana tanta paz. La rompen los frecuentes checkpoints del ejército libanés y el trasiego constante de armas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-iAi76sfmDf8/W29O7XivNtI/AAAAAAAA-yQ/Z98kQU0uPfgLnkpLHyDMauH6sJWlB0FJwCLcBGAs/s1600/IMG_20180811_134232.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="100" src="https://2.bp.blogspot.com/-iAi76sfmDf8/W29O7XivNtI/AAAAAAAA-yQ/Z98kQU0uPfgLnkpLHyDMauH6sJWlB0FJwCLcBGAs/s200/IMG_20180811_134232.jpg" width="200" /></a>Pero sobretodo la sensación de paz la ahuyentan las decenas de campos de refugiados sirios diseminados por el valle. Están en los basureros de las ciudades recuperando residuos, en los campos sembrados trabajando como aparceros y más veces aún mirando pasar el día, sin nada que hacer más que esperar y pasar hambre mirando las colinas de su país, al que no saben si podrán volver.</div>
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<div style="text-align: justify;">
La guerra, pues, no se aleja de la Bekaa, igual que no se alejan los dioses.</div>
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<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
</div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-40374634378509008432018-08-03T16:35:00.000+05:002018-08-31T22:49:14.912+05:00NÍSIROS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<div class="MsoNormal">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-tZbkroOwBkA/W2wqQFSEraI/AAAAAAAA-Ro/mD3F1fKUXsAUyqOXUZm-zHuc7giQ7iw5ACLcBGAs/s1600/IMG_20180801_143806_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-tZbkroOwBkA/W2wqQFSEraI/AAAAAAAA-Ro/mD3F1fKUXsAUyqOXUZm-zHuc7giQ7iw5ACLcBGAs/s320/IMG_20180801_143806_Bokeh.jpg" width="240" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Las calles de
Nísiros están plagadas de albahaca, que en griego se dice vasilikó, y significa
real, </span>propio del rey. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las callejuelas de
la isla rebosan de macetas de barro o en antiguas latas de aceite y conservas
donde crecen todas las especies posibles de albahaca. La italiana, de hoja grande,
redondeada y jugosa. La tailandesa, de tallos muy largos, hojas afiladas y
florecillas moradas. La española, de hojitas pequeña como la que tenía siempre
mi abuela en la ventana de su cocina. Aquí las plantas son grandes y frondosas,
y con el viento que gira entre las callejuelas estrellas llega a menudo un
aroma a albahaca que debe ser el olor del verano.</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La isla es volcánica,
redonda y muy pequeña. Todo el centro está ocupado por un inmenso cráter volcánico,
de forma que las cuatro aldeas habitadas están en las laderas externas del
cráter, hacia el mar. En total viven aquí menos de mil personas, pero incluso
en una comunidad tan pequeña cada núcleo tiene su personalidad.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-MFjbY8YygDo/W2wpmVfj9VI/AAAAAAAA-RE/PwDlhFnMEGQxs311QnEcXYKZrJOe6MYZACLcBGAs/s1600/IMG_20180728_125504.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-MFjbY8YygDo/W2wpmVfj9VI/AAAAAAAA-RE/PwDlhFnMEGQxs311QnEcXYKZrJOe6MYZACLcBGAs/s320/IMG_20180728_125504.jpg" width="240" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Mandraki es la
capital, el puerto, la sede de la policía y prácticamente el centro de todo.
Tiene pocos siglos y un trazado urbano complicado que recuerda una medina.
Callejuelas estrechas que no siguen ninguna línea, trazadas para evitar el viento
y dar sombra con el ancho justo para que pase un burro o, mucho </span>más actual, una
moto. En el barrio de Langadi, que es básicamente una calle que baja desde el
paleocastro y que en invierno se convierte en torrente, se puso de moda hace un
tiempo decorar el suelo de la entrada de las casas, elevadas más de metro para
evitar el agua, con mosaicos hechos con chinos de las playas de la isla. Suelen
representar peces y motivos marinos y lo hacía en sus ratos libres Dinos
Papelis, un peluquero de la ciudad. La idea gustó tanto que Dinos ha dejado la
peluquería y los mosaicos son ahora una de las señas de identidad de Nísiros.
Decoran incluso las plazas públicas del centro de la ciudad y, por supuesto, la
entrada a la mayoría de las casas.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-EMtBnxSz8Ec/W2wpSVMcz7I/AAAAAAAA-Q4/bfTkTtHg1XYR-aQHkvSOTYAL5YYjFcOXACLcBGAs/s1600/IMG_20180727_184222.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-EMtBnxSz8Ec/W2wpSVMcz7I/AAAAAAAA-Q4/bfTkTtHg1XYR-aQHkvSOTYAL5YYjFcOXACLcBGAs/s320/IMG_20180727_184222.jpg" width="160" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Paloi es un
puerto de mar creado hace sólo unas décadas, junto a unos antiguos baños
romanos, por gente que bajó de Emporio. Es apenas una fila de casas frente al
muelle y sus habitantes viven de la pesca y de las tabernas donde ofrecen
pescado y otra comida a los patrones de los yates que pasan por el lugar. La gente
aquí es más expansiva, quizás por el contacto con el exterior y por la pequeña
playita de al lado del puerto. Allí, puntual como un reloj, se baña cada día
una señora de la que no he </span>logrado saber el nombre aunque es la abuela de Panaiotis,
el niño gordito de la familia del bar de la playa. La señora, en torno a las seis,
sale de su casa que da a la playa vestida siempre con una bata de flores, un
pañuelo blanco en la cabeza y apoyada en dos bastones. De esa guisa se mete en
el mar hasta que le cubre el pecho. Se queda media ahí hora, aprovechando la
calma chicha del mediterráneo.<br />
Luego, completamente vestida y apoyándose en sus
bastones sale despacio; a menudo con la ayuda de alguno de sus nietos, y vuelve
a su casa. Es un espectáculo cotidiano al que nadie le da mayor importancia. Las
barcas de Paloi salen al atardecer. Un rato antes, uno de los pescadores -un
muchacho rellenito y rudo- se sienta siempre en el mismo banco frente al
cafenío Falimento. Junto a él suelen poner una mesa y sillas alguno de los
personajes que a esa hora se toman su enésimo ouzo. Mientras ellos charlan y
ríen el pescador, armado de unos pequeños alicates y un rollo de tanza se afana
en preparar unos anzuelos grandes para la pesca del besugo que va clavando en
el borde de corcho de un barreño de plástico.</div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-FbWTyjROcb8/W2wzKhH3uZI/AAAAAAAA-SU/0-MlmyFGFzsYpx6ui-3q8XZP9dmTXn6fACLcBGAs/s1600/IMG_20180803_174601.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1115" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-FbWTyjROcb8/W2wzKhH3uZI/AAAAAAAA-SU/0-MlmyFGFzsYpx6ui-3q8XZP9dmTXn6fACLcBGAs/s320/IMG_20180803_174601.jpg" width="223" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-XCRQpGn0ckg/W2wprQxfIAI/AAAAAAAA-RM/dMBnEGYQcxgl4RBwLKBg_N1G4OmUyY6KgCLcBGAs/s1600/IMG_20180731_141231.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-XCRQpGn0ckg/W2wprQxfIAI/AAAAAAAA-RM/dMBnEGYQcxgl4RBwLKBg_N1G4OmUyY6KgCLcBGAs/s320/IMG_20180731_141231.jpg" width="160" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Emporio fue en
otros tiempos el pueblo más importante de la ciudad. Hoy es un conjunto de
casas, deshabitadas y en ruinas en su mayoría, apiñadas en un peñasco. Hay una
iglesia en todo lo alto y un pope que viene casi cada día y que sube por las
empinadas callejuelas y los escalones escarpados con ayuda de un muchacho
fuerte y jovial. Junto a la iglesia hubo un castillete hospitalario, Pantoniki,
del que sólo quedan los muros y que le da a todo el pueblo un aire maniota. La
poquísima vida que queda en emporio se concentra en un espacio diminuto,
lejanamente parecido a una mini plaza, donde resisten dos cafés y una iglesia
mucho más accesible, dedicada al génesis. En la plazoleta y los cafés hay
algunas sillas y los parroquianos recuerdan los tiempos heroicos de la segunda
guerra mundial, cuando un mítico comando griego (liderado por británicos, eso
sí) desembarcó en la isla y a tiros capturó a toda la guarnición alemana. En el
café balkoni, que da al cráter, guardan un espejo roto por uno de los tiros de
ese día. Aunque es difícil, alguno de los habitantes, más escéptico, podría contar
también que aquella noche de 1945 uno de los oficiales alemanes logró llegar a
Paloi con ayuda de alguien y huyó en barca desde allí. La gente de Emporio es
gente adusta y de montaña. Cerrada. Nada que ver con las alegrías costeñas de Mandraki,
allá abajo, al menos seis kilómetros de lejos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-J4NdjujENkk/W2wqKAg_WGI/AAAAAAAA-Rk/Ed0rMPo1YSUnkEiLdBHYeRqbK0LtflL1ACLcBGAs/s1600/IMG_20180801_234821.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-J4NdjujENkk/W2wqKAg_WGI/AAAAAAAA-Rk/Ed0rMPo1YSUnkEiLdBHYeRqbK0LtflL1ACLcBGAs/s320/IMG_20180801_234821.jpg" width="160" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-IaPwS-MOUzU/W2wqWPYFgSI/AAAAAAAA-Rw/HXV7nIgXqFEsokjwmJp2GCF9iQAnBEUYgCLcBGAs/s1600/IMG_20180801_235533.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-IaPwS-MOUzU/W2wqWPYFgSI/AAAAAAAA-Rw/HXV7nIgXqFEsokjwmJp2GCF9iQAnBEUYgCLcBGAs/s320/IMG_20180801_235533.jpg" width="160" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Nikia es un
pueblecito recogido en torno a una plaza que llaman porta, encaramado en el
poco espacio que queda entre los acantilados que dan al mar de un lado y los
que llevan al volcán de otro. Las casas son blancas y los habitantes festivos.
Con mucha personalidad propia. Sobre la plaza de porta reina el café de Giorgos,
a quien conocí hace años en mi primera visita a la isla. Sigue siendo charlatán
y jartible pero el exceso continuo de alcohol ha mermado sus capacidades. Ahora
sólo lo dejan beber Fanta y empieza a perder la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Toda la gente de
la isla se conoce. Y todos se encuentran en los panegiri. Hay cuatro panegiri
al año, cada uno en una iglesia aislada y la dinámica es la misma de todas las
islas griegas. Se ponen largas mesas en el patio de la iglesia. Unas señora
voluntarias preparan comida, y los hombres las sirven gratuitamente. El público
paga por las bebidas nada más y con eso se sufraga el mantenimiento de la
ermita. Hay música tradicional en directo, normalmente acompañada de lira
cretense, que es una especie de violín de la zona. El baile es siempre en
mismo, en uno o carios círculos concéntricos en los que se junta gente de todo
tipo. Siempre empiezan liderando el baile personas ya mayores, excelentes
bailarines. A medida que avanza la noche van rebajándose la edad de los
participantes. De madrugada no suele quedar más que jóvenes y todo se vuelve
menos formal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Estuvimos en el
panegiri de final de julio en la iglesia de San Pantaleón en Avlaki y vimos a
toda la gente que conocemos de la isla: los camareros y parroquianos del bar el
oasis, en la playa de Lies, que es el centro de los hippies que vienen en
verano desde Atenas a acampar en la playa. El rico dueño de una casa en Emporio
que la ha arreglado con todo lujo y se pasa el día al sol en la puerta o en su
yate de Paloi. Pipo, la hija de Manos, el dueño de la tienda de alquiler de
motos y coches que hay en el puerto y que es toda energía. El hijo del guarda
del cráter de Stéfano, que gestiona el bar del cráter y que se hizo famoso como
protagonista de una película de Eleni Alexandraki sobe la nostalgia rodada en
la isla. El camarero de una de los abres de plaza porta en Nikia, que tiene una
sospechosa pinta de seminarista ortodoxo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-UHIyi23uKFo/W2wparjTWkI/AAAAAAAA-Q8/GnIpiM0wdew63iP1HbS6ffyYYmXy6GjAgCLcBGAs/s1600/IMG_20180726_215751_Bokeh.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-UHIyi23uKFo/W2wparjTWkI/AAAAAAAA-Q8/GnIpiM0wdew63iP1HbS6ffyYYmXy6GjAgCLcBGAs/s320/IMG_20180726_215751_Bokeh.jpg" width="320" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y conocimos al
señor Nikos. Tiene 98 años, es de Nikia y vive en Nueva York. De joven trabajó
como pescador en Paloi y Mandraki, pero tuvo que emigrar. Desde que se jubiló,
todos los veranos consigue que su hija la traiga de vuelta a Nísiros para,
entre otras cosas, venir al panegiri. Aunque no anda muy bien se desenvuelve
con su bastón entre las mesas consiguiendo donaciones para la ermita y
saludando a todo el mundo como si quisiera agarrar cada trocito de la vida de
la isla para tenerlo siempre consigo. A ratos se apoya en un enorme Quercus para
mirar a la gente que baila. El árbol lo plantó su padre hace más de un siglo.
Esa es la manera en la que en Nísiros pasa el tiempo, con una continuidad
pasmosa entre el presente y el pasado. Cosas de las islas pequeñas de esta parte del mundo.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-TkQCIQIdJ_o/W2wqD5IxpSI/AAAAAAAA-Rg/ZzRHP7cfIAwceIB0Wfp7mmgvlQr7intagCLcBGAs/s1600/IMG_20180801_141921.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-TkQCIQIdJ_o/W2wqD5IxpSI/AAAAAAAA-Rg/ZzRHP7cfIAwceIB0Wfp7mmgvlQr7intagCLcBGAs/s320/IMG_20180801_141921.jpg" width="240" /></a><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
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</div>
<br />
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<br /></div>
<br />
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<br /></div>
<br />
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<br /></div>
<br />
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</div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-86746172729416457592018-08-02T16:23:00.000+05:002018-08-07T02:42:05.542+05:00ESPERANDO A LOS BÁRBAROS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-CTlIlJqVjdU/W2g4bXGa0aI/AAAAAAAA9jI/-6XLnJDnvqQ30BKbsjs3LzRGHQ0R_TkQACLcBGAs/s1600/IMG_20180730_123653.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; display: inline; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://2.bp.blogspot.com/-CTlIlJqVjdU/W2g4bXGa0aI/AAAAAAAA9jI/-6XLnJDnvqQ30BKbsjs3LzRGHQ0R_TkQACLcBGAs/s320/IMG_20180730_123653.jpg" width="320" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La acrópolis de
Nísiros se conserva bien para su edad. Las dura piedras de basalto volcánico de
sus muros han resistido en gran parte incólumes el paso de los siglos. Los
canteros que hace casi tres mil años tallaron cuidadosamente esos bloques -alguno
de casi cinco toneladas- consiguiendo que encajaran perfectamente entre sí
sabía lo que hacían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En nuestros días
puede verse prácticamente el mismo paisaje que observaron ellos. Los olivos cargados
de chicharras que descienden por la ladera rocosa hacia el mar y allí, justo
enfrente, el islote de Yali que sigue siendo, como entonces, sólo una cantera
deshabitada. De ahí salía la obsidiana más famosa del Dodecaneso. La piedra negra,
brillante y dura que aparece en</span><br />
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">todas las excavaciones de Grecia. Es más frágil
que la de Milos, pero su accesibilidad hizo que desde la antigüedad se
extendiera más por todas las ciudades Estado de este mar. Más allá en el horizonte
se aprecia el nítido perfil de Kos. La isla madre de la que, según la mitología,
se desgajó esta, cuando Poseidón arrancó un trozo para arrojárselo a un gigante.
La fuerza del golpe explicaría, evidentemente, que toda la isla sea volcán.<o:p></o:p></span><br />
<div>
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-FSGy3mtj_P4/W2g5NxX3gEI/AAAAAAAA9jg/gf2KSTS44cUO5mFHv75aIMjpebF1eTTegCLcBGAs/s1600/IMG_20180730_134924.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://1.bp.blogspot.com/-FSGy3mtj_P4/W2g5NxX3gEI/AAAAAAAA9jg/gf2KSTS44cUO5mFHv75aIMjpebF1eTTegCLcBGAs/s320/IMG_20180730_134924.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">No se sabe si la
acrópolis existía ya cuando los barcos de Nísiros, según cuenta Homero, se
apuntaron a la excursión punitiva contra Troya. Pero no hay duda de que en sus
callejuelas y templos se decidió apoyar a Jerjes y los persas en la batalla de
Salamina. Mal negocio, en términos de crédito histórico, pero es que aquí las fronteras
siempre han sido variables. Nísiros sólo se integra en Grecia tras la segunda
guerra mundial, hace nada. Antes fue italiana, turca y hasta tuvo un gobernador
catalán. El caso es que pese a su origen dorio los habitantes de la isla fueron
con los persas, perdieron, y pagaron las consecuencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-s3EUJalEs9o/W2g4brjliGI/AAAAAAAA9jM/aV_SQC7p0Y8nrmVmNrlp2AcGXDtiev9hwCLcBGAs/s1600/IMG_20180730_125959.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://3.bp.blogspot.com/-s3EUJalEs9o/W2g4brjliGI/AAAAAAAA9jM/aV_SQC7p0Y8nrmVmNrlp2AcGXDtiev9hwCLcBGAs/s320/IMG_20180730_125959.jpg" style="color: #0000ee; text-align: center;" width="320" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Desde los muros
del paleocastro, con el permanente acompañamiento de las chicharras, es
inevitable evocar el poema de Kavafis que describe una ciudad alterada y
nerviosa esperando a los bárbaros. Aquí llegaron los vengativos barcos
atenienses primero. Y luego los espartanos. Nísiros se doblegó a unos y a
otros. Tal y como se ha doblegado a otras civilizaciones, sin dejar de ser
ellos, isla pequeña y cerrada con personalidad propia inalterable. Ni los
cristianos caballeros hospitalarios, ni turcos y otomanos, ni italianos ni
nazis han conseguido más que ocupar levemente este lugar. Instalaron castillos,
guarniciones y otras demostraciones de poder terrenal, pero no alteraron su
modo de vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Hoy la isla tiene
dos policías, que cuidan sobre todo el atraque de los barcos en el puerto, y
sus mil habitantes no parecen más afectados por ninguna amenaza. En ausencia de
los refugiados que desembarcan en islas vecinas, aquí la más brutal es la del
turismo, que aquí resbala como el aceite. Nísiros disfruta de una posición envidiable
que hace que cada mañana desembarquen oleadas de rusos, ingleses y rubicundos
turistas de cualquier país. Vienen de los resorts de Kos, mayormente en rebaños
masivos que visitan el monasterio y el volcán, llenan las tiendas y los restaurantes
y antes de que caiga la tarde se vuelven en los mismos barcos a sus
apartahoteles despersonalizados. La isla recupera la calma y el ritmo de vida
de siempre apenas alterado por un pequeño rosario de acontecimientos marcados: algún
panegiri, un campeonato de volley a la entrada de Mandraki, la presentación de
un libro de poemas sobre la isla, algún concierto veraniego de música griega. Y
poco más.<o:p></o:p></span><br />
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-CMqZ9V9jefI/W2g4Vp_gYKI/AAAAAAAA9jE/zSkWU6i-U9AT_B31fDgsbazWHRxtaHvVgCLcBGAs/s1600/IMG_20180730_134720.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://3.bp.blogspot.com/-CMqZ9V9jefI/W2g4Vp_gYKI/AAAAAAAA9jE/zSkWU6i-U9AT_B31fDgsbazWHRxtaHvVgCLcBGAs/s320/IMG_20180730_134720.jpg" width="320" /></a><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span>
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En los muros de la acrópolis se conserva una inscripción del siglo cuarto antes de Cristo que prohíbe a los ciudadanos construir sobre las murallas. Por el bien de la ciudad. Hoy las callejuelas
de Mandraki, llenas de señores que pasean, se saludan e intercambian noticias
sobre el día, yacen a los pies de esa acrópolis y desde sus muros se ven
agitadas, como si en estos siglos hubiera cambiado muy poco en Nísiros, y
siguieran esperando a los bárbaros.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<br />
<br /></div>
JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-54014194824259641192018-05-23T02:07:00.000+05:002018-05-23T16:08:23.621+05:00BOURJ HAMMOUD (Barrios de Beirut, 4)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">E</span>n Beirut, cuando algo se rompe, se lleva a un armenio que lo arregle. Si
no puede repararlo un armenio, es que no tiene arreglo. Tienen fama de
creativos y de ingeniosos. Y cargan esa fama con orgullo. Orgullo de pueblo,
porque si algo tienen los armenios de Beirut es conciencia de pueblo. Una nación
concentrada en un enorme barrio llamado Bourj Hammoud.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Lh9uuv0VG-4/WwSFtKbLZXI/AAAAAAAA4bg/j4jQHXIbNLELJ4f4Qbjp-1pUyrxMboOFgCLcBGAs/s1600/IMG_20180407_115617.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="943" data-original-width="1600" height="188" src="https://1.bp.blogspot.com/-Lh9uuv0VG-4/WwSFtKbLZXI/AAAAAAAA4bg/j4jQHXIbNLELJ4f4Qbjp-1pUyrxMboOFgCLcBGAs/s320/IMG_20180407_115617.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">A principios del siglo veinte algunas de las penoso columnas de refugiados
armenios moribundas que huían del genocidio turco llegaron a Beirut. Se
establecieron primero en campos muy precarios en la zona del puerto, donde pronto
proliferaron epidemias. Por eso, pasados pocos años el gobierno local les
ofreció que se instalaran en la zona de Bourj Hammoud: un huerto al otro lado
del río dedicado sobre todo al cultivo de morera para los productores de seda
de la ciudad. Aceptaron, y ahí construyeron su propio barrio, una ciudad de
exiliados añorando su país. Y ahí sigue. Es una zona pintoresca y alegre, con
una de las mayores densidades de población de Oriente Medio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-l41NmUsUfOU/WwSGHzfJeqI/AAAAAAAA4b4/t76OUeSFz5ABxdBzWtc9IimvxoHnxt_IACLcBGAs/s1600/IMG_20180418_174442.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="949" data-original-width="1600" height="189" src="https://2.bp.blogspot.com/-l41NmUsUfOU/WwSGHzfJeqI/AAAAAAAA4b4/t76OUeSFz5ABxdBzWtc9IimvxoHnxt_IACLcBGAs/s320/IMG_20180418_174442.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">Durante la guerra civil de Líbano el barrio decidió no alinearse con ninguno
de los múltiples bandos en liza. Aprovechando que tienen un perímetro muy
claro, crearon un grupo de autodefensa que no dejó entrar a ninguna milicia en
su zona. Hubo algún intento y muchas provocaciones pero resistieron. Fueron la
única zona de Beirut donde no hubo combates y ahora es la única donde todos los
edificios son antiguos, de antes de la guerra. No hay grandes bloques de cemento
y acero. Eso aumenta el encanto de su trazado de callejuelas ordenadas y
vitales, siempre bulliciosas, que sólo podría existir en esta parte del mundo. Las
calles de Bourj Hammoud rebosan de tiendas, talleres y tenderetes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-my_ln1bVhlQ/WwVKojF1seI/AAAAAAAA4fk/1ySrEFXBb4g7PUSBMyqKbhInmCf271C0ACLcBGAs/s1600/IMG_20180407_115409.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://2.bp.blogspot.com/-my_ln1bVhlQ/WwVKojF1seI/AAAAAAAA4fk/1ySrEFXBb4g7PUSBMyqKbhInmCf271C0ACLcBGAs/s320/IMG_20180407_115409.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">Con la melancolía del exiliado, todas las arterias llevan el nombre de
ciudades armenias, y de entre ellas, la calle Marash y la calle Arax son las que
vertebran sentimentalmente el barrio. Marash es para ir con hambre, acoge sobre
todo las tiendas de droguería y comestibles; especias de todo tipo, cardamomo,
bami seco, mil mezclas de zlatar de Alepo, jabón de Saida, pétalos de rosa,
esponjas naturales, berenjenas secas. Caramelos de mil sabores distintos envueltos
en papel brillante. Calabazas, hierbabuena, perejil, cilantro, albahaca, menta;
hierbas que no sé nombrar pero huelen de lejos. En paralelo, Arax es para la
ropa. Aquí se compran zapatos, camisetas, ropa interior sexy o abrigada,
maletas. Las dos están salpicadas de talleres que reparan zapatos o cacerolas.
Y como en el resto del barrio, en cada esquina hay un puesto de kebab o una
cafetera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-X-JnYYroNiM/WwSGMe1ybzI/AAAAAAAA4cA/-ZDkbNam9hM-HjxwZy9_gk9HZh2r6OtWACLcBGAs/s1600/IMG_20180418_174652.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1097" data-original-width="1600" height="219" src="https://2.bp.blogspot.com/-X-JnYYroNiM/WwSGMe1ybzI/AAAAAAAA4cA/-ZDkbNam9hM-HjxwZy9_gk9HZh2r6OtWACLcBGAs/s320/IMG_20180418_174652.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">Los armenios tienen mucho de balcánicos y están tan enganchados al café
expreso -fuerte y espeso- como al backgammon que aquí llaman Tavlie. Por todos
lados hay grandes máquinas de café de las que funcionan con pistones. Por muy
pocas libras tienes asegurado todo el día un líquido fuerte y con mucho sabor
que la gente bebe con fruición. En la puerta de la mayoría de negocios dormita
el dueño sentado en una silla sobre la acera. Apenas abre los ojos para saludar
a algún vecino… salvo cuando se une a una partida de backgammon. Entonces se
forman melés de jugadores y observadores que dan consejo durante horas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Cuando a un cristiano libanés se le pregunta si es árabe siempre responde
que no, que él es fenicio. Aquí, en cambio, todos se declaran armenios. Y abunda
el merchandasing armenio, desde las banderitas y las bufandas con las franjas azul,
roja y naranja hasta las figuritas de barro del pueblerino armenio, pasando por
los souvenirs made in china siempre en el mismo tono. Hay banderas armenias con
su franja naranja colgando prácticamente de cada balcón y en los altavoces de
las tiendas suena una canción que dice Ararat, Ararat.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-7vpFYvhfmiY/WwVLgM6z4CI/AAAAAAAA4f0/V9jXzTZMHfkzKVnpGLRN-bsSxzDOiA1iQCLcBGAs/s1600/IMG_20180519_130821.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="946" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-7vpFYvhfmiY/WwVLgM6z4CI/AAAAAAAA4f0/V9jXzTZMHfkzKVnpGLRN-bsSxzDOiA1iQCLcBGAs/s320/IMG_20180519_130821.jpg" width="189" /></a><span lang="ES">Evidentemente, la inmensa mayoría de la población es armenia; y de religión
ortodoxa. Hay un buen puñado de iglesias con el típico techo cónico y los letreros
en ese alfabeto. Sin embargo, el barrio es mucho más plural y más mezclado de
lo habitual en el Beirut de nuestros días. Hay importantes comunidades de católicos,
de chiitas y hasta de etíopes eritreos. Estos últimos son sobre todo mujeres
dedicadas al trabajo doméstico en la ciudad. Las que no viven en las casas en
las que trabajan suelen quedarse a dormir aquí. Los domingos y se las ve pasear
en grupos por las calles del barrio, delgadas, de piel oscura y a menudo con el
pelo cubierto por pañuelos blancos.<o:p></o:p></span></div>
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<span lang="ES">Y de hecho, lo mejor de Bourj Hammoud es su gente. Hay en el barrio cierta
pasión por la charla y la conversación que engatusa a cualquiera que va. He
pasado horas hablando con Michael que tiene una tienda de cosas usadas y antigüedades
que se entretiene convirtiendo en lámparas y relojes, increíblemente creativos.
Chapurrea varios idiomas y en todos ellos es capaz de bromear, de lanzar
amenazas de muerte y de contarte los intríngulis de su nuevo invento. Pasa el
día a la puerta de su tienda, sobre un tablero, rodeado de sopletes, sierras,
cables y amigos curiosos. Presume de sus creaciones y de un humor ácido y duro,
a prueba de guerras; negociando jamás da un paso atrás, dice es que los
armenios son así. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-jiL3HaMp5Hw/WwSFomul6GI/AAAAAAAA4bY/qHf_DdyMVzoAwf6nY68i3-i2L_eM6g0OQCLcBGAs/s1600/IMG_20180418_164405.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="889" data-original-width="1600" height="177" src="https://4.bp.blogspot.com/-jiL3HaMp5Hw/WwSFomul6GI/AAAAAAAA4bY/qHf_DdyMVzoAwf6nY68i3-i2L_eM6g0OQCLcBGAs/s320/IMG_20180418_164405.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">Me estoy haciendo
amigo del señor Zaven, que es camisero. Tiene modales suaves y pasión por su
trabajo. Tiene su negocio en un pequeño local al que se entra bajando unos
escalones. Está repleto de paquetes de telas, sobre todo de colores claros e
italianas. Tiene un tablero enorme sobre el que extiende los patrones y corta
el tejido. En verdad debería estar jubilado, como el par de amigos que vienen a
pasar el día sentados charlando en su tienda sin beber ni fumar para no manchar
el género. Pero cuando entra un cliente, a Zaven le brillan los ojos de un modo
especial explicando la doble costura de los hombros o el refuerzo de los
cuellos. Se activa y despliega telas, muestras y camisas terminadas por toda la
tienda, recordando que es un tendero. Un tendero armenio.<o:p></o:p></span></div>
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JPhttp://www.blogger.com/profile/04596765101549919340noreply@blogger.com0Armenia, Lebanon33.894014238599844 35.54052272405738233.887423738599843 35.530437724057386 33.900604738599846 35.550607724057379tag:blogger.com,1999:blog-4115284730046527986.post-7746905390323216282018-05-18T23:49:00.003+05:002018-05-19T13:43:50.169+05:00TAXISTAS (Gente de Beirut)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-1vQP6UraYXg/Wv_KRJSHWJI/AAAAAAAA4NI/31ig09p68DgNyKrl4VhZS0-QAEWLOY-fwCLcBGAs/s1600/IMG_20180403_174023.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1600" height="160" src="https://3.bp.blogspot.com/-1vQP6UraYXg/Wv_KRJSHWJI/AAAAAAAA4NI/31ig09p68DgNyKrl4VhZS0-QAEWLOY-fwCLcBGAs/s320/IMG_20180403_174023.jpg" width="320" /></a>Vivir y trabajar en Beirut sin medio de transporte propio implica pasar mucho tiempo de tu vida en un taxi. Si no tienes la suerte de coincidir con algunas de las pocas rutas de los minibuses destartalados que sirven a algunos barrios, vivirás pendiente de los <i>servís</i>. Son taxis colectivos que van recogiendo a pasajeros por un precio fijo de dos mil libras. Así que varias veces al día me coloco en alguna esquina. Los taxis que pasan van parando; por la ventanilla grito el barrio o la zona adonde quiero ir y ellos aceleran o me esperan. Al final siempre hay alguno al que le conviene y me hace un gesto para que suba.</div>
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Cada viaje es una sorpresa. Hay taxistas que tienen el coche inmaculado. Otros son felices paseando en una sucia cafetera de lata y sillones sucios. Una vez me tropecé con un taxista sudoroso que teorizaba sobre los malos olores en su coche: “quien no se asea cuando va a coger un servís tiene muy poca educación”. Algunos son dicharacheros e insisten en contarte su vida. Los hay que llevan la música a toda voz. La emisora favorita de estos es <i>Nidaa FM,</i> que emite música árabe popular ininterrumpidamente. A veces te ofrecen agua o caramelos. Uno se desvía de nuestro camino y da un rodeo innecesario hasta un chiringuito a la margen del río donde para y se hace traer un café expreso denso y fuerte; presume de que es el mejor café de Beirut. Hay taxistas irascibles que viven enfadados con el mundo y los clientes; y conductores felices que te acogen como si fueras de la familia. Uno que niega ser sirio me cuenta lo mucho que le gusta Atenas: todo muy bonito, la plaza Victoria, Omonia, ¡qué maravilla!</div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzjkGOdVhsCwadwoYVHna6kAmEjl0N4WabbJA5JrjtrQDXo4V85uUtUOOL9imGca8SBaSGlF8s0TQRSrSkPRw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
Un tipo frecuente es el taxista que odia los atascos. Evidentemente se ha equivocado de profesión o de ciudad. En Beirut cada tarde, a las cinco en punto, puntual como un reloj, se desata no ya un atasco sino la madre de todos los atascos. Todo el mundo sale a la vez de trabajar y la ciudad entera se colapsa. La calles se llenan de filas de coches que no pueden avanzar en ningún sentido y durante un par de horas se queda todo bloqueado. El atasco de la tarde es como una marea o una fuerza de la naturaleza que llegara cada día con regularidad y con la que hay que convivir. Se habla de él como un amigo y hay quien se matricula en clases de baile o teatro justo a esas horas para no vivirlas desde dentro de su vehículo. Ese embotellamiento que inmoviliza diariamente a cada vehículo, y que sólo desaparece los festivos o durante el ramadán, es sólo el culmen de un tráfico de por sí caótico, lento y pesado. </div>
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<a href="https://3.bp.blogspot.com/-KWaqSZoPygI/Wv_KRJHpNdI/AAAAAAAA4NE/Ut-W58QdOSorjd65jU6CdHLGYh1fLZONwCLcBGAs/s1600/IMG_20180506_134635.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-KWaqSZoPygI/Wv_KRJHpNdI/AAAAAAAA4NE/Ut-W58QdOSorjd65jU6CdHLGYh1fLZONwCLcBGAs/s320/IMG_20180506_134635.jpg" width="160" /></a>Así que los taxistas que no soportan los embotellamientos viven en sufrimiento constante y con el estrés a flor de piel. En cuanto el vehículo se queda parado en una obstrucción comienza a resoplar y a hacer giros bruscos de volante. Se impacienta, grita y se le saltan las venas. Más de una vez uno de estos me ha dejado de pronto, a mitad del trayecto y en medio de cualquier sitio, negándose a seguir adelante.</div>
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Conozco a un taxista que lleva cada mañana a cuatro muchachas filipinas desde Bourj Hammoud a las casas donde limpian en Gemmayzeh y el Downtown. Ellas hablan mejor inglés que árabe pero se defienden lo bastante como para mantener cierta conversación. Él se hace el indignado con ellas protestando por cada detalle. Como visten. Que ensucian el coche. Que gritan mucho. Que son desvergonzadas. Le responden con descaro y picardía. Cada día se hacen las mismas bromas y todos empiezan el día sonriendo.</div>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-pBLb7TDbRhc/Wv_KP4a6XaI/AAAAAAAA4NA/fwQUFvqUBxUMhg1dKsSznUa1LlhYf6x4QCLcBGAs/s1600/IMG_20180506_134909.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="800" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-pBLb7TDbRhc/Wv_KP4a6XaI/AAAAAAAA4NA/fwQUFvqUBxUMhg1dKsSznUa1LlhYf6x4QCLcBGAs/s320/IMG_20180506_134909.jpg" width="160" /></a>Los servís se desvían para llevara cada cliente a su destino, y a veces te hacen dar unas vueltas tremendas hasta que llegas al tuyo. Una vez cogí un taxi que batió todos los récords y fue, además, con uno de los chóferes más agradables que he tenido la suerte de cruzarme. Se suponía que me llevaba a la universidad, a unos diez minutos de distancia en una línea recta siempre paralela al mar por el puerto, la marina y la Corniche. Y sí que me llevó, sí. Pero tardé más de hora y media en llegar. Antes, me paseó por rincones más insospechado de la ciudad y sus arrabales. Al poco de montarme hizo un giro en u y enfiló mi misma calle en dirección contraria. En el taxi iban dos chicas y me explicó que tenía que dejarlas primero a ellas. Lo que no me dijo es que iban al sur de la ciudad. En concreto a la plazoleta polvorienta junto a la embajada de Kuwait donde paran los autobuses que van al sur; más cerca de aeropuerto quede mi destino. Me di cuenta de que algo iba mal cuando pasamos el barrio de Badaro y empezamos a cruzar los controles militares que protegen los barrios chiitas. En las calles arenosas del campo de refugiados de Chatila hicimos la primera parada larga. Ante una chabola de techo de lata que resultó ser el taller donde arreglaba coches cuando no los conducía. Nos presentó a su hermano y tuve que hacerme el enfadado para hacerlo volver al taxi. Llegué al trabajo irritado, sudoroso, sucio y, sobre todo, una hora más tarde de lo debido. Pero lo pasé bien.</div>
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A atardecer, el taxista que me lleva a casa a menudo lleva puestas recitaciones del Corán. Con esa banda sonora me enfrento a los atascos de Hamra hasta que salimos al scalextric que sobrevuela el downtown. El chófer siempre va fumando. Fuera atardece. Las iglesias y las mezquitas ya han encendido las luces de colores de sus minaretes o sus cruces. El coche va parando ante cada persona que se pare en la calle. Incluso las que van a cruzar el semáforo. A veces logra rellenar el asiento trasero y entran un par de señoras que me estrujan. Las mujeres siempre saludan, <i>merhaba</i>, al subir. </div>
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